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14 junio 2013

Cautos, cuentos y otros eufemismos

- "Van a aumentar las retenciones del sueldo"- y esta frase sólo podría asustarme tanto viniendo de mi padre -sin ánimo de despersonalizarlo, única fuente de ingresos en mi casa.
Vaya, la amenaza de la crisis se hace algo más tangible a medida que avanza el año mientras mi padre se suma a los centenares de pacientes con insomnio y ansiedad que se medican en los centros de salud a diario. Con detonantes como este, no se puede pretender que nos funcione girar la cara en otra dirección sin prepararse para recibir algún golpe. Pero no caigamos en la hipocresía de no creer en nuestra solvencia cuando hay familias que no gozan de tal holgura. Somos la clase media, próxima a la extinción.

Por qué cuento todo esto; porque sin duda la humanidad de las personas a mi alrededor se está lastimando. Y con este aura de miedo y preocupación no hay alma que pueda entregarse a sí misma ni crecer, si no es bajo el yugo de una sociedad discapacitante. En años, veremos el resultado de todo esto y sin duda diremos maldito el día que no nos dejaron seguir cultivándonos y nos empujaron a una existencia aberrante. No tengo el paradigma absoluto de la normalidad, pero esta situación sin duda, no lo es y los perjuicios no tardarán en llegar.

Los valores que un día nos dieron amparo, poco valen ya. Nadie mira por nadie, no se comparte y casi no se presta, la humildad es sólo otra palabra llana que no vale ni un acento. Necesitamos ser rescatados. Necesitamos que el mundo comprenda. Necesitamos implicarnos. Hubo una época en que la libertad significaba algo... Para mí ser libre es tener poder de elección y en tanto quiera alguien privarme de él, con más firmeza lo defenderé para poder decir un "no" exento de explicaciones, poder salir o decidir quedarme siempre y en todo momento. Esto fue lo que me enseñaron y me pareció justo, así que lo integré para que fueran las palabras que me definan. No es ninguna exclusiva, la libertad se cotiza bien en el mercado pero los que se jactan de disfrutar de la misma suelen ser los que sólo han llegado a probar su versión demo.

Además, no es difícil darse cuenta de que el hombre pierde su capacidad de interactuar con el medio -paradójico en la era de las redes sociales. Las relaciones interpersonales se han complicado desde el día en que nuestro lenguaje corporal iba dirigido a un cacharro -llámalo ordenador o teléfono. Llegar a otra persona, conocerla, es una tarea laboriosa, difícil y no dispensado de sorpresas. A menudo la gente no es lo que uno pensaba o, más bien, lo que la tecnología te había hecho pensar que era. Por esto, cuando alrededor todo está fuera de control, lo más inteligente que se me ocurre es mirar al interior.

El viaje más genuino que podemos emprender es hacia el centro de uno mismo y en esta cruzada me encuentro inmersa estos días. Eso sí, hay que pagar el precio y una habitación individual vale más cara que una doble, separarse por momentos de la corriente para poder detenerte y observarte es elemental pero no todos están dispuestos a aceptarlo como tú y yo, la soledad es una incomprendida. Para el viajero, descubrir las cosas que le gustan le facilitan muchas tomas de decisiones; le hace buscar y consecuentemente, encontrar. Como se dijo "el secreto está en el caminar, y no en la dirección que se lleva, pues, ciertamente, el que busca un camino espiritual, ya lo ha encontrado".



Así es como la esfera espiritual pasa a significar algo nuevo para mí, a través de una película que no tiene nada de particular... Hollywood tiene respuestas para todo. Se titula "Come, reza, ama" y seguramente la recuerdas por el boom que causó cuando se estrenó; puso de moda la pasta italiana, el Yoga y la filosofía new age. No es que haya adquirido una espiritualidad prefabricada pero ver cómo los otros dan por provechoso el alejamiento del exterior y el acercamiento al interior me hizo querer probarlo por mí misma. Recuerdos cruzados se me pasan por la mente, me guío por mis instintos y por mis deseos. Sin saber cómo, algo me hizo coger de nuevo un libro y recordé lo delicioso que me era la lectura. Me perdí entre cientos de páginas y ahora mismo estoy empezando a hojear mi quinto. No por esto me considero más; más sabia, iluminada o portadora de razones más poderosas para nadie excepto para mí. Sin duda ha sido un cambio favorable pasar de "los demás esperan que yo haga..." a modo "yo considero" o "a mí me apetece". De algún modo siempre lo hice, pero nunca con tanta seguridad como ahora mismo.

09 mayo 2013

... exámenes (lo de siempre)

           Argh, asco de época. 
Los exámenes están ahí fastidiando todo el rato entre tú y yo. Estoy amargada con Otorrinolaringología. Cada vez parece haber más cosas que estudiar.  No veo el momento de acabar y estar al otro lado, al de "bueno, ¿y ahora qué hacemos?". Cansada. Amargada. Estresada. Susceptible. Silenciosa. Reflexiva. Contenida. Más o menos así paso los periodos de exámenes y más en momentos como este en el que, el final está a la vuelta de la esquina y un desliz en un examen supone, tener que jugártela de nuevo en Julio y/o Septiembre. Las cartas (comisiones) están echadas. Ahora sólo queda... seguir estudiando y hacer un repaso que sea como la guinda sobre el pastelillo. Ah, sin olvidar el Vademecum personal que tiene que estar para la próxima semana y supone, una recopilación de las recetas realizadas por mí para las enfermedades más frecuentes. Ahora sí, mi sueño de hace 15 años se puede hacer realidad: me puedo automedicar a gusto, pero sólo para algunas cosillas como diarreas, vómitos, sinusitis, catarrazos... un surtido útil de patologías, ya ves. 

Para colmo tengo mi ansiedad clásica, el insomnio y las pesadillas acostumbradas y un mini-síndrome de abstinencia porque ya terminó la 4ª Temp. de 'The Good Wife' hasta más ver (en sept) y lo mismo se puede decir de 'Anatomía de Grey', a 2 capítulos del final. ¿Quién se preocupa por las cosas normales? El otro día fui a comprobar el agua y el aceite del coche y kaput a la palanca que abre el capó. Chas... Ya, ni ligar en la biblioteca tiene atractivo. Sólo hay chiquillos de PAU roba-sitios, escandalosos y con exceso de ego y hormonas. No, sólo pienso ahora en hacer ese examen maravilloso de Médico-Quirúrgica (OFTALMO + OTORRINO+ DERMA) de 4 horas en un mismo día que se acerca...  

                         ... Final challenge is coming soon: 22 may 2013.

28 abril 2013

Punto y seguido

Es difícil abrirse a una hoja en blanco. No sabes qué forma podrás darle a esa hoja y mucho menos, pensar qué puedes esperar de ella. El escritor de notas es el mártir de las palabras mundanas, sólo escribe lo que lleva en el bolsillo y pocas veces, eso le reporta algún beneficio. Entonces, ¿para qué escribir? Porque hay muchos tipos de personas en el mundo y algunos decidimos exprimir nuestra imaginación a cambio de unas frases que pueden decir quién somos, o no. Incluso aunque esas palabras nos definan hoy, no es seguro que puedan hacerlo más adelante. Estamos en constante cambio. Nos adaptamos al mundo que existe entre tú y yo. Vemos lo que los demás aunque, lo que pensamos se escribe automáticamente en una hoja en blanco. Unas veces nos gusta exhibirlo; otras, mejor no mostrarlo. No esperamos que nos entiendan pero, ¿quién pretende semejante despropósito? Somos el amigo sin invitación, la puerta sin cerrojo, la voz anónima de la calle. Nadie nos mandó llamar, pero aquí estamos, ocupando hojas en blanco y llenando espacios con garabatos de palabras.

19 abril 2013

Prevención a secas

Esta semana he estado liada con el último trabajo pendiente, el de Medicina Preventiva
Para aquellos ajenos al mundo médico, la Medicina Preventiva es aquella área de la medicina encargada de promover consejos y hábitos de vida saludables para evitarnos enfermedades. Prevención podría ser vacunarse, tomar medicamentos o productos para prevenir alguna dolencia y por último pero no por ello menos importante, la educación sanitaria. La profesora tan guay que tenemos, nos pidió que fuéramos a algún colegio o centro a dar una chara acerca de prevención de ... lo que quisiéramos.

Entre el jefe de estudios y yo, dividimos el trabajo en dos tardes, para poder dar la charla a grupos más pequeños de alumnos de entre 1º y 4º ESO. Mi hermana V. estaba en uno de esos grupos. Y el tema decidí centrarlo en la prevención de la enfermedad cardiovascular por varias razones: es el tema que mejor manejo y más me gusta, es de suma importancia porque los pronósticos advierten que la mitad de la población europea va a fallecer acosta de ella y porque, si yo me he tenido que tragar tantas horas de clase de esto mismo, a ellos por una horita no les va a dar un infarto. De hecho, al acabar creí que el infarto me iba a dar a mí. 

Enseñar es duro. Pero enseñar a alguien que no quiere aprender es aún más duro. Es como ver que van con su coche directos al precipicio y no puedes hacer nada por detenerlos. Uno siempre confía en que, lo que trata de enseñar, no quede en palabras vacías que se las lleve el viento. Creo que yo conseguí captar bastante la atención, pero hay casos... y con casos, me refiero a alumnos, que no ponen lo más mínimo por su parte. "Es la edad, no escuchan a nadie" -me dicen, y se supone que eso debe tranquilizarme. Ayer por la tarde finalicé mi actividad y me quedé con una estupenda sensación de haber podido influir aunque fuera un poco, en lo que podrían los chicos pensar acerca de la salud y la enfermedad. Es más, algunos se fueron hasta asustados -las imágenes de autopsias, nunca fallan. Los profesores me dijeron que fue un éxito. Pero aún así yo seguía pensando en aquellas dos ovejas negras que creían que había ido a contarles un cuento chino sin importancia. Pobres. Ellos serán de los que se harán diabéticos y todavía creerán que tienen "azúcar del bueno". 

Mientras daba mis consejos de vida saludable pensaba para mis adentros: si me dieran a escoger entre, dar clase a esta gente y ver 35 pacientes en una mañana... ya estaría poniéndome la bata. Una vez más, la Vida me ha dado la oportunidad de reafirmar cuánto me gusta lo que hago y eso, me hizo sentir... ¡genial! 

[SCRUBS]

10 abril 2013

Confessional

¿Te parecería fácil confesar tus errores?
Incluso ante nosotros mismos, es un rollazo. Primero, por tener que recordar/arrastrar lo que has hecho mal; cosa que no siempre se hace llevadero. Segundo, porque si es digno de recordar, es que ha sido algo gordo y estas cosas son las que, precisamente, más rápido pretendes olvidar. Si eres como yo, a estas alturas habrás solucionado parte de ellos pero como en la teoría del iceberg, queda otra gran parte aún no emergida. Venga, nos ponemos entre tú y yo a pensar en ellos, intenta localizarlos. Echa un vistazo a las páginas de atrás. Sí, alguno aparece. Pero curiosamente, al seguir revisando aún más atrás, me he dado cuenta de que, aquellas cosas que en su momento me parecieron un error, a la larga no lo han sido. Y al revés, aquel chico que tenía buena pinta, terminó saliendo rana y los zapatos que parecían de calidad, se me rompieron al estrenarlos. No es que un chico o unos zapatos los considere errores pero tú ya sabes lo que quiero decirte: que los errores con los que has aprendido algo no han sido en vano.
NOTA MENTAL no besar chicos guapos sin conocerlos ni comprar zapatos de firmas dudosas.

20 marzo 2013

Mi (super)vivencia en el Centro de Salud

Es demasiado bueno como para no escribir sobre ello. 
De hecho lo iré haciendo cada día así que prácticamente esta entrada será kilométrica un poco más larga de lo normal porque son dos semanas de prácticas y en medio, ¡Semana Santa! El Centro de Salud para mí es el equivalente a que te manden a Chipude, La Gomera (población total 199 pers) a hacer prácticas. Lo confieso, soy de esas personas que dudan que haya vida inteligente fuera del hospital porque sí es cierto, y no me lo negarás, que los recursos son menores, la actividad diagnóstica es limitada y ... aquello es un pueblo. Todos se conocen, la gente le dice "sí" al médico y luego hace lo que le da la gana, o vive en el barranco, tienen cabras y vienen con leche de cabra a la consulta, sólo vienen a repetir recetas o sólo vienen a contarte su vida. No me malinterpretes, estas cosas son normales entre los pacientes y el médico de familia y me parece bien que ellos las atiendan (porque yo no tengo paciencia). 
Aquí hago prácticas yo...
Centro de Salud, Barranco Grande - Tenerife

Día 1

Es vital empezar con buen pie. Pero en mi caso no empecé con ninguno porque me tocaron las prácticas en el horario de tarde y justo la tarde de hoy era la reunión informativa del Curso Intensivo Asturias. Todo el año esperando que vengan a hablarnos sobre esto y ahora, ¿iba a faltar? Ni en broma. No es que estuviera demasiado interesada en este método porque en verdad, ya le tenía el ojo echado a otra academia pero es bueno escuchar y lo mejor, darte cuenta de por qué estás perfectamente convencido de que prefieres una opción u otra. No hay que tener en cuenta sólo el precio y los resultados. Pero vamos, que no me personé en el centro de salud, jeeee...

Día 2

Deb arrived at centro de salud 1 hora tarde porque teníamos un seminario de Dermatología pendiente y acabamos más tarde. Hacía mucho calor, iba con prisas, con mil cosas en la mano y llegué como un rayo, con otra compañera, a la consulta del médico responsable. Hay un paciente así que nos dice que esperemos un momento. Cuando me ve, me pregunta que si yo soy M. Le digo que no, que vengo en su lugar (lo típico, M. y yo nos cambiamos los ambulatorios para el que nos convenía más). Me echa la bronca por no avisarle y entonces le digo que hacía una semana que había dado aviso al coordinador de la asignatura y me había dado el visto bueno. Esto al hombre no le gustó mucho. Para colmo, tenía que recuperar el día de ayer y me preguntó si podía venir en semana santa. Le dije que no porque me iba de viaje. Su cara ya no diría que era amable. Aún así me permitió recuperarla más adelante. Me mandó a una consulta de medicina general sin decir adiós. Yu-pi...

La médico con la que estuve era el prototipo de médico de familia que tengo en mi cabeza. Simpática, conoce a sus pacientes y a los familiares de éstos, tiene un recetario de medicamentos que pauta y son siempre los mismos, promueve una vida saludable, le dice a sus pacientes que controlen la dieta y la hipertensión, se lleva bien con la enfermera. Pasé una tarde francamente, muy buena. De hecho me gustó estar allí, puedo decir que aprendí y estar con pacientes... casi siempre es divertido. Tuvimos una urgencia y la cabeza se me puso a trabajar enseguida "tómale la tensión" y voy y se la tomo, "tome esta pastilla" le dice la doctora, agarro a la señora, noto su mano temblorosa, le tomo el pulso y lo tiene por las nubes. ¿Ves lo que veo yo? ¿ves por dónde van mis tiros? Ay madre, no me digas que ahora me va a gustar Urgencias... Esto fue lo más interesante de la tarde, una crisis (porque para la señora lo fue) hipertensiva. Vinieron muchas caras conocidas, incluso una antigua compañera del colegio. Claro, en el barrio todos nos conocemos pero aún así el secreto, es el secreto. Una de las veces la doctora estaba fuera llamando por la lista y asignando el orden a los pacientes en la sala de espera, entró el señor que iba primero y se quedó de pie al lado de la puerta. Le dije que se sentara y me dijo que no. Cuando la doctora volvió a entrar, el hombre se acercó, le dió dos besos y entonces, se sentó. Esto es un pueblo...

Al salir sobre las 8 de la tarde, me encontré de frente con el médico que organiza las prácticas, el "simpático" y al ver que no había huído de prácticas a las 7 sino que me había quedado, vió que realmente tenía interés. Charló conmigo un momento sobre la organización del resto de los días y pude darle una explciación coherente para mi retraso de hoy, mi falta de ayer y mi... 

Espera, ¿y mi libreta roja? ¡No está! ¿en el bolso? no ¿en el maletero del coche? tampoco ¿en casa? no... Nooooo, ¡mi libretilla roja! ¡mi vida! donde tengo escrito TODO, de todas las prácticas, desde que estaba en tercero, no la encuentroooooooooooooooo... ¡SOS!


Día 3

Hoy me tocó el turno de mañana así que a las 08.15 estaba allí puntual como la que más. Estuve con el "simpático", el coordinador de prácticas. No es tan malo... De hecho también me lo pasé bien porque me dejo hacer tooooodas las exploraciones a mí solita. Se fiaba de mi criterioy me explicó un par de cosillas muy prácticas. Pero no me dejó salir de la consulta en toda la mañana. Asi que no fue hasta las 12:15 que no pude volar hasta el otro lado del pasillo y preguntar a la doctora con la que estuve ayer si había visto mi libreta. Y su cara al verme era de... "sabía que en algún momento de la mañana ibas a pasar por aquí" ¡¡¡¡Allí estaba!!!! Mi pequeña, mi rojita, mi libretilla. 

Hoy no fue tan duro, tampoco dió para tanto. Momento cómico: en el momento en que el médico dijo que iba a meter un poco de prisa a la consulta va y aparece en la puerta un abuelito de 99 años caminando a pasitos minúsculos... Las cosas nunca salen como queremos. Pero da igual si sabes ver el lado bueno de las cosas. Al llegar a la facultad, tuve media hora para comer con mis amigas favoritas Z. y Ma. y eso puso un sol en mi día :)


Día 4

Doblé turno para recuperar el lunes perdido. Por la mañana aprendí a sacar sangre aunque no me salvé de ver cómo una mujer que venía a pincharse, salía corriendo en dirección contraria al verme dispuesta a sacarle sangre. Pude pinchar, tomar glucemias, me invitaron a desayunar, aprendí a usar el programa Drago, el de los Centros de Salud y ¡pude hacer yo solita un ECG! Todo esto sólo era posible con una ¡¡super-enfermera!! Enseguida me puso al día de cómo funcionan muchas cosas y con ese acento andaluz que tenía dio por más que satisfactoria una de las prácticas que resultó ser de las más provechosas. Por la tarde... no tendría tanta suerte. 

De hecho, me tocó con una médico un poco pastosa. No sonreía ni por equivocación. Hasta que entró un paciente que era padre de un amiguito de su hijo en el cole y se encendió como los farolillos. Mm, no haré más comentarios al respecto X) Una de las cosas que más rabia me da es que un médico no te deje explorar, como si no confiara en que sepas ver bien una garganta. Claro que la primera vez no sabrás, la segunda y la quinta lo intentarás pero cuando hayas visto 20, seguro que no se te escapan muchas cosas. Pues así iba mi tarde hasta que de repente, una insuficiencia respiatoria entró con un abuelete que estaba reteniendo líquidos como un globo de agua. No sé que fue lo que hice bien, si auscultar una ausencia de ruidos respiratorios o hablar con el viejito o yo que sé. Puede ser que perdiera tiempo con esta urgencia y se viera apurada con los demás pacientes. Encima al dejar la consulta para bajar a Urgencias donde habían llevado al señor para ponerle oxígeno, los que estaban esperando por fuera ¡se atacaron todos! La impaciencia de la gente en las consultas de Atención Primaria es exasperante. Bueno, el caso es que al volver a la consulta, Deb era la segunda al mando, me dio la lista de pacientes y me fui directa a poner orden en la sala de espera mientras ella rellenaba cinco informes al mismo tiempo en un ordenador que se bloqueba a la mínima. No estuvo nada mal, al final.  

Día 5 

¡Viernes! ¡Viernes! Qué energías... hasta que entré por la puerta de la consulta que me tocaba y vi a la médico. Hablaba 10 palabras por minuto, como mucho. Más lenta que un desfile de cojos. ¡Ay señooooor! Para mi bien, tenía "prisa" por ir a un curso a las 12, así que hacía un esfuerzo sobrehumano y decía 15 palabras por minuto. Público variado, alguno que otro con falta de que le atranquen un tornillo, historias más creíbles que otras, de dependencias de pastillas, de chutes de vitamina B12, de depresiones conyugales, de madres ariscas y algunas repeticiones de recetas. Un random day... 

 


Día 6

Bah, hoy no hay nada interesante que contar. Mi compañera y yo tuvimos que hacer un par de casos clinicos y nos despachamos rápidamente. 

Día 7

Efectivamente hoy nos pusimos con el enfermero de enlace, que es el encargado de llevar todo lo relacionado con la asistencia a domicilio de varios Centros de Salud. A primera hora de la mañana, con un sueño que tumbaba a cualquiera, nos explicó de qué iba el rollo. Es algo intuitivo; llevan un registro de los pacientes que por ser demasiado mayores, tener alguna incapacidad física o mental no pueden personificarse en el centro. En Barranco Grande dijo que llevaba alrededor de unos 350 pacientes; en Taco eran casi 400 y había otro par de cientos en otros dos centros más. De la lista escogió algunos de los números que tenía pendientes por llamar, de "primera vez". Llamó y finalmente, había una pareja de abuelos que estaban ambos, confinados en domicilio y decidió ir a verlos a ellos: E. y G. 

Fuimos en coche hasta la casa. Nos recibió su cuidadora formal (pagada). La pareja estaba sentado en unas sillas en un pasillo de la casa que daba al jardín de atrás. La entrevista "de primera vez" sigue el protocolo de la CCAA de Canarias y exige rellenar unos formularios bastante largos acerca de muchas cuestiones como: su grado de dependencia, alimentación, sueño, descanso, ejercicio, acomodación de la casa, etc. Esto lleva 1 hora por persona. Empezamos con Doña G. y a mitad de la entrevista, apareció una de las hijas para que la cuidadora se pudiera marchar como tenían acostumbrado. Luego fue el turno de Don E. 

No sé si fue aquel ambiente cerrado y estrecho, o la ansiedad de la mujer, o el hecho de verlos tan cansados y viejitos a los dos, que uno empieza a entrar como en un aura de vejez y amargura. Imaginé que aquellos fueran mis padres... No, mejor no ir por ahí. La cuestión es que la visión de la senectud me deprimió. Yo quería intentar animarlos, el enfermero hacía milagros para que alguno echara una risa. Pero era casi una odisea. La falta de salud es horrible. No poder valerse ni moverse, caminar o bailar es un gran mal. Cuando salimos de aquella casa, 2 horas y media después, sólo quería echar a andar por el mundo y empezar a llenarme de vida.

Día 8

Hoy tuvimos que hacer... ¡más casos clínicos! Esta vez sobre las actividades de prevención sobre factores de riesgo cardiovascular, algo que podría hacer hasta con los ojos cerrados. No nos llevaron mucho y, cuando subimos a la consulta a entregar los trabajos hechos el "simpático" se sorprendió. Es más, al ver cómo me adelantaba a cada pregunta que nos hacía sobre cómo habíamos gestionado los problemas de aquellos pacientes "caso" se me quedó mirando un poco pasmado. Entonces le dije: "es que me encanta el riesgo cardiovascular" y me contestó "sí sí, ya se te nota".

En la facultad, mi compañera Y. me preguntó si ayer había ido con M. el enfermero a domicilio. Le dije que sí y le pregunté cómo lo había sabido sin que yo se lo dijera. Al parecer, M. había ido a ver otro domicilio con mi compañera, que estaba haciendo las prácticas en otro ambulatorio y le había dicho mi nombre, jejeje :)

Día 9

Al llegar mi compañera y yo por la mañana nos dio a elegir si queríamos ponernos con él, el coordinador, alias el "simpático", para nuestro último día con él y nuestra última evaluación o ir a otra consulta. Con un chiste me libré excusé de semejante cosa y volé a la consulta 1. Lo que yo no sabía es que iría a parar con la joya de la corona: el médico de mis padres y mis hermanas porque sí, nosotros pertenecemos a este ambulatorio. Dije de mis padres y hermanas; no mío -sin comentarios-. Aprendí un par de cosas interesantes como que a los 65 años me van a dar la patada en el hospital y me tendré que jubilar, qué son los nódulos de Schmorl o que los bigotes de Dalí pueden verse en algunas pruebas diagnósticas así como algunas cosillas más. Con el plus de que me invitaran a desayunar. Hoy me trataron como a una princesa. El centro de salud mola.


Día 10

Esto se acaba, señores. Hoy fue mi último día de prácticas en Centro de Salud y me tuve que colocar en la consulta del "simpático", el coordinador de prácticas. Me anticipé y llegué con la ficha de prácticas fotocopiada: punto para mí. Todo tenía pinta de ir como la seda. Pero a lo mejor, la seda es demasiado suave. Los pacientes fueron variopintos; pero aún así, me asusta la cantidad de diabéticos que veo cada día. Recetas, análisis, resultados de pruebas... estas cosas de Centro de Salud. Me dejó explorar todo y todo lo que me preguntó, lo supe responder: otro punto para mí. Pero no podía entregar la copia de la ficha firmada y marcharme como si tal. No... Deb tiene que sacar el hacha y rematar la única cabeza que queda por cortar. 
Anoche estuve dándole vueltas a la cabeza acerca del descontento con la asignatura de Medicina de Familia (de cuyas prácticas hablo en este post). La materia que se da es poco sustanciosa: casi 4 clases hablando acerca de la organización del Sistema de Salud Público Español, una hora sobre trabajo en equipo, otra sobre qué es el cáncer y cómo prevenirlo, otra clase sobre violencia de género... Sin duda esos temas que están en el conocimiento de todos pero que no recogen los créditos universitarios. Con el plan Bolonia (nuestro querido EEES), se ha creado de la nada esta asignatura cuatrimestral que viene a pisar y solaparse con contenidos de otras asignaturas y a dar laxitud a unos temas tan ambiguos como poco productivos, al menos en Quinto de Medicina. Puedo hablar con seguridad, porque soy de las pocas personas que resisten las clases; pero a estas alturas, me lo estoy replanteando. Además, la organización de las prácticas y la distribución de Centros de Salud, tiene algunas pegas. Al despertarme esta mañana sabía exactamente las palabras que utilizaría cuando al terminar la jornada, el "simpático" nos preguntara: "¿qué os han parecido las prácticas?". Lo sabía porque sí. Y así lo hizo. Y todo eso y más le dije. 

Lo reconozco, estaba cabreada. Pero es que ayer me preguntaron en una clase si sabía por qué la dieta mediterránea se llamaba así (y todo el mundo sabe que es por las verduras y el aceite de oliva y los frutos secos). Respondí bien, pero la profesora me dijo que no era así para, dos minutos después, decir que era por las verduras y las frutas que componían la dieta. Esta mañana el "simpático" no tomó de manera muy receptiva que le saltara al cuello con asuntos de las clases que, ni él controla, ni tiene ganas de controlar. Pero es que era el único camino que tenía para llegar al jefe de la asignatura, porque él mismo había dicho que tenían que reunirse. Sus últimas palabras fueron "buengo, venga, que os tenéis que marchar". Creo que al cerrar la puerta de la consulta, cogió mi ficha y si no la tiró al cubo de basura puso en letras grandes rojas: "AMENAZA". No como quien sabe que le pueden hacer daño, sino como el que sabe que decía la verdad.

Si me preguntas qué ha cambiado respecto al comienzo de la rotación por Centro de Salud, no tendría muy claro qué responder a priori. Que me han gustado las prácticas, está claro. Pero que te traten bien no es todo. Si tuviera que poner una puntuación entre 1 y 10 a...
Lo que he aprendido nuevo, daría un 6 a los médicos y un 8 a las enfermeras. 
Lo que me han dejado hacer, sería un 6 a los médicos y un 9 a las enfermeras. 
La variedad de cosas que he hecho (consulta, casos clínicos, etc), un 9 en total.
¿Ves? Daría buenas notas, porque hemos tenido una planificación lógica de los días en el centro. Tengo compañeros de otros centros que pasan incluso por administración, no sé por qué; nosotros podíamos haber pasado por Pediatría pero al parecer, no hay buena relación entre los pediatras de la zona y los estudiantes. Pero, ¿realmente ha cambiado mi concepto de los médicos de familia? No. El "simpático" parece estar convencido de que necesito que me laven el cerebro. A lo mejor lo que ocurre es que nos hemos acomodado al ritmo discrónico de nuestros profesores, todos ellos médicos de Hospitales de tercer nivel y a que, no todo es prevención, hay muchas otras cosas que hacer en los hospitales, después de los diagnósticos. Aún así, claramente un médico de familia conoce a sus pacientes y a las familias de éstos; repiten recetas en piloto automático, desayunan en el bar de enfrente y llevan una vida tranquila cuando no se estropea el ordenador. Llámame crítica, inquieta, exigente, intransigente o petarda. Es lo que hay, guste o no, entre los médicos de cabecera y yo. Sí hay vida inteligente fuera de los hospitales, pero algunos no son el mejor ejemplo de ello.

07 marzo 2013

Dimensiones paralelas

Ahí pertenece, para mí, el extraño mundo de la Otorrinolaringología
también conocido como otorrino, oto, rino, o también ORL
Este post es resultado de un día de perros. No era muy bueno el concepto que tenía de esta especialidad médica, pero ahora lo es menos. Hoy he tenido 5 horas seguidas de seminarios y clase de esta asignatura. Nada lejos de lo habitual si no fuera porque los profesores que nos los dan son especiales. La una porque no es médico sino algo raro, y al otro, porque no se entiende ni de lo que está hablando. Para que te hagas una idea, el esquema mental entre la ORL y yo, ahora mismo es este...
           Lo que pasa es que la bolita de luz debería ser más pequeña. 

También es que parte de la mañana la pasé sometida a un interrogatorio peor que el de la policía: ¿que es el oído? ¿partes del oído externo? ¿para qué sirve? no saben estudiar, sólo memorizan ¿y el interno? ¿qué partes tiene? ¿qué hacen? ¿con qué nervios? si hubiesen respondido eso en el examen, se los hubiese tenido que tachar ¿qué patologías hay ahí? ¿cómo se estudian? van a ser médicos ¿qué es una audiometría? ¿qué mide? ¿para qué sirve? no han estudiado ¿para qué la usamos? ¿y qué es un diapasón? ¿qué es el Rinne? ¿qué es el Weber? ¿cómo se oye fisiológicamente?  ... ...

           Que sí, aprendemos algo. A la fuerza aprende cualquiera. 

Después tuvimos otro seminario sobre reflujo gastro-esofágico y patología laríngea con un profesor que es lo contrario a la anterior. Si con la primera entrabas en cataclismo, con este la clase es como cuando te enteras de que los reyes magos no existen. Respondamos lo que respondamos, los otorrinos parecen tener unas respuestas alternativas (y correctas) para todo ello. Nada de lo que sepamos está completo y por supuesto, todo lo que nos explican es indudablemente general "lo que un médico de atención primaria necesita saber" y "deberían de saberlo ya". No sé yo... Creo que el servicio de otorrino debe replantearse encarecidamente, cambiar su método de enseñanza. Aparte de eso, aquí una servidora será una médico a la que no le importará mostrar sus limitaciones frente al público-pacientes-clientes y reconocerá que, lo que la Medicina puede llegar a explicar es sólo una mínima parte de las preguntas. A aquellos que crean que puede haber más respuestas, que hablen con los de otorrino. Ellos parecen saber mucho. 

PD: así es la consternación otorrinolaringológica. 
 

01 marzo 2013

Se busca

"Servicio clínico en un Hospital de tercer nivel -hospital de referencia, que ofrezca contrato para realizar Residencia durante 5 años. Debe ser limpio, ordenado, multitasking y con recursos. Los componentes del servicio deben ser simpáticos, didácticos, que trabajen en equipo y con una edad media que no ronde los 80 años. El Jefe de Servicio debe ser empático y con aptitudes de liderazgo. Número de guardias por determinar. Se valorará que permita obtención de Doctorado y reciba alumnos universitarios. Interesados ponerse en contacto".  
¿Qué buscar si no, cuando toca saltar de la Facultad al Hospital? 
Si es que quieres estar en uno, porque tranquilamente podrías optar por trabajar en un Centro de Salud y olvidarte de pasar por edificios de más de cinco plantas. Está claro que cada estudiante de Medicina tiene más o menos claro dónde quiere acabar trabajando. Pero después, lo que ocurra tras el MIR puede ser tan distinto... Lo importante es saber en qué sitio encajas mejor, qué tipo de pacientes querrás ver y donde no claramente, quieres acabar. Por ejemplo, acabar en un zulo oscuro viendo radiografías no es lo mío, ¡jajaja! Con todos mis respetos entre mi amigo radiólogo N. y yo. Ya se verá. Antes o después, algún servicio me tendrá que adoptar, ¿no? Espero que cuando llegue ese día, aún quede algo de lo que fue un Sistema de Sanidad viable, aunque tal como están las cosas, lo más sensato parece ser coger las maletas y marcharse rumbo a donde quieras. 

Ayer salía en un periódico de las Islas, la siguiente noticia con el primer planazo de mi profesor de patología digestiva y jefe de Cirugía del Hospital Universitario de Canarias (HUC)... 


Por si fuera poco, en el mismo diario aparecía una foto de nuestra Facultad en plena portada como encabezado de la siguiente noticia...

 
Espero que no llegue el día en que haber estudiado en la Universidad de La Laguna, se convierta en un privilegio y en pasado.

28 febrero 2013

Me inspira


"La vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a bailar bajo la lluvia".  
              Vivien Greene
                                                                      

30 enero 2013

Terrores diurnos

Este ha sido un mes extraño.
Los exámenes me han estado persiguiendo desde que empezase a planificarlos allá por Noviembre. Han sido fechas complicadas, pero como cada año, al acabar me parece que el esfuerzo vale la pena y estamos de acuerdo en que haber sacrificado las Navidades en pro de la carrera, es un mal menor. Cómo me ha ido no te lo puedo decir, no porque no quiera sino porque a día de hoy sigo esperando mis resultados. Ya llegarán. En mi consciencia queda el saber que he dado todo lo que podía dar. Y si no, se volverá a intentar con más fuerza aún. El 2013 empezó a correr hace ya un tiempo pero yo ni me he dado cuenta. Para mí los últimos dos meses han sido un continuo devenir de días completamente iguales, uno tras otro. Sin domingos, sin festivos ni días de descanso. Ahora ya pasó. Ya no más noches sin poder dormir, cansancio, agobio o llantos sofocados hasta más ver. Hoy empiezo mi último cuatrimestre lectivo de la carrera. Se me escapan los años y ni me entero. El próximo - y último, curso sólo tendremos prácticas así que, en los meses que vienen habrá que esforzarse el triple para terminar con el expediente teórico lo más limpio posible. Queda la mejor parte, las últimas asignaturas de la carrera y los últimos exámenes, los últimos terrores diurnos ... al menos hasta que llegue al MIR. Pero eso aún no toca. De momento me sacudo el moho de estudiante y retomo la Vida como si fuera un libro que dejé a medias. ¿Dónde la dejé? ¿Qué habrá sido de ella? ¿Me acordaré de por dónde iba?
Sí, uno siempre se acuerda de dónde aparca su vida y si no, siempre hay alguien que te lo recuerda
La última vez que tenía vida, tenía amigos igual de ocupados que yo con los que ¡estoy deseando juntarme de nuevo para echarnos unas risas! :) Ellos seguramente no se imaginan cuánto les he echado de menos ni lo importante que es para mí haberles conocido. No hay misterios, ellos son unos mejores amigos estupendos y yo no puedo pedir más. Hay excursiones por hacer, tarde de cine pendiente, fiesta ¡con rumbas y a lo loco!, carnavales a la vista, compras y cafés por poner en las agendas... También tenía algo así como un novio; pero al parecer, no era lo suficientemente buena como para competir con sus amigos por sus atenciones, así que me cansé de esa partida y decidí ahorrarme el dinero del regalo por San Valentín, no sé si me explico. 

Como a mitad de mes, mi amigo P. H. me dijo que iba a donar sangre y decidí unirme a él. Chassss, ¡qué día! Todo fue bien pero al terminar de donar e intentar incorporarme, me mareaba así que tuve que estar en esos sillones tan cómodos que hay en Banco de Sangre durante un buen rato. Al segundo intento de levantarme, conseguí llegar a los ascensores para caer redonda sobre mi amigo (una señora que estaba cerca incluso pensó que "nos estábamos dando amor") y terminar aterrizando en el suelo ¡inconsciente! Era la primera vez que perdía el conocimiento, fue una sensación extraña... No me importaría repetirla, pero la próxima vez no delante de los ascensores. Sí, acabé en el suelo sudando como un pollo, con los pies en alto, la cabeza en la pierna del enfermero, una mujer abanicándome y otra enfermera trayéndome la silla de ruedas, las puertas de los ascensores abriéndose y todos asomándose y preguntando qué había pasado. ¡Ay Señooor! Me encantaría decirte que me recuperé en seguida y me marché a casa pero qué va... Las dos horas siguientes me las pasé en Banco de Sangre, con dos sueros enchufados, comiendo papas fritas y una tensión arterial de risa. Finalmente me llevaron a Urgencias, donde acabé con un tercer suero y recuperando mis tensiones habituales. Para cuando mi madre llegó allí, yo estaba en una silla de ruedas en el pasillo de Urgencias, con una manta por encima y agarrando el palito de donde colgaba el suero -vamos, ¡hecha un cuadro! Gracias a mi amigo P. H. que estuvo allí conmigo, incluso cuando fuimos de paseo hasta Urgencias, esos momentos dieron para muchas risas aquel y otros días después. ¡Te quiero P. H.! :)

Este año no hay planes de viajar muy lejos ni muy cerca aunque mi corazón pertenece a Londres y cada vez que me siento en mi mesa de escritorio recorro con la vista las líneas de metro de colores que tantas veces utilicé cuando estuve allí y que decoran mi mesa. Sueño con el día en que pueda volver porque no hay nada igual en el Mundo. Aún oigo en mi cabeza el ...((Mind the gap!))... mientras me subo a un vagón empujada por un gentío cosmopolita. Londres... Pero no que va, este año hay planes diferentes para el verano. Algo menos lúdico y más médico que requiere que me quede cerca y va ligado a mi proyecto de fin de grado. ¡Qué bien suena eso! Claro que también habrá tiempo para pegarse alguna escapada a la isla de enfrente para visitar a la familia y echar una ojeada a sus jugosas tiendas :)

Como ves, ha sido una época en la que han ocurrido muchas cosas entre tú y yo; como no podía ser de otra manera. Y antes de que esto tome aún más forma de diario, te dejo con el retrato de mis añicos pasados, la brisa de un nuevo verano y el sabor del café en los labios. ¡Que pases buena tarde!

11 enero 2013

¿A dónde vas?

       Una de las preguntas metafísicas típicas que casi nadie sabe responder. 
A mi humilde y profana mente, no le preocupan tanto las divagaciones filosóficas a las que puede dar pie, sino más bien la aplicación terrenal de la misma. "¿A dónde vas tú?". Veo algunos amigos vivir sin ton ni son, consiguiendo pequeños logros y sintiéndose cómodos en el conformismo. Luego me veo a mí misma, trepando una escalera interminable de peldaños que me parecen infinitos; y con peldaños muy altos. Por qué no puedo ser yo más conformista; por qué no pueden ellos tener más perspectivas. Me ahorraría mucho esfuerzo, aunque ahora lo pienso y creo que sería un derroche. Todos tenemos mucho potencial, mucho que dar a los demás y aún más por alcanzar. Como me dijo una vez alguien que considero mi casi mentor, hay que hacer "inversiones transportables". A mí eso me sonó a coches caros; pero él era más viejo y más listo que yo. Sabía que, lo que mayor peso tiene, más te estorba en el camino. Sin embargo hay bienes más ligeros, más preciados y más importantes. Como conseguir hacer aquello que te gusta, ser feliz al alcanzarlo y poder transmitir entre tú y yo sólo lo mejor de tí mismo a los demás. Entonces, ¿por qué tanta lucha? Supongo que, de momento, por el gustirrinín de saber que vas tras algo grande, que lo vale.
¡Gracias A.V.!

04 enero 2013

Miradas

Hay miradas entre tú y yo que dicen mucho. Demasiado...
 Pero tal vez sea mejor así. Que sean las palabras testigos omitidos de lo que a veces, más vale no decir.

 

30 diciembre 2012

Reajustando planes

        Yo quería ser cirujana
Tenía madera. Me gustaban las manualidades y se me daba bien el punto de cruz. Era fan de Anatomía de Grey. Tener una excusa para ir todo el día en pijama me parecía un sueño. Pero estando en Medicina me hice (literalmente) añicos la espalda estudiando como una corcovada hasta que se me quebraron los codos y me salió lumbalgia. He desarrollado un temblor en las manos como un tic nervioso que no me deja maniobrar con tanta precisión como antes. Además, me he convertido en una cegata que no enfoca más allá de los 4 metros. Si ya tengo estos achaques antes del MIR, no quiero pensar cómo acabaré después ni de cómo podría resistir esas horas de quirófano. Creo que debería replantearme seriamente esta situación. Sí, lo he decidido. No voy a seguir más Anatomía de Grey. 
No pensarías que iba a descartar la Cirugía por un reúma de nada, ¿no? Además, entre tú y yo, la serie se ha vuelto malísima, ¿no te parece? 

29 diciembre 2012

Pide un sueño

Pídelo sin más. Porque es gratuito soñar. Porque puede hacerse realidad. Porque hacerlo te convierte en mejor persona; abre tus puertas a la oportunidad y a lo que está por llegar. Nunca conseguirás aquello que no está en tu mente. Aún cuando pase ante tus ojos, contoneándose con evidencia, si no está entre tus ideas alcanzarlo, igual de fortuito que llegó se irá. No permitas esto último. No vivas vagabundo de ideas y proyectos. Haz tu lista de propósitos y verás con qué facilidad encaminas tus pasos -sin dudarlo y casi sin quererlo, hacia donde quieres. Sin distracciones ni trucos de magia. Verás qué sencillo es trazar la recta que se extiende entre tus sueños y tú. Pero para eso antes debes formular tu deseo...

18 diciembre 2012

Ausencias

Ya me ha pasado otras veces. Que estando en la calle veo cruzarse conmigo a una persona que es casi idéntica a alguien que conozco y quiero. Gente que está lejos, en distancia y en tiempo, que sólo te regalan ausencia y recuerdos. Quien tuviera un gira-tiempo para poder alcanzarles de nuevo en algún punto del pasado y retomar aquella charla, en aquel momento. Dicen "el tiempo pone a cada uno en su sitio", pero a mí el tiempo no hace más que darme y quitarme gentes. Y luego casi me las devuelve, cuando camino por las calles de ningún sitio y se cruzan entre tú y yo anónimos con rostros familiares. Hoy estoy echandolos de menos a todos ellos.

12 diciembre 2012

¿Suerte o Destino?

Una pregunta con la que entretenerse. Yo llevo ya un rato dándole vueltas como si fuera una bola de nieve, de estas que se van haciendo cada vez más grande y, si te descuidas, te lleva por delante. Si me preguntaras, lo primero que te diría sería que "no sé qué decir". Pero como todo aquí entre tú y yo, da para algo más que eso. Sí, yo creo en el destino. Pero por muchas de las cosas que me han ocurrido; ellas me han llevado a pensar así, a vislumbrar el fino trazo de ese plan. Como me ocurre en otras tantas veces, no puedo explicártelo. Es cuestión de querer creer. Lo que tengo claro es que no me trago que el azar sea tan quisquilloso ni tan malévolamente calculador. Confabular con el Mundo para que encajen las piezas que dibujan nuestra realidad, no es cosa de la suerte. Tampoco es mi intención traer el karma a colación puesto que ese tema se me escapa ya de las manos (salvo cuando está claramente en contra mío). Dulce subjetividad.
Tienes que preguntarte si, cuando te ocurre algo bueno, eres de los que ven algo más allá de la suerte -una señal; o al contrario, un feliz giro del azar. Escojas la postura que sea, el margen de error será el mismo porque, como dice mi hermana E. "no es como la ciencia, que es verdad y punto". Aquí la única verdad es que se juega con nosotros como si fuéramos dados. Lo que vea cada uno será aquello que quiera creer. Pero puestos a observar, ¿por qué no enfocar a lo que puede haber más allá? Porque puede no haber nada; vale... Pero cómo negar la evidencia, cómo no ver encajar esos sucesos que se precipitan y se enlazan y forman un sutil entramado. Somos dueños de nuestras vidas -queremos creer. Pero yo opino que creer en el destino no es despersonalizar nuestra capacidad de tomar nuestras elecciones, sino dar sentido a las mismas. Amargo escepticismo. 
 

06 diciembre 2012

Con otros ojos

 
A veces me gustaría mirar directamente en las personas con otras lentes y a través de ellos averiguar, qué se esconde en las profundidades de su retina. Ver lo que hay en su fondo y más allá, por detrás de la vía óptica. Acomodarme en sus dioptrías y hacer acrobacias con sus ejes. Pero no ha de encontrarse todo esto tras una lente sesgada. Sólo es para aquellos capaces de enfocar correctamente sin fatiga. Y es tan fácil perder el punto focal que al final dudamos de si lo que conocemos es real o virtual. Más de una vez me gustaría mirar en los ojos de los demás y saber qué hay allí. Pero es inútil porque no se ve con los ojos y una mirada entre tú y yo no basta para conocerte. 

05 noviembre 2012

Dijo el sabio

... de mi profesor, claro. 
A quién va uno a hacer caso en estos días de locos donde un estudiante pasea sus pretensiones frente a los catedráticos sin vergüenza. Pues a los más viejos, que a mi parecer son los más sabios. Si a ellos les cambian un protocolo mañana, no dejarán de ser buenos clínicos. No quiero pensar qué ocurriría si eso le pasa a uno que acaba de empezar y decidió hacerlo empollándose un par de guías médicas.  

Hoy dijo una cosa muy graciosa y antes que escribirlo en el anonimato de un post-it escurridizo, preferí hacerlo entre tú y yo. Fue lo siguiente: "En Medicina no hay números, sino personas". ¡Pero nos han enseñado a medir, a pesar, a tomar frecuencias y a contar por minuto, por hora, por día, durante meses! Sin duda tiene razón y eso es algo que a mi mente de ex-cirujana declarada y clínica en potencia no se le escapa. Por eso cada vez que veo un paciente, lo miro. Cuando le pregunto, lo escucho. Y al salir de la habitación me llevo conmigo todo aquello que dijo y lo que no. Los pacientes no son números.

30 octubre 2012

Lo mejor que te da la Vida

¿Es normal sentirse tan realizada con el trabajo?
No sé qué me pasa de un tiempo para acá, pero mi motivación se ha elevado a la enésima potencia. Estudio, hago prácticas, voy a clases y vuelvo a estudiar pensando en lo mismo. Regreso a casa pensando en niños y sueño con ellos. Sí, amigo, otra cosa no... pero mi dedicación a la medicina no me la podrás negar. De hecho está llegando a ocupar casi todo mi tiempo dentro y fuera del hospital, mientras como en la cafetería con los amigos y cuento cada anécdota con los niños, entre clase y clase o en las asignaturas optativas de la tarde. Los niños me persiguen y a mí eso me encanta. Cualquier treta que pueda sacarles una sonrisa para mí es una poción secreta de poder y de ilusión. Por momentos pensé que mis influencias hormonales me la estarían jugando pero semanas más tarde y no en mi mejor momento, me levanto cada mañana como si fuera el único. Creo y afirmo sin miedo, que podría vivir con la Pediatría, casarme con ella e ir entre ella y yo, a por una hipoteca con interés a largo plazo. 

El párrafo anterior te puede parecer la confesión de cualquier persona con trastorno obsesivo pero así es la Medicina y así es lo que te gusta, absorbente y maravilloso. Yo también soy un poco "focused", en cuanto algo me capta, me tiene. Igual que me pasó en Cardiología; que dejó en mi vocabulario habitual palabrejas como cateterismo, arteria obtusa marginal que no sabía que existía o super-favorita.

En una de las guardias, una mamá me dijo que su bebé era lo mejor que le había dado la Vida. No sé por qué, yo la creí. Hoy fue la primera vez que exploré (en primera persona) un recién nacido y lo único que pude pensar mientras lo hacía era que la emoción, la intriga y lo maravilloso de aquello sólo podía ser superado por el hecho de que fuera tuyo.  

Feliz noche de martes ;)



PD: para todos los que echan de menos las chuminadas entre tú y yo, gracias! ;) me estresan al pensar que tengo que escribir más, pero hago lo que puedo, jejeje!

15 octubre 2012

Las dos caras de la Medicina

Sí, tiene dos caras. O más bien, cara y espalda. 
Para los profanos de la vida médica, esto que ven aquí arriba es una sesión clínica, donde empieza cada día, sujeto a la variabilidad de cada departamento, la actividad de los médicos. Los casi-médicos estudiantes también tenemos que asistir aunque hay muchos que optan por pasárselo por el forro no ir. A mí me parecen muy interesantes porque te muestra mucho más de cerca un sinfín de detalles, imperceptibles durante el resto de la jornada. Por ejemplo, te das cuenta de quién lleva la voz cantante y quién le apoya, quién es la oveja negra del servicio, qué pacientes nuevos han venido, quienes se marchan y quienes tienen un síndrome raro que no sale en Wikipedia. Deliciosa rutina para un clínico. Pero no es grande la contribución del alumnado en estas sesiones puesto que nos han programado para permanecer en la última fila, detrás de todos los médicos. Ver, escuchar y aprender es todo lo que podemos hacer, cruzando los dedos entre tú y yo para poder obtener de ello el máximo provecho. Pronto llegará el día en que me sitúe al otro lado y pueda enfrentar cara a cara los debacles diarios. Formaré parte activa ¡y tan activa! en la sólida cadena de la Salud y estos pensamientos me traen grandes esperanzas para mí y mis amigos. Al fin y al cabo, ¿qué prisa hay por ser carne de cañón?