Mostrando entradas con la etiqueta argumento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta argumento. Mostrar todas las entradas

26 enero 2021

¿Vamos a hablar de esto?

Me topé con este mensaje la otra noche al salir del Centro de Salud.
Apareció en una recta, en una carretera bien visible, frente a una guardería.
Me pareció tan chocante que tuve que dar la vuelta en la rotonda para pasar a verlo una vez más. Incrédula de mí. Era reciente, lo sé porque paso por ahí cada día. Ingenua de mí. La gente que vive por la zona es la que yo atiendo en mi consulta cada día.
Para el que no viva en Canarias, ha de saber que nos encontramos en un punto geográficamente estratégico que supone la clave de entrada hacia Europa. Favorecidos por un clima benévolo y unas costas accesibles, somos inevitablemente uno de esos lugares que uno podría soñar para dar el salto al continente. La triste realidad es que recientemente y cada vez más, hay un flujo constante de migrantes cuyo objetivo no es permanecer en estas islas pero que se ven forzosamente varados aquí. En nuestro entorno, abierto y generoso, siempre hemos tenido la puerta abierta al viajero. Siempre hemos sido sitio de paso. Lo dice nuestra Historia.

 ¿¡Y ahora me vienen con esto!? 

Pues me preocupé. Cuando leí ese mensaje me vinieron a la cabeza flashes del Black Live Matters (BLM) y de agresiones callejeras. Supuse que este mal sentir podía ser fruto de las malas condiciones económicas, del panorama nefasto que tenemos de frente en el que las familias hacen estragos para vivir contando euros. Supuse que sería el miedo a que alguien, sea quien fuere, pueda venir a quitarnos lo poco que nos queda. Me dije que no podía ser real, que nosotros siempre hemos sido un pueblo tolerante y simplón. Tan bueno a veces, que parecemos bobos. No puedo creer que entre tú y yo vayamos a dejar crecer la semilla del rechazo y del odio. Espero que no. Por nuestro bien. 

Cuando salí del shock arranqué el coche. Mientras, me planteaba que bien podría tratarse de algún mensaje escrito por algún inconsciente. Seguro. De camino a casa iba escuchando el programa de la radio del momento. Esa tarde la pregunta que lanzaban al público era "¿cuál había sido tu última acción solidaria?" y uno a uno se escuchaban los mensajes de los oyentes contando que habían ayudado a un tal fulano, que habían cuidado a una familia de gatitos, que habían hecho un regalo desinteresado a un tal mengano, alguien había devuelto una cartera perdida...

Así que, para cuando aparqué el coche, ya no sabía si tenía que seguir preocupada o guardar una gota de esperanza para esta gente con la que comparto un trozo de tierra en medio del océano. Espero que el tiempo me de un poquito más de fe en todo lo bueno que podemos ofrecer. 

02 mayo 2020

Sin teclas

Así me quedé la semana pasada, sin ordenador.
Reconozco que ya estaba en las últimas, era cuestión de tiempo.
Pero siempre es un susto cuando el ordenador no te enciende. 
Traté de reanimarlo durante varias horas sin éxito. Finalmente declaré el apagado oficial. Una vez superado el parraque inicial, asumí la pérdida y comencé rápidamente con la búsqueda de un nuevo compañero. Para mi sorpresa, y alivio, vi que no era complicado encontrar bastantes modelos interesantes y disponibles en Canarias, incluso durante el confinamiento. El envío era gratuito en la mayoría de webs. Todo un detalle. 

El comecocos vino cuando tuve que tomar la decisión entre Windows y Mac. He ahí la cuestión. Siempre he sido de Windows y me echaba un poco para atrás pasar al otro sistema por creer que el coco no me da para aprender a usar un nuevo sistema operativo. Lo que verdaderamente hizo plantearme adquirir un portátil Mac fue mi (grata) experiencia con el iPhone.

Tengo un iPhone 7 desde hace 3 años que ya está más que amortizado: me ha acompañado durante un postoperatorio y luego por distintas latitudes, frío-calor, arena y lluvia, le ha caído agua, cerveza y babas, se ha cargado en un aeropuerto, en barco y en tren, ha vivido tanto con funda como desenfundado, en todo este tiempo no ha llegado a ocuparse más del 30% de su memoria y me ha permitido estar conectada con mi familia 24h... yo creo que este bicho no le tiene miedo a nada.

También anduve charlando con los que ya tenían un MacBook, todos estaba contentos. Me convenció que, al preguntarles si se comprarían otro en caso de tener que hacerlo, la respuesta fue afirmativa en todos los casos. Y entonces, otra decisión entre MacBook Air modelo de 2019 y 2020.

Si bien la cuestión económica es importante, el modelo nuevo es significativamente más rentable para la capacidad que trae consigo. Además, parece que hubo un cambio importante en la nueva versión que afecta directamente al teclado y ese es mi punto fuerte: darle a las teclas. Toda la información y más la encontré en este enlace, espero que te sea de ayuda si estás en la misma situación: Applesfera
Para mí todo esto han sido razones de peso para decidirme a entrar en Mac. Sí. Finalmente he sucumbido a la marca californiana. Qué le voy a hacer. Gracias Windows por todo lo que me ayudaste a crear. En adelante, seguiré tecleando entre tú y yo desde mi nuevo MacBook Air 2020.


PD: si necesitas ayuda con tu decisión, escríbeme ;) 

07 julio 2015

Taller de entrevista clínica

Esta semana y la anterior ha habido un silencio (dis)funcional en este blog debido a los cursos que hemos tenido que atender. No lo digo como queja, sino como nota informativa. 
Los primeros días de julio fue sobre el manejo de la consulta de Atcn. Primaria (básicamente papeles que tenemos que conocer y manejar, bajas laborales y otros trámites no faltos de importancia) y estos días ha tocado hablar sobre la comunicación médico-paciente. (¡JA!) Quizás sea la que más me dio para hablar y no pude evitar intervenir alguna que otra vez... Es que si me pides que te cuente cómo sería el paciente ideal, me estás dando mucha cuerda. Uh, a mí dame cuestiones metafísicas. 
El paciente ideal... ¿existe?
Te diría que no. Si no fuera porque ya lo he conocido. De hecho mi tutora y yo tenemos un par de pacientes de los que podemos decir, son ideales. Son respetuosos en todo momento, nunca vienen fuera de hora, esperan su turno, los motivos de consulta son lógicos, no hacen quejas, te comentan su (así, en singular) problema y suelen ser resolvibles, consumen exactamente el tiempo programado para su cita y se marchan sonrientes. Y sanos, claro. Sin abrazos, sin "mi niña", sin regalos. Considero que no pedimos mucho a nuestros pacientes y aún así, este utópico paciente es más raro de ver que un perro verde.

También es cierto que los pacientes esperan que el profesional sanitario que lo atiende, tenga cualidades parecidas: que sea puntual, que vista de manera profesional, que tenga conocimientos, que sea resolutivo, que sepa escuchar y sea empático. Ajam. Uno trata de esforzarse (en mayor o menor medida) para acercarse a las expectativas de nuestros pacientes pero la realidad es que también somos humanos y las características individuales tienen un papel central en todo este proceso de la entrevista clínica. 

Hablamos sobre las expresiones, conscientes o inconscientes, que podemos mostrar durante la consulta. A veces una mirada, un gesto, una ceja más alta de lo que debía, puede decirle a nuestro interlocutor más de lo que pensamos. Pero esto no es nada nuevo. Seguro que tú mism@ tienes la sensación de ser más expresiv@ de la cuenta y que al leer esto has pensado "es que a mí se me nota todo en la cara". (Si no te ha ocurrido no pasa nada, pero ya que estás, me interesaría que pudieras darme nociones de poker face, gracias). 

Un detalle que a mí me resulta particularmente interesante son los guiños entre tú y yo. A menudo la gente me guiña un ojo (mayormente hombres) en contextos muy variados: desde la consulta al hospital, entre compañeros o desconocidos. No me refiero a los guiños en un bar de copas, claro; sino a esos espontáneos, a los que transmiten confianza, un saludo amistoso, un "bien hecho", en definitiva un guiño que he terminado asociando a un sentimiento agradable. Es por esto que a veces me encuentro a mí misma dejando a un lado el pudor y guiñando el ojo al mundo, transmitiendo siempre en un canal de frecuencias positivas. Te animo a que lo intentes y compruebes el resultado. 

¡Feliz noche lectores! ;) ;)

22 junio 2015

Busca

Una de las cosas que me estresaban de las guardias cuando era estudiante, era tener en mi poder el busca.

A mí no me molaba ese rollito de que te llamaran del 35488, o cualquier otro número al azar, y eso fuera el pistoletazo de salida de una carrera sin obstáculos hasta el sitio donde hubiera una parada cardiaca, un señor asfixiándose o semejante panorama aterrador. Primero, porque soy malísima para gestionar los números y segundo, porque tengo un fondo físico algo oxidado. Además, estoy convencida de que si me llegara a pasar eso mismo, empezaría a correr sin saber exactamente hacia dónde y mucho menos en un hospital nuevo (donde casi no sé ni encontrar los baños; con los ascensores no suelo tener problema, hay muchos).

Sin ser paradas cardiacas, quedan todas las demás llamadas al busca que tienen menor nivel de urgencia como puedan ser las de planta y las de urgencias. Y ahí es donde estoy yo. Para mi tranquilidad, sin busca ni carreras. Al estar en urgencias, soy yo la que hace las llamadas al busca y a veces a domicilios (de especialistas que hacen guardias localizadas). Es curioso que antes me preocupara ser la persona reclamada en un busca y ahora me haya tocado ser la que hace las llamadas. Creo que esto me ha dado perspectiva sobre cuándo tengo que llamar y qué reacciones esperar cuando pongo un busca entre tú y yo. La clave es tener un buen argumento

¡Feliz Lunes!
PD: estoy saliente :)

16 junio 2015

Interruptores

(No me refiero a los de la luz).
Hay personas que tienen la necesidad -casi fisiológica, de interrumpir una consulta en curso. No sé con certeza si es debido a una carencia de atención en su casa o simplemente la falta de respeto hacia los demás. En cualquiera de los casos, no lo entiendo. No sé por qué alguien piensa que tiene permitido irrumpir en la consulta mientras el médico está atendiendo a otro paciente (si no es por una urgencia). Igual el problema está en este último concepto. Tal vez el desconocimiento les hace pensar a los interruptores que están ante una urgencia, cuando en realidad es sólo una gripe. 

Mi pregunta es: si ya te hemos dicho que no es una urgencia, ¿por qué sigues interrumpiendo la consulta?. Puede que el paciente al que no has dejado hablar nos estuviera contando la muerte de un familiar, o le estuviéramos haciendo una exploración ginecológica o estuviera llorando por querer quitarse la vida. No pienses que exagero, estos tipos de consultas son más frecuentes de lo que crees. Sé que es cansino esperar tu turno por fuera de la consulta. Pero piensa que no me estás perjudicando a mí, sino a los otros pacientes. No nos quites los minutos entre ellos y yo
Y, POR FAVOR, si ya te hemos atendido no vuelvas a interrumpir la consulta. 
PD: no interrumpas nunca una consulta a no ser que sea una urgencia.

27 marzo 2015

Llevo un diario

Sí, ya sé que esto probablemente no te sorprenda.
Me refiero a un diario personal, que no es entre tú y yo.
No me quita mucho tiempo porque no lo hago por rutina; uno llega a cansarse de las rutinas. Tengo mi documento en el escritorio del portátil y el Google keep en el móvil. Suelo anotar frases sueltas que se me ocurren, a veces sólo algo que escucho en alguna serie o que me dice un chico mono. Estos días de aburrimiento me ha dado por echar un vistazo al principio del archivo. Hay titulares de periódicos, párrafos de La sombra del viento, incluso algunas líneas que escribí mientras viajaba en barco. (Las frases célebres del Dr. Cox de [Scrubs] las tengo en una carpeta aparte, no tienen desperdicio xD). 

Hoy he querido rescatar y compartir contigo las frases del chico mono. Fueron un SMS (¡qué tiempos!). No sé si él leerá esto o si eran de su propia cosecha. Lo mismo me da. El caso es que no quise deshacerme de ese mensaje cuando pasé del teléfono bloque al smartphone. Por si te lo preguntas, el chico no es de esos que ha caído en mi agujero negro. Simplemente se marchó de Tenerife por estudios-trabajo. Me pregunto si se acordaría de mí si nos encontrásemos por la calle un día. Whatever... aquí van sus frases:

Por si aún dudas la seriedad de llevar un diario, te dejo un enlace: LINK.
¡Pasa una feliz tarde!

18 abril 2014

Malas noticias


Me gustaría dedicar una entrada del blog, porque creo que la merece, a las malas noticias. 

No las que escuchamos en la radio o vemos por la tele todos los días. Me refiero a aquellas que ocurren entre tú y yo, a los que tenemos cerca y a los amigos. Vamos por la vida tan ofuscados pensando en nosotros mismos, en nuestros, nuestros, nuestros, que se nos olvida preguntar a los demás. No me digas que a ti no te pasa, porque a mí sí. Y ahora mismo reconocerlo me da vergüenza. Cómo puede pasar el tiempo sin que te enteres que a una persona que tienes tan próxima, le ha pasado algo tan terrible. Recientemente me han contado varios casos que afectan a compañeros míos, cercanos. La reacción fue todas las veces la misma. Me pregunto cómo pude tropezármelos en el pasillo de la facultad y no notarlo, ver mensajes de ánimo y no sospechar nada, cómo olvidé preguntarles... ¿cuándo dejé de interesarme por el mundo? Después de meditar cómo he podido dejar de conectar con personas que tenía tan cerca y consideraba amigos, de excusarme estúpidamente en todas las cosas que he tenido que hacer (como si ellos no las hubiesen tenido que hacer también) y lamentarme por no haberme dado cuenta de nada a tiempo, viene la peor parte: ¿Qué hacer ahora?   

Lo más fácil es no hacer nada, dejar las cosas como están. Me pregunto qué necesidad tienen esas personas de estar reviviéndolo una y otra vez. A mí no me gustaría vivir un drama personal a cuentagotas, sería una tortura que se prolonga en el tiempo. Me reafirmo justificándome con que mi relación con esas personas -compañeros de clase, no es tan íntima como para comentar con ellos sucesos tan privados. ¿Qué es lo mejor? No lo sé. Probablemente no sea el camino más fácil; pero como en tantas cuestiones de la vida, ¿quién sabe? A veces es mejor dejar fluir las cosas y, si se da la oportunidad, dejar mostrar nuestra buena voluntad. Mi apoyo y mi comprensión ya los tienen... aunque no lo sepan. 

No quiero con esto quedar como una persona maravillosa que se preocupa por los demás, que lo soy, que no es el caso. Al contrario, busco un poco de paz para mi conciencia; que me digas que a ti también te ha pasado, que me des la razón o eches por tierra mi teoría, en definitiva tu opinión. Yo también soy una persona que ha sufrido pérdidas (¿quién no?), que ha llorado por los míos y padece -como todos, los latigazos de nuestra existencia. En definitiva, las malas noticias son parte del telediario para mí y para ti. A veces se me olvida. Pienso que somos inmunes porque yo me siento así. La juventud derrocha energía y se ríe de todos. Infeliz inocente.    

16 abril 2014

¿Por qué entre tú y yo?

Hay personas que escriben muy bien. He tenido la oportunidad de leer fragmentos que han escrito para ellos mismos o para nadie y me han encantado. Ellos lo saben. Una persona con talento no pasa mucho tiempo en la sombra. Yo escribo porque tomo mucho café. A solas. En esos momentos del día me gusta sentarme y leer tranquilamente. Sí, soy muy tradicional. Por eso mis posts son cortitos, lo que me dura un barraquito (o un café bombón, como quieras llamarlo). A veces yo misma estoy tan cansada de la misma rutina de siempre y los agobios ya habituales, que dudo que lo que pueda escribir te pueda gustar. Pero te lo cuento porque al hacerlo dejo la ventana abierta a mis ideas más creativas que, en un día cualquiera, tengo encerradas bajo llave. Y me digo, ¿qué hay de los demás? En la era de los móviles, del café para llevar, de lo rápido, de las fotografías que se publican sobre la marcha, ¿dónde encontramos eso que nos da la lectura? Me dirás que una imagen vale más que mil palabras y yo te preguntaré, ¿por qué omitir las mil palabras entre tú y yo?     
        ... ¿un café?

13 abril 2014

Working Day


Hoy he decidido ponerme con la redacción de la memoria de mi Proyecto de fin de grado (PFG). No sé si más atrás te conté de qué iba: sobre el suicidio, desde el punto de vista forense, no psiquiátrico. Acoté mi búsqueda a los que habían ocurrido en la Isla de Tenerife, y sólo en los últimos 4 años. En total, han sido casi 300 casos que, entre tú y yo, han sido 300 archivos para leer. Sí, he leído mucho últimamente. He visto casos interesantes y he podido involucrarme un poquito en la Medicina Legal, que siempre fue mi primera opción. Lástima que no tenga salida MIR y que finalmente haya optado por prestar mi atención a los vivos. En cuanto a los informes forenses... los hay más o menos completos, dependiendo de quién lleve el caso claro está. Tal vez, lo que más me ha llamado la atención ha sido lo rápidamente que puede contarse un suicidio. Apenas unos párrafos. Tenía o no familia, se le murió un hijo, había roto con su pareja hacía poco, tenía una depresión conocida desde hacía un año, se encontraba solo, bebía mucho, estaba en tratamiento, alguna vez amenazó con que lo iba a hacer... y en esto que un día lo hizo. No le lleva muchas averiguaciones al médico forense, determinar que una muerte ha sido por suicidio. Suele estar claro, más aún cuando se ha dejado una nota de suicidio. Las he leído. Creo que ha sido lo más trágico y bonito que he leído nunca, mejor que en cualquier libro. Me da un escalofrío al pensarlo. Me encanta mi trabajo. Ahora sólo queda ponerme manos a la obra y hacer parecer que mis resultados tienen algo de sentido. 
¡Allá vamos! Feliz Domingo :)   

28 abril 2013

Punto y seguido

Es difícil abrirse a una hoja en blanco. No sabes qué forma podrás darle a esa hoja y mucho menos, pensar qué puedes esperar de ella. El escritor de notas es el mártir de las palabras mundanas, sólo escribe lo que lleva en el bolsillo y pocas veces, eso le reporta algún beneficio. Entonces, ¿para qué escribir? Porque hay muchos tipos de personas en el mundo y algunos decidimos exprimir nuestra imaginación a cambio de unas frases que pueden decir quién somos, o no. Incluso aunque esas palabras nos definan hoy, no es seguro que puedan hacerlo más adelante. Estamos en constante cambio. Nos adaptamos al mundo que existe entre tú y yo. Vemos lo que los demás aunque, lo que pensamos se escribe automáticamente en una hoja en blanco. Unas veces nos gusta exhibirlo; otras, mejor no mostrarlo. No esperamos que nos entiendan pero, ¿quién pretende semejante despropósito? Somos el amigo sin invitación, la puerta sin cerrojo, la voz anónima de la calle. Nadie nos mandó llamar, pero aquí estamos, ocupando hojas en blanco y llenando espacios con garabatos de palabras.

10 enero 2013

Lo más difícil

Uno trata de vivir manteniendo el equilibrio. Al mínimo cambio, tratamos de compensarlo rápidamente para que ello no nos reporte malestar o nos lleve a una situación muy temida entre mortales... la adaptación, la aceptación, la transigencia. Tendemos a pensar -creo que con algo de acierto, que los viejetes son los que más difícil lo tienen a la hora de adaptarse a las novedades que les da el mundo. Pero qué hay de nosotros; acaso no nos cuesta también, poner en marcha el ajuste que ha de solucionar cualquier desequilibrio. Como el blanco existe para contraponerse al negro, y resulta que te gusta tanto el negro, que te olvidas de que el blanco es parte de la gama de color. Puede que hoy te pase como a mí: que no sepas reconocer dónde se encuentra tu desequilibrio y sea otra persona la que tenga que chivártelo. Y esto es un mal rollo. Primero, por no saber reconocer las parcialidades de tus inclinaciones y en segundo lugar, por tener que darle la razón a la persona que sí las sabe ver (háganle hueco a mi orgullo). Mi consejo entre tú y yo es que tengas cuidado con los defectos y los excesos con el complemento de nombre que quieras detrás. Lo bueno es que, una vez identificado, puedes poner el contrapeso apropiado, si quieres... 

08 enero 2013

L'arte

Recientemente, estando en medio de una conversación sobre tópico artístico, me percaté de una gran verdad. Hay situaciones en las que no nos preocupamos por saber qué buscamos aunque intuitivamente, algo nos lleva hacia ello. Es como una fuerza superior. Un gusto exquisito o una selección de lo que nos gusta y lo que no, de entre un montón de cosas. En mi caso sin cuestionarme por qué, he desarrollado afinidad por el cine que suena a música, los musicales, el ballet o la música clásica. El qué busco, no me lo había planteado hasta ahora. Si me hubieses preguntado hace una semana te hubiese dicho que entretenimiento, canciones pegadizas, distracción, diversión. Pero contándole a esta persona acerca de lo que podía esperar de una obra musical que yo había visto, me sorprendió con un franco "porque al final, lo que uno espera ver es arte". Ganas de ARTE. Esa era la verdad. Que enmascarado bajo una selecta criba de lo que me gusta, se encuentra lo que realmente me apasiona y que no es otra cosa sino el arte. El arte congelado o en movimiento, que dura un segundo y persiste por años, que canta, baila, te enamora y te desgarra, con un sinfín de sentimientos universalmente compartidos porque entre tú y yo, "Si nos pinchan, ¿acaso no sangramos? Si nos hacen cosquillas, ¿acaso no reímos? Si nos envenenan, ¿acaso no morimos? Y si nos agravian, ¿no debemos vengarnos? Si nos parecemos en todo lo demás, nos pareceremos también en eso". El arte es sólo la expresión de lo que tenemos dentro; al aire, sin límites. Ser testigo de una muestra del mismo es creer posible que nuestras ideas gocen de la misma libertad. Y conseguir eso no tiene precio.  
Una pequeña muestra, ¡haz clic en la imagen! :)

13 diciembre 2012

Miedo

Creo que nadie pasó nunca tanto como Luke Skywalker cuando Darth Vader le dijo que era su padre. Gran poder el Miedo. Y pobre Luke, porque aquel día casi acaba con él y se lo lleva al otro barrio lado oscuro de la Fuerza
Y sin embargo el miedo sigue siendo un mal que nos persigue, nos espía y nos asalta a cualquiera de nosotros en cualesquiera que sean sus circunstancias. No podemos vivir con él pero tampoco sin él. Aprendemos a qué tenemos miedo y lo hacemos parte de nuestra existencia. Convivimos con él y tratamos de evitar a toda costa el detonante que nos haga saltar y nos ponga en evidencia mostrándonos sólo entonces, lo vulnerables que somos. Pero nos olvidamos así de que el miedo es un gran aliciente; el impulso que, muchas veces, necesitamos para establecer la diferencia entre un hecho en potencia y nuestra realidad. Y qué si el miedo está apostado entre la felicidad y tú, ¿acaso le vas a dar tregua? Mi consejo es que no te detengas, que cada minuto del resto de tu vida, luches. Porque al enfrentarnos a nuestros temores estamos dando el primer paso en el camino correcto hacia nuestro propósito. Y porque el sabor de la victoria que puede encontrarse al otro lado de esta oscura cortina de humo supera -seguro, con creces, el amargor de la incertidumbre y el escozor de la vergüenza -ambos pasajeros. No des tiempo al miedo; no le permitas entrar; no dejes que te meta el miedo en el cuerpo. Como me gusta decir y aconsejo siempre, "Make it happen". Sabes que va por tí, amigo P., junto con un gran abrazo ;) 

12 octubre 2012

Las edades de la inocencia

Nadie nos dice cuándo decidimos creer o no creer. Un día los acontecimientos se precipitan y dejan en tus manos la respuesta. Y ésta nunca es tan sencilla como creer o no creer, sino aceptar vivir la fantasía, hacer de los sueños la norma de tus días y abandonarte a la ilusión sin remordimientos. Acaso existe un ser más feliz que un niño; uno de cinco, venticinco o cientocinco años. Yo creo que no. Pero la realidad no está de acuerdo conmigo y juega despechada con nuestras aspiraciones, cercándonos como una goma elástica que nos da un ligero margen y con las mismas, nos hace retornar al eje. Allí nos quiere a todos, arrinconados en un lugar olvidado junto a la imaginación y los polvos mágicos de hada. Cruel existencia, nos enseñas a amar una utopía para más tarde arrancarnos sin piedad todo rastro de inocencia. No por ello quieras crecer muy lejos. Cuídate de la sensatez y huye de la prudencia. Haz de cada amanecer el prólogo de un nuevo cuento. Entre tú y yo hay más de lo que a simple vista se ve. Magia; nos rodea, nos envuelve... ¿no lo sientes? Cierra los ojos y ve.

16 septiembre 2012

Círculos


A veces -ilusa de mí, intento creer que no pertenezco a un círculo concreto de personas, a un lugar o a un gremio particular. Me encanta pensar que soy tan chachi como pretendo ser aunque en el fondo entre tú y yo sepamos la verdad. Que soy lo que soy y soy de esas personas. Por supuesto me encanta que gentes de otros sitios tan variados como sea posible, pasen por mi vida y dejen su huella en ella. No sabes la cantidad de cosas que se puede llegar a aprender simplemente conociendo lo que hay más allá de la puerta de tu casa. Lo divertido, instructivo y útil que es, sólo es comparable a lo increíble que supone salir y descubrir Mundo. Por supuesto salir también te permite valorar lo que tienes y darte cuenta de cómo de implicada estas en tu propio círculo. Parte de la emoción supone saber si en la próxima calle vas a encontrar a un gilipollas sin remedio o a la persona más exótica que hayas conocido. En Santiago tuve una racha de buenas vibraciones y buenas gentes. No puedo sino alegrarme por haber encontrado allí a todos aquellos desconocidos a los que ahora llamo amigos, a médicos, peregrinos, gentes de Galicia, del extranjero y en definitiva, viandantes de este Mundo que nos da tantas posibilidades. A veces salir de tu círculo resulta una experiencia enriquecedora y no por ello olvidas quién eres ni de dónde vienes.   

24 julio 2012

Una sonrisita para mí

No en vano se dice que la cara es el reflejo del alma, ¡y tanto!
Pocas veces ésta no evidencia un estado de ánimo; sólo ocurre con los militares, creo. Claro que no siempre representa la realidad; pero ocurre igual que con las palabras, no siempre estas dicen la verdad. Lo que cuenta es que, al otro lado del espejo se dibuje una sonrisa al mirarnos. Proyectar sonrisas atraerá más sonrisas y a saber qué podría ocurrir entonces; casi cualquier cosa, porque no hay nada más poderoso que llevar una sonrisa por dentro y por fuera. Una sonrisa entre tú y yo contagiosa, edulcorada, chisposa, dulcemente maliciosa, victoriosa... ¡una cualquiera y todas ellas! Una sonrisa transmite sólo lo bueno porque nace de ello, se regocija y vive para ello. No dejes para mañana aquello que te pueda hacer sonreír hoy. Y si no lo consigues, alégrate pensando que la Vida te da cada día la oportunidad de ser feliz.

¡Hoy píntate una sonrisa!

20 julio 2012

Hoy toca estreno

 ¡Nos vemos en el cine amigos!
Si te preguntas cómo me pueden gustar películas como esta te diré que no sólo me gustan, ¡¡me encantan!! No tanto por el tema, si bien disfruto con una buena trama de acción, sino más bien por la dirección. En general todo lo que haga Christopher Nolan me encanta. A ver si un día de estos le cae el Oscar que se merece por darle a mi héroe favorito la talla que merce y por no contar las cosas del modo más simple. Si no sabes de lo que hablo, te recomiendo que empieces por aquí...

Entre tú y yo, no te defraudará. 

10 julio 2012

La vuelta al Mundo

Hay aspectos serios y no serios en nuestra personalidad. 
O unas cosas que cambian y otras que no lo hacen. 
Hay quien es cabezota y con el tiempo se doblega (o lo adiestran), a otros nunca le gustó la música clásica. Hay quien nació soltero y vivió feliz junto a nadie comiéndose todas las perdices; y hay a quien le va el deporte de riesgo (y por eso se casa). No podemos evitar que el Mundo cambie y que nosotros también lo hagamos. Sin embargo nos reconocemos a lo largo del tiempo dentro del mismo cuerpo que nunca es el mismo, por querer creer que nuestra persona una vez forjada (durante la adolescencia, o más tarde en el caso de los hombres) se mantiene igual para siempre. No. Todo el mundo cambia. Aunque hay cosas que nunca cambian. ¿Tú lo entiendes? Yo tampoco. 

El otro día mi hermana estaba hojeando un libro: "Los 501 lugares que no puedes dejar de visitar". Yo, como toda buena estudiante de Medicina -competitiva sin límites; la reté a que me hiciera preguntas a medida que fuera pasando las páginas. Lo que empezó como una idea boba pasó a ser una idea divertidísima. Mi hermana se motivaba buscando preguntas de los 5 continentes y algún que otro océano y yo, me machacaba los sesos buscando entre la papilla el lugar donde había dejado todo mi conocimiento previo a la Medicina. Nunca hay que escatimar en culturilla. Poder seguir aprendiendo más cada día es uno de los mejores regalos que nos da la Vida. Nombres de capitales, reyes o castillos, cuál es el edificio más alto del mundo, los lagos más grandes de Estados Unidos, por dónde se extiende la Gran Muralla China, cómo es la bandera de Nueva Zelanda, por qué es famoso el Mar Muerto, el idioma oficial en Túnez... dos palabritas mágicas y a Deb se le activa el botón secreto de los sueños. Y entonces recuerdo que me encantan los viajes porque son experiencias apasionantes y que, si pudiera dar la vuelta al Mundo, no me lo pensaría dos veces. Supongo que los sueños entre tú y yo siempre nos acompañan ajenos al resto de cosas de nuestra vida, impertérritos, atemporales. Ahí están, hasta el día en que te atrevas a perseguirlos y convertirlos en tu realidad. 

Las dos palabras mágicas son ¡Buen Viaje!       

03 julio 2012

¿Adoptas a tus amig@s?

Un amigo me dijo que no podía evitar hacerlo con aquellos que más le importaban. Obviamente, no tengo problema en entender esa actitud, pero me rechinan los dientes al ver su resistencia a creer que eso no es lo más acertado. No exenta de complicaciones me he visto obligada a aprender a la fuerza, que no podemos apadrinar a nuestros amigos ni evitarles los errores.
Adopté completamente a mi mejor amiga hasta el punto de hacer las cosas por ella. 
Y ese fue mi mayor error; convertir mi rol de hermana mayor en mi actitud ante la vida y ante mi mejor amiga. No puedes vivir dos vidas, la tuya y la de tus amigos. Ni comenter el doble de errores, los tuyos y los suyos. Evitar el golpe de los demás, por mucho que los queramos, no es saludable para ellos. Porque al mismo tiempo que les evitas la caída, les privas de aquello que debían aprender mientras lo hacían. Sólo puedes estar a su lado; escuchar, no como un padre sino como un amigo, que es todo lo que ellos necesitan que seas. Puedes ayudar, pero no por tomar parte activa en el proceso de solucionarle los fregados vas a resolverle nada. Lo más probable es que termines tan liado por el asunto como tu amig@. En las contadas ocasiones en las que al intervenir resultes útil y consigas una victoria para ellos, serás el protagonista de su agradecimiento y quizá, su reconocimiento por un tiempo. Pero, sólo le habrás enseñado a darte las gracias. Y el mérito que debían saborear ellos al madurar, te lo llevas tú.
Mi amiga se acostumbró a cuestionarlo todo y a consultar(me)lo todo. Hubo muchas cosas que quise hacer por ella, porque la quería. Y las hice. La nuestra fue una amistad de desiguales. Ella me veía demasiado arriba y yo sólo era capaz de sentirme satisfecha por ser importante para ella. El día que todo termino entre ella y yo, se lo llevó todo. Mis triunfos, mis consejos y todo lo bueno que le había dado, dejándome ante la soledad que acompaña a las dudas. Sólo al caer de nuevo en el mundo de los mortales vi el error que había cometido.

29 junio 2012

Campamento de verano

No. No tengo pensado trasladarme al monte y menos con este calor asqueroso. Porque las acampadas nunca fueron lo mío y porque... ¿allá arriba hay wifi?
El campamento para Deb se limita a la casa. Con tres hijas, mi madre no puede tolerar que no nos convirtamos en mujeres de provecho mientras ella viva. Sí, mi madre es de la vieja escuela. Con el cambio de los tiempos se ha ido adaptando así que ahora simplemente se defiende diciendo "nunca está de más que sepas...". Sigue la frase con cocinar, planchar, limpiar, fregar, barrer, poner la lavadora... lo que quieras. Desde el primer día de vacaciones nos mete caña. Y además aprovecha tanta ayuda para hacer las tareas más pesadas como cambiar las fundas de los sillones, reorganizar altillos, lavar toda la ropa de cama y demás.

Lo que más me gusta es el momento cocina. Me engatusa para preparar un plato que me gusta y mientras vigilo que no se chamusque al fuego me inquiere preguntas del tipo:
   - "¿tú cómo lo preparas?" o "¿tú qué le echas?";
   - yo respondo con un "yo que sé, ¿orégano?".
   - Entonces ella dice "no no, mejor perejil".
   - Yo digo "pero es que a mí me gusta con orégano".
   - Ella sentencia "ya, pero es que eso lleva perejil".
Astutamente termino haciendo mi plato a su gusto. Pero ya estoy acostumbrada a transigir. Entre ella y yo es mejor así; menos bronca para mí y platos mejor sazonados para ella. Recuerdo que la quiero y la hago feliz haciéndola creer que estoy procesando lo que me cuenta aunque en el fondo, me da un poco igual el orégano y el perejil. Es que mi madre... requiere mucha atención y energías. Obviamente, no todo el monte iba a ser orégano. 

¡Feliz Viernes!