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10 abril 2013

Confessional

¿Te parecería fácil confesar tus errores?
Incluso ante nosotros mismos, es un rollazo. Primero, por tener que recordar/arrastrar lo que has hecho mal; cosa que no siempre se hace llevadero. Segundo, porque si es digno de recordar, es que ha sido algo gordo y estas cosas son las que, precisamente, más rápido pretendes olvidar. Si eres como yo, a estas alturas habrás solucionado parte de ellos pero como en la teoría del iceberg, queda otra gran parte aún no emergida. Venga, nos ponemos entre tú y yo a pensar en ellos, intenta localizarlos. Echa un vistazo a las páginas de atrás. Sí, alguno aparece. Pero curiosamente, al seguir revisando aún más atrás, me he dado cuenta de que, aquellas cosas que en su momento me parecieron un error, a la larga no lo han sido. Y al revés, aquel chico que tenía buena pinta, terminó saliendo rana y los zapatos que parecían de calidad, se me rompieron al estrenarlos. No es que un chico o unos zapatos los considere errores pero tú ya sabes lo que quiero decirte: que los errores con los que has aprendido algo no han sido en vano.
NOTA MENTAL no besar chicos guapos sin conocerlos ni comprar zapatos de firmas dudosas.

22 junio 2012

¡Bolso!

Si es la primera vez que entras en este blog te parecerá que siempre esté hablando de bolsos; pero es que lo que me pasó hoy tiene que estar escrito en alguna parte porque fue muy divertido. 
Esta mañana salí con mi madre a mirar tiendas varias, a desayunar en IKEA y a sentarme en su sillón EKTORP -anhelo de mis fantasías (sin comentarios). El caso es que acabamos en una tienda de ropa; y bolsos. Me acerqué a unos estantes donde había una variedad de bolsos de fiesta y me acordé que necesitaba uno para combinar con el traje que iba a llevar a la boda de mi amiga K. en Septiembre. Había unos cuantos que eran de idéntico color pero eran o muy rígidos, o muy brillantes, o con unas flores que rayaban la horteridad así que seguí dando vueltas por la tienda hasta que, en el interior, di con otro estante y allí, encontré mi bolso ideal :D 
Era perfecto. Llamativo pero discreto. Pequeño pero práctico. Y el color, ¡juraría que el mismo!
Se lo enseñé a mi madre que dió curiosamente su aprobación (vaya, por una vez estamos de acuerdo) y me dijo que me lo colgara del hombro frente al espejo. Al ir hacia allí, vi que había una madre con su hija en la cercanía y pensé que seguramente se reirían al verme con un bolso tan original. No dijeron nada. Y yo estaba tan contenta con mi hallazgo que poco me importaban las miradas de los demás. Mi madre, como siempre, me dijo que me lo pensara mientras ella seguía mirando lo que le quedaba de la tienda. Así que decidí llevármelo en la mano y pasearlo por toda la tienda, detrás de mi madre, cantando sus alabanzas a proa y a popa. "Pero mira qué práctico", "tiene hasta un bolsillo interior", "me encantan los adornos que se mueven al caminar", "es que los otros son demasiado rígidos y no me cabe nada dentro"

Cuando mi madre se cansó de mirar (o de aguantarme la cháchara) fuimos a la caja. Estaba rebajado, así que con mayor razón era el bolso perfecto. Fue entonces cuando, en el momento en que le damos el dinero a la dependienta se acerca una clienta (¡la que estaba en el espejo con su madre!) y le dice a la dependienta "Perdona, ¿me puedes decir cómo se abre el bolso?". Yo pensé -al tiempo que mi madre y yo mirábamos hacia ella- "Qué tonta, no sabe abrir un trist...". ¡Ouch! Allí estaba ella, con el mismo bolso que el mío, en otro color. 
I can't believe it! :O 
Entre tú y yo, creo que tengo razón cuando digo que las personas con estilo vamos marcando tendencias, yeah! jajaja!

Algún día yo también tendré mi sillón ektorp... Es que me encanta *.* Un rinconcito así para escribir puede ser ¡el mejor lugar en mi mundo!

02 abril 2012

¿Dónde está Deb?

 
Pues dónde va a ser... 

Por si tenías alguna duda al respecto, te lo chivo: ¡en la biblioteca! Wow, ¡qué casualidad! como la semana pasada... y la anterior... y en carnavales... y en enero... y en los últimos cinco años (vale, ya paro porque entre tú y yo esto está sonando a estrés peritraumático). 

Siento no actualizar el blog tan a menudo como quisiera pero ¡ey! ya sabes, tener vida te quita mucho tiempo. Además hay que hacer hueco para llevar los apuntes al día, llevar lo que falta a imprimir, pintarme las uñas, buscar novio, comprarme zapatos, quedar con las amigas, llevar el portátil al técnico, ver un par de películas que tengo pendientes, recoger la selva que un día llamaba habitación, regar mis plantas... no estrictamente en ese orden, por supuesto; aprecio mucho mis orquídeas, ¡jajaja!
En definitiva, estoy aquí. Siempre cerca de ti pero no en el SPAR.
Y ya que estamos aprovecho para desear unas ¡Felices Vacaciones!  

14 noviembre 2011

¿Qué llevas puesto hoy?

A veces, ponerte lo primero que encuentras no es recomendable. 
Aunque tengas mucha prisa. Aunque todavía puedan verse en tu cara las marcas de la almohada.

Puedes pillar una mala combinación, sobre todo después de 4 días con todo patas arriba y cubierta por mugre de estudiante de medicina. Desastre si tienes que combinar los calcetines de pijama con unos zapatos nuevos. No importa. Te das la vuelta y coges una rebeca. Era esto o el traje negro de fiesta del fin de semana. Miras al frente y tu reflejo te recuerda que te quites el coletero del pelo. Catástrofe total, aquello no tiene forma ni modo. Miras abajo y te das cuenta de que la camiseta dice Gran Canaria, tiene el dibujo de tres perros y lleva manchas de pintura. Maquillaje, ¿y para qué? ni intento buscarlo pero sí que rebusco en el cajón un par de gafas tan oscuras que sean negras. Peor si además tienes una hermana que está encantada de tener la cámara a mano en momentos así. Qué menos que echarle una pose a la vida y... ¡vamos, que llegamos tarde! Con tan mala suerte que, cuando sales por la puerta de tu casa te tropiezas con la vecina del primero que hace tiempo que no ves y te echa un repaso visual para ver qué tal te trata la vida (Pues, bueno... ya ves). Contienes la risa. Miras a tus hermanas y ves que ellas también contienen la risa. Salimos del edificio y nos cruzamos con unos obreros. Corro hacia el coche; lo abro; entro; ya estoy a salvo. 

Entre tú y yo, esto era lo que llevaba puesto hoy. Normalmente no soy tan hippie ni uso camisetas de guiris ni me creo que los lunes puedes llegar a tiempo pero hoy me quedé dormida...

No dejes que te pase a ti,
¡feliz Lunes!