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04 abril 2015

Cómo sobrevivir al MIR - parte II (el altar de las causas perdidas)

La sensación de hacer el MIR es, en primera instancia, liberadora y gratificante. Te das todas las palmaditas en la espalda que crees que te mereces y más. Saltas de alegría y lloras de felicidad. Reconócelo, llegar hasta ahí tiene mucho mérito. 
Lo que te dure el subidón depende de cada uno. En mi caso fue una noche. Lo justo para disfrutar de un par de copas y volver a casa, meterme en el pijama y forrarme de mantas (en Madrid estábamos bajo cero). Dormí unas 3 horas en las que no noté ningún descanso. No había amanecido cuando en mi cabeza empezaron a acuchillarme, casi literalmente, todas las preguntas dudadas (que fueron muchas). Las horas siguientes fueron un infierno. Mi compañeras de piso se habían marchado a pasar el día fuera por motivos varios y no estaban en casa. Yo me debatía entre meter la plantilla y ver mi estimación, pasar de todo y salir de casa perseguida por todas esas preguntas, llamar a mis padres, coger un cubo para vomitar y al mismo tiempo, mirar si había en el piso algo de soga para ahorcarme. 

Futuros opositores MIR, sé que les gustaría oír cuantos consejos sean posibles. Pero la verdad es que no tengo la clave para poder sobrellevar esos momentos, simplemente hay que sufrirlos pasarlos.
A mí me dio un ataque de llanto. Lloré y lloré. Como nunca antes había hecho. Le dije bye a mi primera opción y a otro puñado de ellas. Te recuerdo que no tenía nada claro mis preferencias y casi cualquier especialidad y lugar de España me parecía bueno; tenía muchas opciones. Pasé unos cuantos días hecha un lío, sin saber a ciencia cierta qué sería de mí. Retomar mi "vida" no me preocupaba para nada, ni los viajes ni ver un último museo antes de volver a casa. Sólo estaba deseando que pasara el tiempo y borrar todas las malas sensaciones que me venían a la cabeza a cada instante (incluso durante la publicidad en medio de los capítulos de Mujeres desesperadas de por las mañanas). 

Los mensajes de "¿cómo te fue?" o "¿cuánto te estiman?" fueron directos a la papelera. A pocas personas les conté cómo me sentía en realidad. La procesión se lleva por dentro y la mía iba para largo. A los días, metí todas mis cosas en cajas y me mudé de vuelta a Tenerife. En casa todos se alegraron de verme y hacía buen tiempo. No tenía el cuerpo para mucha fiesta pero al menos conseguí distraerme más que en Madrid, paradójicamente. Algunas noches volvía a llorar recordando mis opciones y soñando qué hubiera podido llegar a ser con cada una de ellas. Es duro ver cuánto podemos a llegar a mortificarnos, a veces nuestro peor enemigo somos sólo nosotros mismos.
No hay mal que cien años dure. Así que más tarde que temprano, por unos contratiempos, los resultados provisionales llegaron. Bueno, empecemos a construir de nuevo nuestra próxima meta. No más causas perdidas, no más sueños frustrables.   
Si algo me define es la palabra práctica.Tengo mucha imaginación también. No me fue difícil tomar mis posibilidades y edificar sobre ellas. Vi qué especialidades y sitios podía escoger y así empecé a elucubrar sobre el tema. Pero era mentira que todo me pareciera buena idea. Sé que mi interior sabe lo que quiero pero en esos momentos no me parecía inteligente seguir mi intuición, no sé por qué. Creo que la clave es hablarlo, hablarlo de nuevo pero, al fin y al cabo, hablar sobre ello. Buscar información, opiniones de todo y de todos los lugares. Pero España es muy grande y para una isleña, pensar en dar el salto a la Península es como para un pez saltar fuera del agua. No quería limitar mis opciones pero a la vez, tampoco quería volar demasiado alto por si acaso no me recuperara de esa caída. Así que muchas ideas se iban tan rápido como venían. 
Me llevó muchas tardes confeccionar mi auténtica lista de preferencias. Trazarte objetivos con los que no contabas teniendo en cuenta tus verdaderos gustos conlleva conocerte muy bien y enfrentarte a un gran reto: levantarte después de haber resbalado. Después de todo, uno y sólo uno mismo, tiene que enfrentarse a esa gran pregunta 236, "¿y ahora qué quieres?" Para unos será una gran especialidad, para otros el mejor hospital, o una ciudad bien conectada, que esté cerca de casa (o lejos), con mucha o poca responsabilidad, con más (o menos) guardias y, por qué no, un sitio donde nunca sea invierno.
Al final yo también llegué a esta pregunta básica y quise ser sincera con lo que quiero. Me lo debo a mí misma. Así que visualicé el sitio en el que quería vivir y lo busqué en el mapa. El tiempo dirá si es mi auténtico destino.  
¡Ánimos, suerte y fe para todos mis compañeros y opositores MIR! 
   

02 abril 2015

Astonishment


"Atormentado. Se aferró al recuerdo como si pudiera salvarle. Pero no quería darse cuenta de que un recuerdo vacío es una biblia en blanco. El silencio sólo te responde con más silencio. Ella no retuvo el sonido de sus llaves y lo que siguió fue el crujir de la puerta al marcharse él. Lamentaciones. Voces que retumban ecos de verdad y rebosan dramatización. Al momento oyó pasos que se alejaban de ella y de sus miedos. Supo entonces que él volvería más tarde, más temprano. Sus labios con sabor a lágrimas no lo dudaban. Él, en cambio, se fue con los bolsillos vacíos, la mirada al frente y sin intención de pagar viaje de vuelta."   

28 marzo 2015

Cómo sobrevivir al MIR - parte I (construcción y destrucción)

Si acabas de hacer el MIR y no has muerto en el intento, ¡¡enhorabuena!!
Acordaremos que esta prueba es la más perversa atrocidad que se le podía ocurrir al sistema sanitario español para el reparto de sus plazas. Por qué no podemos ser como otros países que nunca han oído hablar del MIR ni nada parecido, en los que puedes ser lo que quieras a la primera y sin un año de estudio de por medio. Nos ahorraríamos un chorrazo de café, otro tanto de somníferos, papel higiénico y la posterior psicoterapia (que a mi entender debería incluirse en el paquete de preparación MIR que ofrecen las academias). Pero en este país no es así; hacemos lo que podemos con lo que tenemos. O más bien "hacemos lo que nos dejan", porque eso de coger tu plaza soñada (a la primera) suena a cursilada. 
Claramente estos renglones no van dirigidos a los que el próximo abril podrán tomar su plaza soñada. Me refiero a todos aquellos que no lo harán. Como ya sabes, yo sólo hablo de lo que conozco y a eso me dedico en este blog. De esto te das cuenta con el tiempo, cuando te quedan más o menos 3-4 meses para hacer el examen, cuando estás tan metido en el fango que no sabes si es mejor intentar retroceder para salir del lodo o from lost to the river

Me parece que no me equivoco al pensar que no son pocos los casos de gente que, tanto si coge plaza el mes que viene como si no, va a tener que despedirse de su primera (tal vez única) opción. Pero claro nadie cuenta esta versión de la historia porque es mejor un éxito completo que un logro a medias. Esto produce un sesgo bestial porque al preguntar en el hospi, los otros residentes te cuentan cómo les fue a ellos y si están ahí, es porque les fue bien. Por favor médicos del futuro, rechacen esta versión del mundo. La realidad es que no sólo depende de cuanto estudies sino de otros muchos factores, tu resultado final en esta gran prueba. 


¿Qué pasa con los que no encuentran al genio al frotar la lámpara? Pues hay varios caminos posibles. Los más fuertes se recompondrán física y mentalmente a tiempo para jugar un nuevo round este año. Otros aún andarán en el limbo de preguntas más existenciales (¿ser o no ser?, ¿MIR o no MIR?). Otros tantos habrán lanzado por la borda las primeras opciones (y quién sabe si las segundas y terceras y cuartas...).

¿Qué pasará con todos ellos? Es fácil, al llegar el próximo mes el que no se haya escondido, tiempo habrá tenido. Sí, incluso si te has comprado un pasaje tan caro como para atravesar medio mundo y tomarte una cola light en Australia, estás visitando el Machu-Pichu y no tienes cobertura (pero sí palo de selfies) o si estás en Dubai ciego de alcohol y otras sustancias. Se espera de todos que seamos lo suficientemente maduros y consecuentes para decidir nuestro futuro para los próximos 4-5 años. 

Me parece que no tiene lugar echar en cara nada del estilo "haber estudiado más" o burradas semejantes. No nos hagamos esto, somos ante todo profesionales. El MIR es un filtro por el que hay que pasar para "hacer cola" sin posibilidad de que nadie se cuele como te pasa en la charcutería si no estás atento. El número para mí siempre fue de lo más irrelevante, sé que muchos comparten mi postura. Un número no me define ni ha venido a demostrar con certeza la proporción de mi esfuerzo -tal como nos aseguraron en las academias que pasaría. 

Durante la preparación MIR, todo ese largo y cansado y difícil camino uno va construyendo sus ilusiones en el aire. Al principio son castillos, al final tiran más a una chabola que otra cosa. En la fase de máximo emparanoiamiento empiezas a vivir en ellos; eso ocurre allá por noviembre (al empezar la tercera vuelta). Habitas tus propios delirios, allí estudias, piensas que vas a subir netas en cualquier momento y en tu tiempo libre... ah no, espera, que no tienes. Sigues trabajando y ves tu evolución subir y bajar sin tener ninguna idea de cómo diablos te va a salir el examen. Nada, aquello es una nebulosa gris.  



En mi caso particular había rechazado cualquier idea de fijarme un objetivo concreto. Desde el principio mi postura fue siempre la misma: "yo voy a esforzarme al máximo, lo haré lo mejor que pueda y me presentaré al examen; ya cuando tenga mi número veré qué puedo hacer con él y cuáles son mis posibilidades". Una manera muy linda de intentar quitarme presión de encima, pero ineficaz.

La realidad es que al acostarte cada noche sólo buscas en tu mente la manera de hacer +1 en tus netas y en tu primera, segunda y tercera opción de especialidad y hospital. Francamente, una (inevitable) estupidez. En mi academia no se cansaban de tratar de quitarnos de la cabeza toda idea de elecciones hasta que llegue el momento adecuado, nos instan a estudiar sin ocupar la cabeza en nada más. Pero la verdad es que la gente te pregunta, tus compañeros de piso, tu casera, tu abuela, tu dentista, el charcutero y hasta tú mismo te cuestionas cuáles serán tus preferencias. Así empiezas a dar forma a esos castillos, a tus propias ilusiones. 

Luego llega el día del examen. Haces tu MIR, sólo un intento.
Y el bombazo no tiene piedad, destruye tus castillitos y chabolas. 

27 marzo 2015

Llevo un diario

Sí, ya sé que esto probablemente no te sorprenda.
Me refiero a un diario personal, que no es entre tú y yo.
No me quita mucho tiempo porque no lo hago por rutina; uno llega a cansarse de las rutinas. Tengo mi documento en el escritorio del portátil y el Google keep en el móvil. Suelo anotar frases sueltas que se me ocurren, a veces sólo algo que escucho en alguna serie o que me dice un chico mono. Estos días de aburrimiento me ha dado por echar un vistazo al principio del archivo. Hay titulares de periódicos, párrafos de La sombra del viento, incluso algunas líneas que escribí mientras viajaba en barco. (Las frases célebres del Dr. Cox de [Scrubs] las tengo en una carpeta aparte, no tienen desperdicio xD). 

Hoy he querido rescatar y compartir contigo las frases del chico mono. Fueron un SMS (¡qué tiempos!). No sé si él leerá esto o si eran de su propia cosecha. Lo mismo me da. El caso es que no quise deshacerme de ese mensaje cuando pasé del teléfono bloque al smartphone. Por si te lo preguntas, el chico no es de esos que ha caído en mi agujero negro. Simplemente se marchó de Tenerife por estudios-trabajo. Me pregunto si se acordaría de mí si nos encontrásemos por la calle un día. Whatever... aquí van sus frases:

Por si aún dudas la seriedad de llevar un diario, te dejo un enlace: LINK.
¡Pasa una feliz tarde!

22 marzo 2015

En sueños

Al final en la historia de Claudia sólo hubo dos hombres que marcaron un antes y un durante. Lo que vino después de cada uno de ellos fue sólo la vida. 
Fotografía: http://weddingsparrow.co.uk/
Anoche, caminando descalza por la Toscana de sus sueños, volvió a verlos. Ella permanecía bajo el sol, radiante. Deambulaba campo a través, lejos del sendero, hasta que alcanzó a ver unas figuras en la distancia. A medida que se aproximaba estaba más segura de que eran ellos. Allí estaban, como un día hicieran, ajenos a su amor. Sus actos les habían dispensado del mismo hacía tiempo. Al uno por pensar que era demasiado poco y al otro, por creer que no era suficiente. Malditos. Les había entregado su alma y ellos pensaron que podían enjaularla. No sabían la medida de su valor. Al llegar a su lado, Claudia quiere pararse, decir algo, sentir algo. Pero el sol brilla con más intensidad si cabe y no se detiene. A veces las mejores palabras son las que no tienen que expresarse en voz alta para ser compartidas entre tú y yo. Así que avanza, llega a una senda cuyo rumbo se pierde entre las ondulantes colinas verdes y así hace con ella. No sabe dónde la puede llevar pero, por una vez, eso le parece lo más oportuno. Al poco, Claudia se evapora en la niebla de sus sueños.


22 mayo 2014

Contrastes

 "Contraste:
1. m. Acción y efecto de contrastar.
2. m. Oposición, contraposición o diferencia notable que existe entre personas o cosas."
                                                                                -- Real Academia Española  

No podemos hablar de términos medios cuando se trata de contrastes. Dejemos, por un momento, los matices a un lado. Se es diferente o no. Blanco sobre negro; negro sobre blanco. Tú sabes que esto es así. Lo es cuando vas por la calle, sin fijarte en ningún punto concreto y observando todo en general. Rodeado de gente es cuando más sentido cobra esta palabra pues estamos inmersos en una realidad llena de contrastes. En parte, es cosa nuestra decidir ser el punto de contraste o no. Por nuestra forma de ser, de vestir, de pensar, de hablar; destacamos si es algo bueno y nos critican si es algo malo. Así es normal que a todos nos haya preocupado alguna vez encajar. Pero encajar, ¿en qué? Olvidamos que este mundo no es un cubo de rubrik, que no hay lado naranja, lado azul o lado verde. Ya sé que a esto hay que añadir infinitos matices. Cada individuo tiene los suyos propios, que hacen de cada uno, un mundo particular. Al menos eso es lo que me gusta pensar. Luego, salgo a la calle y no puedo evitar fijarme en los negros sobre blancos y blancos sobre negros... en definitiva, en los contrastes: aquella chica que llevaba la falda demasiado corta, y la otra que iba demasiado abrigada para ser mayo, el chico con la barba demasiado larga o el pelo demasiado llamativo, unos con posibilidad de gastar tanto y otros, tan poco, aquella chica que no hablaba nada y la que no paraba. Puede que la clave esté en los excesos, los demasiados. Puede que la culpa sea también nuestra, por abusar de la originalidad hasta ocasionar un desequilibrio entre lo oscuro y lo claro y luego, encima, preguntarnos dónde encajamos.    

19 mayo 2014

Al día siguiente

"Disfruten cada momento de este gran día, la noche es larga." 
Fotografía por A. Amador (link)
Eso nos aconsejaron, y así lo hice. Por la mañana todavía me duraba el color del pintalabios. Que fue una gran noche, eso es verdad. A veces las estrellas se alinean entre tú y yo y todo sale bien. El día de mi graduación de medicina fue una de esas veces. Tantos preparativos, tanto corre corre...Y al final resulta que los nervios eran infundados y que cada segundo de ese gran día forma parte ahora de mis mejores recuerdos. No me cansaré de dar las gracias a todos los que me dieron su apoyo incondicional mucho antes de divisar siquiera la línea de meta y estuvieron allí para verme alcanzarla. Fue un camino espinoso, largo y abrumador. Pero cada minuto de esta gran carrera valió la pena.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Lo he hecho!!!!!!!!!!!!!!! 

17 mayo 2014

El gran día

             Hoy es un día importante para mí. 
Todavía no me lo creo: el proyecto que soñé hace siete años ya es una realidad. Poder vestir el color amarillo de Medicina me hace mucha ilusión. Sé que seré la mejor médico que pueda ser. Y lo sé porque me esfuerzo cuanto haga falta y a la hora de entregarse, te lo doy todo. Muchas veces caí muerta de hambre, extenuada de cansancio, o desquiciada de nervios. Cientos de veces imaginé que lo dejaba para, al momento, despertar y seguir estudiando. En un camino tan tan largo como medicina, la meta parece no llegar nunca. Pero llega. Esta foto demuestra que el trabajo, la constancia y las ganas de superarse entre tú y yo es la mejor de las recetas.
Este gran logro va dedicado íntegramente a mi familia, a todos los que quisieron formar parte de ella. Eternamente gracias por empujarme a conseguirlo. 

09 mayo 2014

La mejor época de tu vida

Me quedo a cuadros cada vez que alguien me dice "así recordarás que éstos eran los mejores años de tu vida". Siempre termino respondiendo un: "yaa, yaa" aunque en el fondo no me lo creo para nada. Una vida no se divide en dos mitades: la buena y la mala. Tampoco tiene por qué ser la primera mitad, la buena. La vida es un mosaico de momentos y circunstancias: buenas, malas, divertidas, nostálgicas, felices... una amplia gama de colores que pintan tus pasos. El devenir dicta el ritmo arbitrario en que todas estas escenas te ocurren. Ahora miro atrás y no podría decirte cuál ha sido el mejor año de mi vida; porque ninguno lo fue. Sólo tengo momentos salpicados por todos los calendarios pasados en los que fui inmensamente feliz; esos son los que elijo recordar como los mejores momentos de mi vida. Confío en que el futuro me traiga más oportunidades de alegría y por tanto, pienso que creer que "los mejores años de tu vida" han pasado es una actitud derrotista, desesperanzada y nostálgica. Por mi parte, siempre espero que lo mejor entre tú y yo esté por venir y sigo respondiendo "yaa, yaa" porque no pretendo que nadie me entienda (¿alguien podría?).
  

06 mayo 2014

A un paso

Una de las verdades más maravillosas y dolorosas de la Vida es que todo, con el tiempo, llega. Lo bueno y lo malo. Te alcanza y enseguida, pasa. Estos días me deleito imaginando los momentos que están cada vez más cerca entre tú y yo... Tic, tac...
 

05 mayo 2014

London

Yo a la dcha fotografiando St. Paul's
Mi hermana V. ha estado esta semana en Londres con sus compañeros, de viaje de fin de curso. Tenía muchas ganas de ir porque era la última de la familia en visitar ese país y esa ciudad. Todos le habíamos contado nuestras experiencias: las buenas, las estupendas, las maravillosas. Y claro, ella estaba deseando ir. 

Ahora mismo debe estar mareándose en alguna atracción de vértigo del parque de atracciones. Al parecer lo que menos le gusta es la comida (normal, los ingleses comen cada cosa...). Está indignada porque el grupo va armando escándalo por donde pasa. En casa ya le advertimos que los españoles en Inglaterra somos una feria andante. Dice que ha visto llover poco. ¿Qué le vamos a hacer? Yo vi llover durante horas en Agosto y ella ha cogido un tiempo espectacular en Mayo. También cuenta que ha gastado mucho en regalos pero que no ha practicado tanto inglés como le hubiese gustado. Me acuerdo perfectamente de esa sensación, la de gastar dinero rápidamente. Aquello era un no parar, en cada tienda tenía mil motivos para acercarme a mirar y al final, muchas veces terminaba por comprar. ¿Quién sabía cuándo podría volver?
Luego siempre volvía... 
Londres tiene lugares que te enamoran y te enganchan. Todas las veces que he estado en Inglatera he descubierto que las cosas entre y yo se pueden hacer de otra manera, y mejor (menos la comida). Es un país precioso con muchas historias para el viajero que como yo, va buscando algo especial. Siempre hay algún rincón mágico: puede ser una librería de segunda mano en Notting Hill, un puesto de especias en Covent Garden, los cisnes del Hyde Park, las ardillas que vienen a por tu comida, los policías que te saludan por la calle, los pubs del Soho, el barrio chino, los barcos que van por el río, las campanadas del Big Ben, las infinitas rutas subterráneas del metro, la gente que conoces, los callejones que pasan desapercibidos, los edificios modernos al lado de iglesias antiguas, los puestos de fruta en plena calle... 

En el punto más alto de St. Paul's    

22 abril 2014

Con cariño




***

Hablando de malas noticias un poco más atrás, esta semana nos hemos enterado de otra. Una persona cercana nos ha dejado y ha sido toda una impresión porque se trataba de una mujer joven, con energías para trabajar hasta el final. Escuchar esas historias que ocurren tan entre tú y yo siempre sobrecogen al corazón. Hoy no quiero llenar con palabras el silencio que sigue al desconcierto. Sólo encender una vela por ella y creer que, en algún lugar, sabe que la quisimos y la recordaremos. La pérdida es sólo una parte de la Vida, que se renueva.  

***

13 abril 2014

Palabras difíciles

Querido maldito,
Esto es el adiós. Adiós a las cenas para dos, adiós a los domingos contigo, adiós a los besos. ¿Crees que es fácil para mí decir esto? No. ¿Acaso no luchamos los dos? ¿por qué salió todo mal? El destino no quiere que estemos juntos y ahora mismo sus trazos se borran. A dónde iré si no es contigo. Supongo que allá donde el tiempo no cuenta, al limbo que hay entre tú y yo cuando no estamos juntos, justo donde no quiero ir. Dicen que es bueno poner tierra de por medio, ¿y por qué no un mar entero? El agua salada podría borrar mis lágrimas. Tonta de mí. Te quise y todavía no sé por qué. Aunque no me convenías y tus palabras de amor estaban vacías, las pocas que decías... Ahora estoy aquí, mendigando en medio de un montón de nada un ápice de lucidez para escribirte, probablemente perdiendo el tiempo en algo que nunca leerás, al menos con el corazón. ¿Sabes qué? Si tienes que marcharte, vete. Sal de mi vida. Estoy cansada de pelear por causas perdidas y ésta hace tiempo que lo es.
Pero todavía hay dentro de mí unas gotas de amor que te regalo aquí. Porque fuiste mi camino, mi luz y mis colores. Gracias, cariño. Supiste descubrir mi verdadero ser, alguien que ni yo misma conocía. Junto a tí me sentí feliz con letras mayúsculas, ¿no lo sentiste tú también? Aunque todo esto ya no importa, verdaderamente. Ahora mismo sólo quiero alejarme de tu sombra. Recorrer el mundo anónimo otra vez, reír ¿por qué no? y no mirar más atrás, a tí, a nuestro piso vacío, a nuestros posibles. Se me acaba el café. Y ya no se me ocurre mucho más que decir. Creo que el silencio es nuestra mejor cura. Fue un placer poder compartir contigo cada segundo que vivimos. Espero que cuando leas esto te encuentres bien y que, si algún día decides pensar en mí, sea para bien.
Adiós querido maldito.

30 marzo 2014

Historia de un día cualquiera

 
"El tiempo pone cada cosa en su sitio y a cada persona, donde le place. En mi caso, la colocó a ella en mi escenario. Viajaba junto a la ventanilla, como siempre. Sin acompañante ni equipaje de mano, vistiendo aquella vieja gabardina a juego con un rostro demasiado estropeado para ser tan joven. El tren cumplía con su horario y ella con el voto de silencio pactado por unos labios sellados. No se distraía demasiado por quién subía o bajaba en cada parada. Tampoco recuerdo que se dedicara a la lectura durante su trayecto. Si alguna vez le molestaron las voces provenientes de animados conversadores, nunca lo demostró. Sólo contemplaba el paisaje -cambiante, ante sus ojos. Todas las semanas el mismo, visto como si fuera la primera vez, con ese brillo en la mirada. Su expresión era tibia y serena. No había días más o menos grises para ella, tenían todos el mismo tono y la misma luz. Era una pasajera cualquiera y a la vez, no cualquiera. No sabía quien era y a la vez, la conocía muy bien. Llevaba con ella -me atrevería a decir, ese aura de misticismo que envuelve a algunas personas y las hace ser... diferente. Como yo. Al menos, hasta llegar a su destino. En ese momento descendía de las nubes para caminar junto al resto de mortales por el andén, rumbo a la salida de la calle. No le perturbaban el gentío que se agolpaba, billetes en mano, junto a la entrada ni otros con más prisa que se cruzaban con su andar. Daba pasos firmes con un contoneo aún más decidido. Ella sabe perfectamente a dónde va. Pero lamentablemente yo no, porque al poco, el tren se vuelve a poner en marcha y nos alejamos. Dejamos atrás su parada y rápidamente se interpone entre ella y yo, la enojosa nebulosa de la distancia. Y así, otra semana."
Un regalo para los amigos que buscan algo especial en lo cotidiano. 

29 marzo 2014

Apenas

Es todo lo que me queda para terminar la carrera de Medicina. No quiero aburrirte haciéndote un resumen de lo que han sido mis últimos 7 años. Entre otras cosas, porque entre tú y yo puedes encontrar recortes de buena parte de ellos. Muchas historias que ahora, puede que sean agua pasada, que te haya repetido hasta el cansancio o que no recuerde. Da miedo ver cómo pasa el tiempo. 

No sé si será muy bueno vivir con esta cuenta atrás constantemente en la cabeza, pero el caso es que lo llevo haciendo todo este tiempo. Quién no quiere llegar a ver la luz al final del túnel. 

Perdona que hoy me ponga melancólica, porque en adelante no me lo podré permitir. Vienen momentos de exámenes finales, de fiestas finales y despedidas. Esos momentos merece la pena celebrarlos con la mejor de las sonrisas. Ya no me queda mucho tiempo en esta sala de espera. Que no me iré muy lejos, eso es cierto... seguiré aquí mismo, donde siempre. Pero no de la misma manera. Poder dar por alcanzado un objetivo tan grande, te cambia. Te da confianza. Y te abre el camino hacia otros propósitos aún más grandes. 
Un mes y medio, apenas... 

01 septiembre 2013

Los regalos de ellos

¿Sabes cuál es el problema de las rupturas? Que aún pensando que tu ex-pareja o ex-amigo está fuera de tu vida, siempre quedan remanentes: como los regalos de cumpleaños, las tonterías que compramos juntos o eso con lo que te sorprendió un día sólo porque le hacía ilusión. Lo más difícil de terminar cualquier relación es borrarla por completo. No sé ni qué hacer con todos esos trastos. Normalmente los tiro. Hay otros que en cambio, conservo. Qué es lo mejor, no tengo ni idea. Llevo mucho tiempo borrando gente de mi mapa y nunca lo he conseguido del todo. De hecho, durante unos años tuve en un marco de fotos de mi habitación una fotografía en la que salía con un grupo de gente, aún cuando entre ellos y yo ya no había amistad. 

Una amiga me decía que para ella lo mejor de romper con un chico eran los regalos que conservaba. Claro, a ella su chico le había regalado una cartera Guess. A mí una vez me dieron una cesta de jabones para suplicar mi perdón. El pobre diablo había comprado la cesta más grande de la tienda creo. Se la acepté sólo por no montar un numerito delante de toda la gente que había alrededor, en la misma entrada a un congreso en la facultad de Medicina. Luego, en mi casa, me arrepentí; quería demostrarle que gastando dinero no se arreglan las cosas. Así que me decidí a tirarlo todo porque ni con las perlas de baño se me iba a pasar el enfado que tenía con él... Mi madre se lavó la cara con jabón de algas del mar Muerto durante 3 años. El otro día por casualidad, vi que le quedaba media pastilla de aquellas en la jabonera del baño. Me lavé la cara con ella pero eso no consiguió limpiar los recuerdos de la escena en la entrada del congreso. Me reí durante un rato de nuestra fanfarronería y las tonterías de aquellos tiempos; eso sí, con los poros limpios. Hay que ver cómo cambia nuestra percepción de las cosas, con tiempo (o el jabón de algas del mar Muerto).   


23 agosto 2013

Mientras tanto

Sigo pululando por aquí mismo. 
Estas semanas de atrás he estado de viaje por Gran Canaria, visitando a la familia que tengo por allá. Ahora estoy de vuelta. Mañana me vienen de visita mi abuela y una de mis primas. Bueno, estoy bastante satisfecha con los desplazamientos si bien me han permitido escapar de las altas temperaturas, aunque en parte. Aún seguimos teniendo demasiada humedad para mi gusto. 

Qué decir de las vacaciones salvo que se hacen cortas. El tiempo pasa volando y cada día cuenta. No he ido mucho a la playa, pero más que los veranos anteriores (que estaba de viaje) seguro. He hecho bastantes compras; las suficientes para no querer saber más de tiendas hasta... digamos, Diciembre del próximo año. Estando en Gran Canaria encontré varias tiendas con libros de segunda mano y pude hacerme con una bonita montaña de libros. No es problema, siempre hay hueco para los libros en mi vida y en mis estanterías. El libro estrella de este verano ha sido "El jinete de Bronce", de Paullina Simons. En un par de palabras: Rusia, II Guerra Mundial, amor imposible, helados de crème brûlée, trilogía. Fueron muchas páginas, mucho amor y algunas lágrimas. ¡Te lo recomiendo! También estuve en un parque de atracciones: pisé por primera vez las pistas de la bolera y jugué en ellas, recordé lo que era ganar al futbolín, pegué un par de corchazos con una escopeta en el campo de tiro, me subí al "barco pirata" donde casi abandono este mundo de manera involuntaria y súbita, sin posibilidad de escribir carta de despedida. 

Luego, en medio del viaje, tuve una infección de orina complicada, con un dolor abdominal que me dejó K.O. y me consiguió un viajito al servicio de Urgencias y una semana de antibióticos. Ahora estoy mejor, pero todavía tengo reciente la imagen de estar retorciéndome de dolor en una silla de ruedas de Urgencias. Qué panorama, ¡jajaja! Para colmo al volver a Tenerife, me hice una herida en la planta del pie izquierdo y no puedo caminar normalmente. Estoy deseosa de saber qué me depara Septiembre, ¡por favor, no más antecedentes personales para mi historia clínica, gracias!

Descanso, calor, agua fría, móvil apagado, más descanso, noches en vela pasando calor, películas buenas y malas para ampliar mi catálogo de pelis vistas, helados, un libro tras otro en mi ebook, cañas y tapas... así es el verano que estoy disfrutando. Espero que estés donde estés, puedas decir lo mismo que yo, sin catástrofes médicas a ser posible, entre tú y yo

26 junio 2013

¡No tires el lápiz!

Mi hermana E. fue mi primera "hermanita pequeña" y la razón por la que pasé de ser una persona con rol estándar a hermana mayor. Ese momento se mantuvo en piloto automático durante algunos años hasta el punto de terminar apadrinando a mis amigos. Actualmente esto no es así porque he trabajado mucho en construir una barrera china entre familia y amigos. No son lo mismo. Hay excepciones claro está, en que una persona llega a ser tan cercana a ti que puedes considerarla como parte de tu familia. Pero eso, son excepciones. Por mis experiencias he aprendido que nada ata a un amigo contigo; esto en cambio sí ocurre en la familia. Por muy malo que sea lo que ocurra entre tu familia y tú, ellos están inscritos a ese vínculo primitivo de las familias. Podría romperse claro, pero yo trabajo muy duro para que no sea así. Los amigos, si se quieren ir, no tienen reparo en marcharse.

Todo esto no venía al caso, pero al menos te acerca un poco más a lo que opino de la familia en general. Lo que quería contarte es que yo recuerdo momentos puntuales de la vida de mi hermana E. por ser la primera vez que las hacía como cuando la bañaba, cuando guardaba todos sus juguetes, gateaba con ella, la ayudaba a comer o cuando la veía hacer las tareas de mates con mi madre. Recuerdo que mi hermana E. tenía la manía de tirar el lápiz al suelo cada vez que le tocaba hacer un ejercicio difícil. Claro, al tirarlo se le rompía la punta y más aún, la mina dentro del lápiz con lo cual, por mucho que lo afiláramos, terminaba por no poderse escribir con él. Era muy lista... Mi madre iba a buscar otro lápiz y ella salía corriendo. Hoy pensé en esto y me pareció razonable aconsejarte que, a menos que tengas una estrategia de escape, ¡no tires nunca el lápiz!   

Con mi hermana E. (1997)

22 junio 2013

Con el agua hasta el cuello

Estos días, amigos y amigas muy cercanos y queridos míos están estudiando para exámenes finales, muy exigentes y vitales para la conclusión de sus Grados. Soy consciente de que no todos están de vacaciones aún entre tú y yo, y que cada universidad termina cuando le viene en gana. Por esto me gustaría enviarles desde este pequeño rincón, un poco de luz y un abrazo enorme a todos. Ojalá la empatía fuera más práctica y pudiera echar una mano real a la carga que tienen ellos en estos momentos pues así, yo también me he visto -agonizando. Lo que queda es coger el tiempo por el cuello y ¡un último empujón, amigos!

Verano 2012 - Santiago de Compostela (desde la izq: Lily, yo)

19 abril 2013

Prevención a secas

Esta semana he estado liada con el último trabajo pendiente, el de Medicina Preventiva
Para aquellos ajenos al mundo médico, la Medicina Preventiva es aquella área de la medicina encargada de promover consejos y hábitos de vida saludables para evitarnos enfermedades. Prevención podría ser vacunarse, tomar medicamentos o productos para prevenir alguna dolencia y por último pero no por ello menos importante, la educación sanitaria. La profesora tan guay que tenemos, nos pidió que fuéramos a algún colegio o centro a dar una chara acerca de prevención de ... lo que quisiéramos.

Entre el jefe de estudios y yo, dividimos el trabajo en dos tardes, para poder dar la charla a grupos más pequeños de alumnos de entre 1º y 4º ESO. Mi hermana V. estaba en uno de esos grupos. Y el tema decidí centrarlo en la prevención de la enfermedad cardiovascular por varias razones: es el tema que mejor manejo y más me gusta, es de suma importancia porque los pronósticos advierten que la mitad de la población europea va a fallecer acosta de ella y porque, si yo me he tenido que tragar tantas horas de clase de esto mismo, a ellos por una horita no les va a dar un infarto. De hecho, al acabar creí que el infarto me iba a dar a mí. 

Enseñar es duro. Pero enseñar a alguien que no quiere aprender es aún más duro. Es como ver que van con su coche directos al precipicio y no puedes hacer nada por detenerlos. Uno siempre confía en que, lo que trata de enseñar, no quede en palabras vacías que se las lleve el viento. Creo que yo conseguí captar bastante la atención, pero hay casos... y con casos, me refiero a alumnos, que no ponen lo más mínimo por su parte. "Es la edad, no escuchan a nadie" -me dicen, y se supone que eso debe tranquilizarme. Ayer por la tarde finalicé mi actividad y me quedé con una estupenda sensación de haber podido influir aunque fuera un poco, en lo que podrían los chicos pensar acerca de la salud y la enfermedad. Es más, algunos se fueron hasta asustados -las imágenes de autopsias, nunca fallan. Los profesores me dijeron que fue un éxito. Pero aún así yo seguía pensando en aquellas dos ovejas negras que creían que había ido a contarles un cuento chino sin importancia. Pobres. Ellos serán de los que se harán diabéticos y todavía creerán que tienen "azúcar del bueno". 

Mientras daba mis consejos de vida saludable pensaba para mis adentros: si me dieran a escoger entre, dar clase a esta gente y ver 35 pacientes en una mañana... ya estaría poniéndome la bata. Una vez más, la Vida me ha dado la oportunidad de reafirmar cuánto me gusta lo que hago y eso, me hizo sentir... ¡genial! 

[SCRUBS]