28 julio 2012

Casi despierta

Siempre me pasa...

Los fines de semana casi siempre hago planes por separado entre mis padres y yo. Si ellos salen yo me quedo, y al revés. De modo que, si elijo quedarme, cuando me despierto los sábados o los domingos, aún en fuera de juego y antes de que alcance mi taza de café, mis padres y mis hermanas ya están preparados para marcharse. Entonces se me acercan y me sueltan la retahíla de cosas que tengo que hacer como poner la lavadora, preparar algo para el almuerzo, llamar a alguien... Claro que mi cerebro aún está en fase REM. Para cuando han terminado, el café está casi frío pero he conseguido abrir un ojo. Mi familia no capta la idea de que a algunas personas les cuesta más que a otras despertarse. Mi padre es el primero en levantarse y cuando aún estoy en la cama, ya oigo la música de George Michael sonando en el salón. Cuando enfoco el pasillo, él ya está vestido y preparado para salir. Al llegar al baño, alguna de mis hermanas lo tiene requisado para su sesión de "peina y maquilla" y para cuando me arrastro hasta la cocina mi madre aparece precediendo a una nube de perfume o laca. Así no hay quien viva...   

Empacando

Mi viaje ya está a la vuelta de la esquina. En breve pondré los pies sobre la ruta del Norte. Adiós playa. Mientras espero, llevo la cuenta de los días que me quedan en Tenerife. Cuando vuelva apenas tendré unos días antes de que empiecen de nuevo las clases pero nada tengo yo que ver en eso. Fue suerte y no suerte que este Agosto consiguiera esa plaza de intercambio. Cómo me irá, si me gustará, si me adaptaré o si se adaptará Santiago de Compostela a mí son interrogantes entre tú y yo que empaqueto junto al fonendo, la bata y el neceser. Por lo pronto así me encuentro, seleccionando aquello que me acompañará de entre lo que se ha de quedar. Tantas cosas...

24 julio 2012

La Banda Sonora de mi Vida

La música que me ha acompañado durante los últimos 5 años que, para nada casualmente, han sido los años que he pasado en Medicina. Ay, mis andanzas de aquellas épocas...

Primero

Segundo

 Tercero

Cuarto

Quinto

Para lo que viene...




Sinceramente, un no placer

Por supuesto, este post va sobre no conocer gente.
Reflexión de hoy: las últimas tres personas que no he conocido.
A! El chico que arregló los porteros del edificio donde vivo. 
Bueno, no es que tuviera que enseñarme su arbol genealógico, pero creo que lo mínimo después de entrar en mi casa a arreglar el telefonillo era decir un genérico "Hola" seguido de su nombre. Yo lo hago cuando me presento a un paciente que veo por primera, segunda, tercera e infinita vez. En fin, él se lo perdió. 

B! Una antigua compañera de mi madre de cuando hizo el curso de Auxiliar de Enfermería. 
¿Sabes ese incómodo silencio cuando vas con alguien y no te presenta al encontrarse con otra persona? ¡Ouch! A mi ego le duele, más que nada porque es como si no existiera. Vale que puede ser una persona a la que nunca más vuelvas a ver pero, alguien que trabaja en digamos, la entrada a una superficie comercial tan transitada como un Carrefour, pues da que pensar. Sep, porque entre tú y yo sabemos que probablemente volverás a ver a esa persona muchas más veces. Lo peor es que, cuando pase el tiempo, creerás que te has olvidado de su nombre y lo que ha ocurrido es que sencillamente, nunca te lo dijeron. 

C! El peor de los casos, no una persona sino ¡un grupo de personas! Amigos guay del pasado de un amigo mío. 
Guau, ahí sí que se palpa el efecto "ignoring" que te hacen. Imagina la situación... Vas caminando por la calle con tu amigo R. cuando de frente viene un grupo de personas que, al verle, estallan en un común "¡eyyyyy!" (en jerga canaria significa 'Hola, ¿cómo estás? ¡cuánto tiempo amigo! Te he echado de menos pero te veo bien así que cuéntame cómo te ha ido'). Claro ellos empiezan a hablar y enseguida se enzarzan en un intercambio de batallitas de los últimos 5 años en los que no se han visto ni hablado. ¿Y cómo reconocer que eso va para largo? Porque mi amigo se pone las manos en los bolsillos y pose de interesado. Mientras, yo sigo allí plantada (allí... allí... allí...) (eso era el eco de mi voz).

Hola, soy nadie, ¿que tal? Un no placer.   

Una sonrisita para mí

No en vano se dice que la cara es el reflejo del alma, ¡y tanto!
Pocas veces ésta no evidencia un estado de ánimo; sólo ocurre con los militares, creo. Claro que no siempre representa la realidad; pero ocurre igual que con las palabras, no siempre estas dicen la verdad. Lo que cuenta es que, al otro lado del espejo se dibuje una sonrisa al mirarnos. Proyectar sonrisas atraerá más sonrisas y a saber qué podría ocurrir entonces; casi cualquier cosa, porque no hay nada más poderoso que llevar una sonrisa por dentro y por fuera. Una sonrisa entre tú y yo contagiosa, edulcorada, chisposa, dulcemente maliciosa, victoriosa... ¡una cualquiera y todas ellas! Una sonrisa transmite sólo lo bueno porque nace de ello, se regocija y vive para ello. No dejes para mañana aquello que te pueda hacer sonreír hoy. Y si no lo consigues, alégrate pensando que la Vida te da cada día la oportunidad de ser feliz.

¡Hoy píntate una sonrisa!

23 julio 2012

Mi Momento

Respondiendo a la invitación formulada desde El Paciente y Tú, me gustaría compartir entre tú y yo, cómo sería mi Momento. Ese poderoso momento que me hace sentir bien, segura e iluminada.

Seguramente te sorprenderás al saber que no hace falta viajar largas distancias para encontrarlo, puesto que mi lugar de reflexión es el mismo que mi lugar de trabajo. Sí, ese rincón único de mi mundo donde se concentra cada detalle escogido sólo por mí y que -todos juntos, se mezclan con cierto color o fragancia, fotos con caras felices, libros abiertos en páginas aleatorias, recortes de revistas, mis joyas, pinceles para acuarelas que no tengo, bolígrafos de todo tipo, mi pintalabios favorito, conchas de mar, una agenda de contactos sin contactos, mis gafas de leer, botes de lápices que hacen de florero, una vela que nunca he usado, sombrillitas de papel y postales de recuerdo en el borde del espejo; mi mesa de escritorio es mi Universo. Pero todo ello no basta para completar el cuadro de mi Momento. Sin duda lo único que podría convertir lo ordinario en especial es la luz. Pero no una cualquiera, sino una auténtica luz mañanera primaveral. Superlativa es la mañana en que me encuentro trabajando en mi mesa y a través de la ventana se cuela una brisa fresca, leve, casi etérea, que trae consigo la iluminación, algo del lejano ruido mundano y total inspiración. 
Mi desconsuelo y mi pena es que sólo ocurre en ciertas ocasiones cuando -arbitrariamente y para mi gracia, Naturaleza y Destino confabulan para traerme una idea brillante. Pero cuando ese precioso Momento se da, siempre es digno de embotellar para poder volver a él siempre que quiera.  

22 julio 2012

El Síndrome "Lo quiero"

Esto es lo que tengo yo.  Me lo acabo de auto-diagnosticar. 
El Síndrome "Lo quiero", el ardiente enamoramiento platónico, el sí porque sí, el deseo por lo que no se tiene, querer lo que no se desea, desear algo sin quererlo. Son múltiples las maneras de llamar a un mismo fenómeno. Sin causa diagnosticable o preliminares ponderables. Sólo ese agrio sabor que precede a la consecución del deseo. Irresistible. 

El por qué tendrás que imaginartelo; no te lo sé decir. Lo que me parece sorprendente es cómo mi mente juega conmigo y me hace desear salir cuando estoy en casa, y quedarme en casa cuando estoy fuera; el pelo corto cuando lo tengo largo, y el largo cuando lo llevo corto; el frío cuando hace calor, y poder ir a la playa en invierno. Cómo llamar a tal discrepancia entre mi psique y yo si no. Sería algo más sencillo si al conseguir aquello otro que no tenemos, nos sintiéramos realizados con ello; pero no te engañes, pues conseguirlo sólo te hará desear lo contrario. Sin más, acabas en un bucle de querer y des-querer peligroso. Al final puede que termines sin saber qué quieres de verdad. Conocerse a uno mismo es un rollazo...   
 

20 julio 2012

Hoy toca estreno

 ¡Nos vemos en el cine amigos!
Si te preguntas cómo me pueden gustar películas como esta te diré que no sólo me gustan, ¡¡me encantan!! No tanto por el tema, si bien disfruto con una buena trama de acción, sino más bien por la dirección. En general todo lo que haga Christopher Nolan me encanta. A ver si un día de estos le cae el Oscar que se merece por darle a mi héroe favorito la talla que merce y por no contar las cosas del modo más simple. Si no sabes de lo que hablo, te recomiendo que empieces por aquí...

Entre tú y yo, no te defraudará. 

12 julio 2012

Mis series de Verano

Cada Verano hago un "pito-pito" para elegir una serie a la que engancharme durante las semanas que tengo libres. Tras la clausura de la temporada correspondiente de Anatomía de Grey, voy en busca de algo nuevo con que hacer tiempo hasta Septiembre. Por lo general son series de las que no he visto ningún capítulo, que me hayan recomendado o no y que cuentan con considerables temporadas. 

Cuando era pequeña veía lo que ponían en la televisión: Los Vigilantes de la Playa o La Doctora Quinn. Con esto de Internet se acabó la tiranía del mando a distancia. Hace un par de años me iba el glamour y me empapé Sexo en Nueva York de principio a fin. Fue una importante dosis de sexo pero fue soportable; de hecho me encantó y esto hizo que me gustaran más las películas, secuelas de la historia. El verano pasado me dio por indagar en temas legales y acabé con The Good Wife aunque no fue para nada un final, sino el principio de una bonita y sana adicción por los abogados, los hombres con corbata y los pleitos.
Amigos, sin duda [SCRUBS] es la serie de este Verano: otra de médicos para variar. No había oído hablar de ella antes, me la recomendó mi amiga Z. y tiene 8 temporadas hasta donde me alcanza la vista. La empecé a ver y me enganchó desde el primer capítulo. ¡Hecho! Ahora me encuentro a mitad de camino en la historia de estos entrañables y carismáticos personajes que me han propiciado algunas de las mejores carcajadas del Verano y ¡qué demonios! del año entero. Porque lo que es divertido, no necesita tener lógica para que te haga reír. Que transcurra en un hospital, no es más que un mero hecho de emplazamiento. Esta podía haber sido la historia de cualquier novato en cualquier otra situación. Y entre tú y yo, es esa ingenuidad y falta de experiencia con la que tan bien me identifico porque después de tantos años de estudio, sigo sin tener ni idea. Qué quieres... estudio Medicina.

Besando marionetas

Útimamente se ha superdesarrollado mi capacidad onírica. Supongo que la ausencia del condicionante negativo del estrés por los exámenes y el hecho de disponder de más horas de sueño han sido determinantes. El caso es que curiosamente mis sueños se han aclarado, por llamarlo de alguna manera. Qué decir si no, de mis sueños acerca de personas que conozco  (con nombres y todo) o de hechos concretos de mi situación actual o de revelaciones de sentimientos que no sabía que tenía o retratos exactos de lugares de mi pasado. Aún así hay espacio para el disparate. No es por echarme rosas, pero creo que mis sueños son una pasada. La otra noche vi aterrizar aviones en la estación de guaguas (bus), hice la compra en un supermercado donde sólo había pizzas de 2 metros y tuve una cita con una marioneta. Qué quieres que te diga, así es un lujo irse a dormir. Y, entre tú y yo, lo mío nunca fue besar ranas, a mí no me va lo normal.   

¡¿Hay un psicoanalista en la sala!?