25 noviembre 2012

Veleta

Hacia dónde giras pequeña veleta. En cuanto te miro, huyes. Cambias de dirección con cualquier silbido del aire, como si volaras sin alas. Qué grande debes sentirte por encima de todos, apuntando hacia tu propio norte, en el Norte de donde quiera eso que esté. Y sin embargo, qué yermo debes creerte para bailar al son de todos los demás, esperando cada día el torbellino que despierte en ti tu propio tú, el rayo que te electrifique de punta a punta. Qué necios seríamos nosotros si viviéramos como tú, veleta. Sin duda eso de girar al ritmo de los demás es algo que sólo se permiten los enamorados. Por eso guardan para ellos los alisios su susurro de amor que sabe a besos. El resto de los mortales nos agitamos con el movimiento de las corrientes y creemos persistir, jugando a esquivar las bocanadas de la vida. Pero no es así, verdad pequeña veleta. No hay mucha diferencia entre tú y yo. Ambos contemplamos pasar los soles y las lunas por igual, vivimos aferrados a lo que encontramos a mano y nos sostenemos... como podemos, con todas nuestras fuerzas entre tanto bamboleo. 

20 noviembre 2012

Dando rienda suelta

       Hace tiempo que decidí dar rienda suelta a mi espontaneidad. 
No a toda claro, porque creo que el mundo aún no está preparado para ver eso. Pero sí a una discreta cantidad de ella que ha sintonizado mis días en Technicolor y les ha pintado una sonrisa. Todo es más divertido, más alegre y los problemas menos pesados. Decir lo primero que se te ocurre tiene sus cosas buenas y malas. Otra persona que también se ha dejado un poco de melena al aire es mi mejor amiga Z. El resultado conjunto entre las dos es una sinergia positiva del buen rollo y la verdad es que nos reímos muchísimo. Llámalo risoterapia, amigoterapia o como quieras. Mi consejo es que lo pruebes. A veces sólo vas y la cagas. Pero cagarla es parte de la vida. Al menos de la mía.   


18 noviembre 2012

Milikituli



Me he dado cuenta de que no importa si la amistad se acaba. Lo que cuenta es que alguna vez empezara y valiera la pena mientras duraba. Como decía un notorio autor de nada como Gabriel García Márquez, "no llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió". Los amigos son un tesoro muy valioso y no sólo lo dicen las tarjetas de felicitaciones que venden en las tiendas. Lo digo y lo creo firmemente. Un amigo no es sólo amigo, es hermano, compañero, colega, confidente, cómplice; para las risas y las lágrimas. Da igual si está contigo para siempre o fue tu pareado durante algún tiempo. La cuestión es que, mientras estaba contigo, fue muy especial. Nadie debería vivir sin amigos y yo hoy mando un abrazo a los míos de todo corazón, entre ustedes y yo

05 noviembre 2012

Dijo el sabio

... de mi profesor, claro. 
A quién va uno a hacer caso en estos días de locos donde un estudiante pasea sus pretensiones frente a los catedráticos sin vergüenza. Pues a los más viejos, que a mi parecer son los más sabios. Si a ellos les cambian un protocolo mañana, no dejarán de ser buenos clínicos. No quiero pensar qué ocurriría si eso le pasa a uno que acaba de empezar y decidió hacerlo empollándose un par de guías médicas.  

Hoy dijo una cosa muy graciosa y antes que escribirlo en el anonimato de un post-it escurridizo, preferí hacerlo entre tú y yo. Fue lo siguiente: "En Medicina no hay números, sino personas". ¡Pero nos han enseñado a medir, a pesar, a tomar frecuencias y a contar por minuto, por hora, por día, durante meses! Sin duda tiene razón y eso es algo que a mi mente de ex-cirujana declarada y clínica en potencia no se le escapa. Por eso cada vez que veo un paciente, lo miro. Cuando le pregunto, lo escucho. Y al salir de la habitación me llevo conmigo todo aquello que dijo y lo que no. Los pacientes no son números.

30 octubre 2012

Lo mejor que te da la Vida

¿Es normal sentirse tan realizada con el trabajo?
No sé qué me pasa de un tiempo para acá, pero mi motivación se ha elevado a la enésima potencia. Estudio, hago prácticas, voy a clases y vuelvo a estudiar pensando en lo mismo. Regreso a casa pensando en niños y sueño con ellos. Sí, amigo, otra cosa no... pero mi dedicación a la medicina no me la podrás negar. De hecho está llegando a ocupar casi todo mi tiempo dentro y fuera del hospital, mientras como en la cafetería con los amigos y cuento cada anécdota con los niños, entre clase y clase o en las asignaturas optativas de la tarde. Los niños me persiguen y a mí eso me encanta. Cualquier treta que pueda sacarles una sonrisa para mí es una poción secreta de poder y de ilusión. Por momentos pensé que mis influencias hormonales me la estarían jugando pero semanas más tarde y no en mi mejor momento, me levanto cada mañana como si fuera el único. Creo y afirmo sin miedo, que podría vivir con la Pediatría, casarme con ella e ir entre ella y yo, a por una hipoteca con interés a largo plazo. 

El párrafo anterior te puede parecer la confesión de cualquier persona con trastorno obsesivo pero así es la Medicina y así es lo que te gusta, absorbente y maravilloso. Yo también soy un poco "focused", en cuanto algo me capta, me tiene. Igual que me pasó en Cardiología; que dejó en mi vocabulario habitual palabrejas como cateterismo, arteria obtusa marginal que no sabía que existía o super-favorita.

En una de las guardias, una mamá me dijo que su bebé era lo mejor que le había dado la Vida. No sé por qué, yo la creí. Hoy fue la primera vez que exploré (en primera persona) un recién nacido y lo único que pude pensar mientras lo hacía era que la emoción, la intriga y lo maravilloso de aquello sólo podía ser superado por el hecho de que fuera tuyo.  

Feliz noche de martes ;)



PD: para todos los que echan de menos las chuminadas entre tú y yo, gracias! ;) me estresan al pensar que tengo que escribir más, pero hago lo que puedo, jejeje!