Hola, amigos.
En este pedazo de ciberespacio queda un cachito de mis reflexiones, la mayoría de ellas de medianoche entre cafés y yo sin dormir. Después del terminar con esta locura de la residencia ya sólo queda retornar al hogar con la sensación agridulce de la despedida. Por estos 4 años llenos de caos, trabajo y risas. Ojalá nunca se pierda la chispa. Nos vemos por aquí, en cualquier rincón de estos que llevan mi firma y un toque de olor a vainilla.
¡Hasta pronto!
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