Digamos que esto fue lo que llevé a cabo durante los últimos tiempos. Atropellada por las redes sociales, decidí probar con un tiempo de aislamiento de contacto dejando mi puerta cerrada y con restricción de visitas. Hasta me olvidé de cuáles eran las llaves... Colgué el cartel de "no te molestes en llamar, no voy a contestar", di media vuelta y me fui a buscar algo que hacer con mi vida.
Lo que yo no sabía era la gran nada que me esperaba a la vuelta de la esquina. Hacer "borrón y cuenta nueva" en la vida no es tarea fácil. Romper con lugares, con situaciones o con amistades es siempre algo que te deja mal sabor de boca; pero lo afrontas, porque la vida sólo tiene un sentido y es hacia delante. Lo mejor que podemos hacer es liberarnos de las cargas negativas que nos atan, ¡hacer espacio para lo nuevo! al igual que ocurre con la brisa que se cuela tímidamente por la ventana en primavera: entra como quien no quiere la cosa, suave y agradable.
Lo que yo no sabía era la gran nada que me esperaba a la vuelta de la esquina. Hacer "borrón y cuenta nueva" en la vida no es tarea fácil. Romper con lugares, con situaciones o con amistades es siempre algo que te deja mal sabor de boca; pero lo afrontas, porque la vida sólo tiene un sentido y es hacia delante. Lo mejor que podemos hacer es liberarnos de las cargas negativas que nos atan, ¡hacer espacio para lo nuevo! al igual que ocurre con la brisa que se cuela tímidamente por la ventana en primavera: entra como quien no quiere la cosa, suave y agradable.
Por aquel entonces no sabía mucho de mí, la verdad, así que empecé probando aquellas actividades que podrían gustarme. Quise viajar; y viajé. Practiqué in vivo el idioma que más amo en el mundo (el inglés). Aprendí algo de cocina. Terminé de leer los libros que había dejado a medias. Me apliqué en dibujo y algo de decoración. Me compré una orquídea (y sigue viva). Al principio comencé yo sola; y poco a poco, fui encontrando por el camino gente amiga con la que hoy comparto mis gustos.
Ahora juego a jardinera los fines de semana y practico alemán siempre que puedo. Pero, ¿entonces por qué Deb ha vuelto a caer en las redes de internet?...
Porque, entre tú y yo, supongo que una vida sin amor no es vida. Y como ocurre con casi todas las cosas que valen la pena, no vienen porque las busques... sino porque ellas te encuentran a ti. Mirando en el archivo de mi anterior blog di con una frase que yo misma había escrito allí "porque el amor no nace en la distancia" y que me hizo decir: "¡mecachis!" ... Qué poco me gusta estar en desacuerdo conmigo misma. Pero otro día te cuento, que ahora se me enfría el café.
¡Feliz tarde!