(Tanto para el que lo celebra como para el que no).
Está bien extendido que la celebración de este día no es sino un ardid comercial que desde hace semanas se embolsa una interesante suma. Pero, ¿qué importa si ello sirve de excusa para derrochar amor? Flores, suspiros, chocolate, miradas cómplices, corazones, sonrisas. En definitiva, ésta es una ocasión inmejorable para dar rienda suelta a nuestros deseos. Es un día en que el tímido se convierte en valiente, el reservado en anónimo, lo potencial en factible, lo inesperado en sorpresa.
No importa dónde, no importa cuándo, ni importa quién. Lo esencial es que lo sientas y lo demuestres; no dejes que caiga en algún día porque algún día puede no llegar a ser ninguno.
Y ahora es cuando te digo que me tengo que aplicar mi propio cuento. Deja que relea lo que acabo de escribir para mentalizarme de lo que tengo que decir. Porque tengo qué decir... ¿Qué te creías? Todos tenemos nuestros retos personales.
¡Aún no he respondido a un corazón anónimo que me dejaron hoy! Estaba escrito en uno de mis post-its. Yo lo descubrí al volver a la biblioteca donde había dejado mis apuntes. Y, aunque el amor es ciego, creo que esa fue la señal que me hizo reaccionar y darme cuenta de hacia dónde señalan las flechas. Pero eso... eso queda entre mi corazón y yo.
¡Feliz día! :)
Vale, ¡¡lo reconozco!! Estoy super pillada... jajaja!! :P
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