La primera vez que alguien me lo contó pensé "bueno, hay gente rara everywhere".La cuarta vez, me dije "pues se ve que funciona".Cuando lo hice yo, pensé "deja ver...".
Hasta ese momento había realizado millones de búsquedas en Google, de lo más variado y exótico -mejor no poner ejemplos- pero nunca se me había ocurrido buscar conocidos y, por supuesto, mucho menos al chico que me gusta. Pero por rellenar con algo de humor las mañanas de domingo y adquirir un "y yo también" para mi colección de experiencias, lo hice. Intentas recordar por enésima vez cómo se escribía su apellido y apretas enter. Al principio no te crees que pueda haber resultados y allí están, tras 0.16 segundos de incertidumbre, las referencias de mi chico en internet.
Mm, decepcionante. Un impar de enlaces de Facebook, 5.
Bah, entre tú y yo ¿qué esperaba? ¿un enlace a los más buscados por la policía? ¡Jajaja! Nah... oye, espera un momento ¿y si pongo mi nombre?
Mm, vale...
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