Me gusta estar a solas. Y ser esa persona que somos cuando no hay nadie delante. Sin tener que jugar ningún rol. Sin tener que dar explicaciones. Sin obligaciones. Sin tener que sentirte examinado por nadie. Dando rienda suelta a la espontaneidad. Sin saber muy bien dónde puedas acabar. Sin importar qué llevas puesto, qué cómes, cómo te comportas. Debería haber momentos así entre tú y yo más a menudo. Sienta tan bien...
Cocinando, Semana Santa 2012 |
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