Nunca pensé que un día miraría a las montañas y las llamaría por su nombre. Hoy me siento más lejos de casa que nunca. Como si llegara a ninguna parte y estuviera allí precisamente mi hogar. Como si mis pasos me alejaran -inexorables, de lo que un día fue mío impulsándome a lo desconocido que se abre entre el vacío y yo.
22 octubre 2012
En marcha
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