Después de mi mes sabático en Junio no tardé demasiado en volver a la oficina de la Gerencia de Atención Primaria a "ponerme disponible". Esto fue el 1 de Julio.
Para el día 4 de Julio nadie me había llamado así que, ya casi al borde del colapso, decidí presenciarme allí. Al parecer nadie se había percatado de que tenían un médico disponible. Me despacharon y me indicaron que me llamarían. No tardaron ni 2 horas.
"Los comienzos siempre son duros" - me dijeron.
No era ninguna mentira, aunque tampoco me quejaré. Empecé a trabajar en un centro de salud rural y contando con que era verano, la afluencia era muy escasa. Los primeros días necesité mapa para todo: para encontrar el baño, el sello y las llaves. Una vez cogido el ritmo empezaron los contratos por días, esos de "hola, soy la médico sustituta" y "adiós, hasta la próxima". Días locos. Aunque he de reconocer que no tardaron demasiado en darme algo más prolongado: que si quince días, que si un mes, y así voy contando entre tú y yo.
Yo estoy ¡MUY CONTENTA! 😊😊😊
Por muchas razones como que: no me lleguen constantemente correos de la Unidad Docente, no tenga cursos cada semana ni prepare sesiones clínicas sin tino, no tenga que rellenar más libretas del residente y no tenga ya ningún proyecto de investigación, no haga guardias y madrugue menos porque tenga varias tardes de trabajo a la semana. También es un alivio currar más cerca de casa, quieras o no, siempre es una comodidad. Todo esto me ayuda a organizarme y a disfrutar más de ese desconocido, a veces inexistente, tiempo libre. Sólo el primer mes me leí de un tirón dos libros: Las hijas del Capitán, María Dueñas y Dime quién soy, Julia Navarro. En suma: 1.728 páginas de inspiración.
Total, que así estoy ahora: sedienta de más historias, de más tiempo, de más.
¡Feliz Domingo lectores!
Para mí... lo único malo...
ResponderEliminar"La incertidumbre" --> del mundo laboral a partir de ahora (aunque no me agobia, la verdad) y SOBRE TODO... de las decisiones. Si te digo la verdad... jamás de los jamases me había preocupado tanto en buscar en la guía de no sé qué, confirmar que realmente el tratamiento sea X, revisar dosis... me siento súper responsable. Antes era vivir bajo el paraguas del adjunto. Si algo iba mal... llamadita... jajaja
Pero a la vez que me incomoda, me gusta. Es la maduración que me hace falta.
Agradezco... fundamentalmente las horas de sueño.Eso de no tener 5 guardias en un mes y que las que tenga me vaya a dormir a casa... es vida.
Porque en mi caso, al contrario que en el tuyo, el verano ha sido EXCESIVAMENTE duro... Pero ya está superado.
Lo de no tener 5 guardias al mes... da vida, definitivamente! :)
EliminarYo al menos soy más feliz, con incertidumbre y todo.
Inicialmente no quería establecerme en un cupo de pacientes concreto pero me doy cuenta de que estar de aquí para allá tampoco ayuda a sentir que tienes las cosas controladas: todo se te queda en el aire. Así que sí, mejor tener un cupo o consulta más o menos estable.
Besitos Irene! :*