22 junio 2013

Esperando el último acta

El acta de notas, claro. Fue el miércoles pasado. 
Puedo decir con gran placer y satisfacción que todas las asignaturas de la carrera están oficialmente aprobadas y superadas con buenas notas. Así que ¡adiós, comisión de apuntes! ¡adiós, fotocopiadora! ¡adiós temas de 24 páginas con cuadros borrosos en blanco y negro! Seis años me ha llevado, completar estos 5 cursos teóricos. Así que, ya iba siendo hora...  Por eso me asustó un poco cuando, dos días después de la publicación de las actas, recibí un correo de un profesor con asunto: "Error". Uff, el corazón se me desmayó. Para colmo, fue uno de esos momentos en los que el portátil decide ponerse a actualizarse y no camina ni para delante y para detrás. Cuando por fin pude leer el correo... alivio. Se les había olvidado contar unas décimas en una de las asignaturas así que pasé de tener un ajustado 6'9 a un feliz 7 con unos escasos decimales. ¡Bien! A quién le molesta recibir noticias así. Todo zanjado y ahora, amarrado, esperando que llegue el día de hacer mi última matrícula en esa secretaría mohosa de la Facultad de Medicina de la ULL. 

En el fondo, tú y yo sabemos que aún me queda el sexto curso de Medicina, que no va a estar libre de pruebas prácticas, escritas, orales, difíciles o más sencillitas. Además a eso hay que sumarle que estaré preparando el MIR al mismo tiempo. Pero yo soy de las que cree que si no tienes algo de lo que preocuparte, no tienes nada por lo que alegrarte.

FINAL DE 1er CURSO - JULIO 2008 (desde la izq: Miri, Ale, yo, Patri, Isa C. e Isa F.)

21 junio 2013

... . .- .-.. . ...

Estoy por jurar, que el 99'9% de nuestros problemas con otras personas se basa en malinterpretaciones de señales, externas u omitidas.
Constantemente me sobrevienen situaciones en las que tengo que lidiar con el conocido "¿tú qué crees?" o "¿qué te parece?". Ser directo es una habilidad de pocos. Guardar las apariencias está ampliamente aceptado como método para prolongar amistades, relaciones y/o demás interacciones entre simples mortales (humanos, perros). El problema es que a nadie le gusta que jueguen con sus sentimientos y por dentro, en realidad todos pensamos "oye, si tienes algún problema conmigo, prefiero que me lo digas a la cara". No nos gusta tener que adivinar y cazar indirectas es un deporte aburrido. Digamos -por decir, que de todos los casos posibles, la mitad prefiere archivar, olvidar y seguir; la otra mitad no tiene esta capacidad y se enfrentará a la situación o de lo contrario, moriría de angustia antes de tener que seguir tragando guardando. Quién te parece que resolverá antes su conflicto. No está claro. Lo mejor es ser pragmáticos y actuar acorde a las señales.

Pero maldit... Nadie lleva escrito en la frente cómo se siente y confiamos en lo que creemos que sabemos e intuimos sobre esa persona para dirigir nuestra táctica. Entre parejas, las señales se convierten en un lenguaje secreto. Te dicen qué, te dicen cómo, te dicen cuándo. Te dicen tanto. Y es muy bonito pensar que cuanto más conoces a una persona, más fácilmente llegas a aprender su idioma. La catástrofe empieza cuando la A (de amor) que dices, se convierte en la B (de berenjena) que él entiende. 

Por esto mismo, me jacto de ser pro-directa y libro abierto. En ambos sentidos leo en los demás y me gusta que los demás vean en mí, lo que cada situación me hace sentir. Así he acabado siendo un torbellino de emociones, las tuyas y las mías, juntas recorriendo las vías sensoriales que me arrastran a la locura. Si tienes que decir algo, sólo dilo; pero no dejes que las señales te engañen si aún necesitas libro de instrucciones para saber cómo funciono.    

TÍTULO DEL POST: "Señales" escrito en código Morse. 
Encuentra abreviaturas, signos, traductor y más aquí. 

20 junio 2013

Deb's choco-brownie

Estos días por fin, he podido sentarme y buscar en la web, la receta de brownie que llevaba tiempo deseando aprender. No suelo cocinar para mí porque vivo con mis padres y eso incluye pensión completa. Aún así, una tiene que conocer ciertas técnicas de supervivencia como por ejemplo: saber preparar brownie de chocolate. Eso es justamente lo que he hecho hoy. 

Miré en múltiples enlaces y finalmente opté por la receta más british y esa es la de Jamie Oliver, bien conocido por sus dotes culinarias. Compré los ingredientes que no tenía y esta misma mañana me puse manos a la masa. Modifiqué algunas cosillas de la receta original porque no tenía forma de medir 65 gr de harina, pero sí 75 gr así que redondeé las cantidades. Allá vamos...

 INGREDIENTES                                                                                                                                           
  • 200 gr chocolate negro (70% cacao)
  • 250 gr mantequilla sin sal
  • 4 huevos
  • 75 gr cacao en polvo
  • 75 gr harina
  • 1 cucharilla de levadura
  • 200 gr azúcar (en vez de 350 gr como ponía porque el cacao en polvo venía con azúcar)
  • opcional: 150 gr nueces, avellanas o frutos secos
  PASO A PASO                                                                                                                                      

Lo primero fue poner a precalentar el horno a 200ºC. Luego, puse la tableta de chocolate negro troceada y toda la mantequilla juntas en un recipiente pequeño y al microondas durante 1 min. No fue suficiente, así que tuve que dejarla unos segundos más hasta que el chocolate quedó totalmente líquido. Lo saqué y revolví hasta que quedó una mezcla homogénea. 
Por otro lado, metí en un recipiente más grande la harina, la levadura, el cacao en polvo y el azúcar. Mezclé para unificarlo todo. Le añadí la mezcla de mantequilla y chocolate que había salido del microondas. Casi me dejo la mano removiendo, quedó una masa bastante pastosa. Entonces fui añadiendo los huevos, uno a uno, a la mezcla. Cuando fue totalmente homogéneo, le puse unos trozos de chocolate negro que me habían sobrado, previamente picados en pequeñas trazas. 
Lo extendí en un molde especial anti-pegue anti-novatos, y se fue directamente al horno. Tiempo = 15-25 min. Temperatura = 150-200ºC dependiendo del horno. Podía haberle puesto nueces (que me encantan) o avellanas pero como es la primera vez que lo hacía, creí que mejor mantener las espontaneidades a raya. Te recomiendo que mires bien el tiempo porque el horno de mi casa es viejito y a los 20 min. ya estaba empezando a quemar la capa de debajo. Así que lo sacamos rápidamente y ¡se salvó el postre de hoy, jajaja! 
Lo quitamos del molde y lo pusimos en un plato redondo en la nevera. Ahí está esperando que sea la hora de comerrr... Obviamente todavía no tengo foto de ese suculento momento, pero la habrá esta tarde. El brownie es un postre que se sirve caliente, así que hay que tener en cuenta dos cositas: 1) que antes de comerlo habrá que calentarlo porque frío no sabe igual y 2) que lo ideal es acompañarlo de algo que le contraste tanto en temperatura como en sabor; para eso puede ser útil la nata o helado de vainilla. Yo he sido previsora y como me encanta la vainilla, me compré un helado ayerrr. No veo el momento de que caiga ese brownie entre tú y yo...

Y estas son las magnífcas fotos. Magníficas, por lo bueno que estaba el brownie, quedó con la consistencia exacta que debe tener un brownie, compacta y no seca. Los trozos de chocolate por dentro le dieron el toque perfecto. 


Si te gusta el chocolate, ¡pruébalo!
Te va a encantar, ¡Feliz Jueves! C:

19 junio 2013

Sr. Patata

Existen personas de toda clase y condición. No dirás que hay una idéntica a otra y sin embargo, hay patrones que se repiten y condiciones que subyacen -comunes, entre varios sujetos. 
Últimamente, con esto de estar de vacaciones y desparramar tiempo libre por todos lados, me ha dado por etiquetar a algunos de mis sujetos. Esto ocurre por ejemplo, con el que yo llamo Sr. Patata. Me refiero a ese muñeco relleno de tierra, al que le crece pelo si lo pones en agua. Claro que esto te lo cuento por lo que hay entre tú y yo, sin pretender juzgar lo que opino porque yo soy la primera que defiende que debemos ser lo que somos. Parece haber palabras diseñadas para esta clase de personas: conformista, estancado, dúctil. Pocas cosas les sorprenden y aquello que lo consigue, sólo alcanza arrancar un amago de reacción. Circunspecto, comedido, inamovible. Son personas que esperan, eternamente, a que algo les suceda. Prefieren ser dirigidos a dirigirse. Trazan sus planes siempre hacia sitios que tienen al alcance de la vista. Voz pasiva, asiento de pasajero, viajes cortos. Llevan pocos adornos. No leen; ni libros ni las señales que puedas darles. Gentil, tierno, manifiesto. No ama porque el Amor implica desbordarse y este tipo de persona no sabe cómo desprenderse de sus límites, que lo definen. Seguro que conoces a alguien así, ¿no?.

15 junio 2013

Little revenge


¿Sabes qué tiene de bueno que te la jueguen?
Tener una excusa para que te las cobres. 
Mira que yo no soy amiga de guardar rencores (¡no, qué va!). Vale sí, supongo que lo normal. No, más de lo normal. Me cuesta admitir que me engañaron y cuando ocurre, no puedo mantener el desengaño más que un momento. Pocas veces pienso en vengarme y más raramente tengo ocasión para ello. Pero cuando las cosas cuadran entre tú y yo, no puedo resistirme. Seguro que no adivinas que fue lo que paso el otro día, resulta que... Espera, no no, mejor no alimentar a las bestias que tengo a mi alrededor con historias públicas que hagan volar más cuchillos (hacia mí).