... pero allá abajo está todo tan oscuro que resulta difícil saberlo.
Entre tú y yo, sabía que en cualquier momento me apetecería. Es normal. Pero es que yo soy tan rara, tan poco dada a eso. Mm, como que no va conmigo. Tal vez sea porque no he encontrado al compañero adecuado. O lo he tenido delante y no he sabido reconocerlo. O simplemente no he querido hacerlo. Sea cual sea la razón, el caso es que he pasado del ¡no! al ¿por qué no?. Será que hay situaciones en la vida que te abren los ojos y te hacen darte cuenta de las oportunidades que has dejado pasar y las que todavía ahora estás dejando y despiertan en nosotros ese espíritu revoltoso a veces adormilado. Será que el sabor del riesgo pica pero sarna con gusto...
¡Feliz noche!
Ay, amiga, cuánto te entiendo... Y más en estos momentos!
ResponderEliminarClaro que sí... en el fondo no somos tan distintos, todos tenemos esos momentos de revelacion :D
ResponderEliminar¡no pica! Siempre hay cómo disminuir los riesgos. Pero no se eliminan. Tienes que estar super decidida respecto a lo que quieres. Si es así, ¡adelante!
ResponderEliminarPues... al principio siempre hay dudas, sobre todo del tipo ¿como puede ser? Luego poco a poco, vas viendo cosas que te hacen convencerte hasta que finalmente, es tan evidente que todo el mundo lo sabe (menos tu) jajajajaja! Un abrazo Isa! :)
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