12 enero 2012

¿Quieres decirme algo, Subconsciente?


La otra noche tuve un sueño perturbador. Pero no era una pesadilla.
Era uno de esos en los que tu subconsciente traiciona tu lógica. 
No es que me sorprenda la inverosimilitud del contenido de mis sueños. Cuanto puedo recordar por la mañana es, en general, apenas un par de fragmentos inconexos pero eso me basta para advertir lo quimérico de mi subconsciente. Algunos sueños se repiten constantemente; como ocurre con el hecho de ir yo conduciendo a un millón de destinos, uno diferente cada vez. Otros, sólo una vez; como cuando... no, espera, eso te lo cuento con otro café un día de estos. 

Lo que quiero decir es que, habitualmente sueño con personas que no conozco (¿las conoceré algún día? parecen buena gente) y es por esto que me extrañó que la pasada noche se colara en mi subconsciente una cara conocida. Y no cualquier cara. 

Para un momento. Trata de imaginar a una persona que conoces, con la que has tenido experiencias y examigos en común, con quien -tras muchas vueltas de la vida- ha resultado que no encajabas del todo, que has llegado a conocer y no te ha gustado nada y que, en contrapartida, ha hecho de tu vida un campo de batalla. Aquel que ha tratado de dejarte sin amigos y del que te planteas poner su foto en una diana. Alguien que te parece tan desagradable que ni saludas al pasar (aún a riesgo de parecer tú la desagradable). Finalmente, aquel que has terminado por repeler como el agua al aceite (una muy densa). En mi vida esa persona se llama J. A.

Pues justamente con él vine a soñar. Y no nos salúdabamos precisamente, sino que ¡éramos un matrimonio! Pero lo peor de todo es que éramos un matrimonio feliz. Tal fue la impresión, que me desperté de golpe. Sé que en estos momentos estarás pensando en volver sobre los principios básicos pero te digo ya que no. Este NO es el caso de "los que se pelean, se desean" y NO estoy pensando en casarme. ¿Hacer las paces? Mm, de momento no me apetece pero parece que mi subconsciente sabe algo que yo desconozco. Quizá la respuesta se encuentre en el próximo sueño aunque entre tú y yo, de momento, sólo tendré los dardos preparados. 

 
Hoy quiero enviar un abrazo especial a mis amigos que estos días se están examinando y andan con más estrés del recomendable ;) Gracias por buscar el momento para pasar por aquí.
¡Mucho Ánimo para ellos! y ¡Feliz Juernes para todos! 

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