Ya no es momento para lamentaciones, pensar nuevos propósitos, aprender lecciones o hacer balance de lo que fue el (si me lo permiten) truculento año 2011. Fuera lo que fuera, ahora forma parte del capítulo anterior. De nada sirve echar un vistazo atrás si no es para proyectar lo adquirido, en el futuro.
Por mi parte, el año se despidió con Sonrisas y Lágrimas en el sentido más amplio de ambas palabras. Le di un respiro a mi machacado y mustio corazón y me dejé emocionar por unas cancioncillas pegadizas con una melodía maravillosamente familiar. Y descubrí que no hay nada que me regocije más que una bonita y tierna historia de amor. ¡Aww!... Pero al caso, aparte de un ligero salto en el calendario, mi vida sigue sin cambios evidentes. Cierto es que continúo estudiando para mis exámenes de Enero (y desde aquí le envío un abrazo a C. por ser un buen amigo y aguantarme tantas horas en la biblioteca sin quejarse de dolor de cabeza), los vaqueros han encogido y me quedan más ajustados, tengo algo menos de pelo y de dinero, mis orquídeas están en peligro de extinción, mi horóscopo dice que en 2012 voy a seguir soltera y los lunes siguen siendo igual de detestable que siempre.
Mis ánimos van cayendo en picado al mismo ritmo que aumentan mis niveles de estrés en sangre aunque siempre hay un momento para dispersarse. Uno sólo.
Ya estamos en 2012, amigos. Si los Mayas se equivocan, veremos otra Nochevieja, pero para eso falta bastante aún. Mientras, sólo nos queda ponernos a funcionar, retomar las cosas donde las dejamos el 31 de Dic. (los que lo recuerden, ¡jajaja!) y continuar el camino por las páginas de nuestra nueva agenda.
No tengo la más remota idea de qué puedo esperar de los próximos 12 meses: con qué amigos quedaré (no en plannn cita), quién me invitará a salir (ahora sí en plannn cita), qué exámenes aprobaré (espero que todos), a dónde me llevará la vida (o Ryanair), qué vestido me voy a poner (para la boda de mi amiga K.), si me volverá a retwittear @el_gallo_maximo, a qué series me voy a enganchar (si acaba Anatomía de Grey) y así sigue un largo etcétera de incógnitas. Pero, entre tú y yo, si hay algo que tengo muy claro respecto al nuevo año es que no será en nada parecido a todo lo anterior ;)
Con mis mejores deseos para un ¡Feliz Año Nuevo!
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