10 enero 2013

Lo más difícil

Uno trata de vivir manteniendo el equilibrio. Al mínimo cambio, tratamos de compensarlo rápidamente para que ello no nos reporte malestar o nos lleve a una situación muy temida entre mortales... la adaptación, la aceptación, la transigencia. Tendemos a pensar -creo que con algo de acierto, que los viejetes son los que más difícil lo tienen a la hora de adaptarse a las novedades que les da el mundo. Pero qué hay de nosotros; acaso no nos cuesta también, poner en marcha el ajuste que ha de solucionar cualquier desequilibrio. Como el blanco existe para contraponerse al negro, y resulta que te gusta tanto el negro, que te olvidas de que el blanco es parte de la gama de color. Puede que hoy te pase como a mí: que no sepas reconocer dónde se encuentra tu desequilibrio y sea otra persona la que tenga que chivártelo. Y esto es un mal rollo. Primero, por no saber reconocer las parcialidades de tus inclinaciones y en segundo lugar, por tener que darle la razón a la persona que sí las sabe ver (háganle hueco a mi orgullo). Mi consejo entre tú y yo es que tengas cuidado con los defectos y los excesos con el complemento de nombre que quieras detrás. Lo bueno es que, una vez identificado, puedes poner el contrapeso apropiado, si quieres... 

2 comentarios:

  1. Es curioso que estos días haya reflexionado sobre lo mismo y, con sus más y sus menos, haya llegado a una conclusión bastante similar. Es bonito que otros se tomen el tiempo y le pongan ganas a plasmarlo en papel, blogs, redes, plumas, códigos binarios... Qué sé yo, las posibilidades son infinitas! Y más bonito aún es darnos cuenta de que tenemos más cosas en común de las que uno se cree. Coincidir por casualidad no es coincidir! Aunque nos empeñemos en aislarnos! ;) Feliz Jueves

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  2. Supongo que fue un paso importante decidir publicar lo que en principio iba a quedar en un documento privado. Pero si hay personas que pueden leerlo, compartirlo o estar en contra y disfrutar con eso aunque sea unos minutos de lectura al día, ya para mí es suficiente. Feliz jueves Anónim@!

    PD: nunca creí en las casualidades ;)

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