Después de otro verano demasiado maravilloso ha llegado otro comienzo de curso.
Sumo ya unos cuantos a mis espaldas pero nunca me canso de ellos. La expectación de los primeros días, el olor a libros nuevos, las bibliotecas vacías, las colas en secretaría, las caras conocidas por los pasillos, los vaivenes de fichas de las asignaturas y en definitiva, todos esos pequeños detalles hacen que volver sea una delicia. Lo que no es tan delicioso es retomar el ritmo sueño-vigilia pero no todo podía ser bueno. Ahora es tiempo de promesas, agendas sin estrenar y buenos propósitos para lo que está por venir. Y mientras pasan estos primeros momentos de reincorporación nos sacudimos la nostalgia de aquellos días de verano, ya lejanos, y nos ponemos manos a la obra con nuestros deberes. No podemos vivir anclados en el pasado, aunque queramos. Esto es lo divertido del asunto, proyectar entre tú y yo nuevos planes, nuevas ideas, nuevos cursos, nuevos amigos... ¡a saber qué está por venir!
¡Feliz comienzo de curso!
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Muelle en Muros, A Coruña |