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24 septiembre 2012

Odd

Plaza de España, A Coruña







  
 
 
Con frecuencia me sorprende la facilidad con la que olvido que hay gente en el Mundo que hace cosas muy muy raras; cosas que van más allá de las extravagantes desviaciones aleatorias normales de mi mente. 

¡Buenas noches!

23 septiembre 2012

Otro

Después de otro verano demasiado maravilloso ha llegado otro comienzo de curso. 
Sumo ya unos cuantos a mis espaldas pero nunca me canso de ellos. La expectación de los primeros días, el olor a libros nuevos, las bibliotecas vacías, las colas en secretaría, las caras conocidas por los pasillos, los vaivenes de fichas de las asignaturas y en definitiva, todos esos pequeños detalles hacen que volver sea una delicia. Lo que no es tan delicioso es retomar el ritmo sueño-vigilia pero no todo podía ser bueno. Ahora es tiempo de promesas, agendas sin estrenar y buenos propósitos para lo que está por venir. Y mientras pasan estos primeros momentos de reincorporación nos sacudimos la nostalgia de aquellos días de verano, ya lejanos, y nos ponemos manos a la obra con nuestros deberes. No podemos vivir anclados en el pasado, aunque queramos. Esto es lo divertido del asunto, proyectar entre tú y yo nuevos planes, nuevas ideas, nuevos cursos, nuevos amigos... ¡a saber qué está por venir! 
¡Feliz comienzo de curso! 

Muelle en Muros, A Coruña
                                         

28 julio 2012

Casi despierta

Siempre me pasa...

Los fines de semana casi siempre hago planes por separado entre mis padres y yo. Si ellos salen yo me quedo, y al revés. De modo que, si elijo quedarme, cuando me despierto los sábados o los domingos, aún en fuera de juego y antes de que alcance mi taza de café, mis padres y mis hermanas ya están preparados para marcharse. Entonces se me acercan y me sueltan la retahíla de cosas que tengo que hacer como poner la lavadora, preparar algo para el almuerzo, llamar a alguien... Claro que mi cerebro aún está en fase REM. Para cuando han terminado, el café está casi frío pero he conseguido abrir un ojo. Mi familia no capta la idea de que a algunas personas les cuesta más que a otras despertarse. Mi padre es el primero en levantarse y cuando aún estoy en la cama, ya oigo la música de George Michael sonando en el salón. Cuando enfoco el pasillo, él ya está vestido y preparado para salir. Al llegar al baño, alguna de mis hermanas lo tiene requisado para su sesión de "peina y maquilla" y para cuando me arrastro hasta la cocina mi madre aparece precediendo a una nube de perfume o laca. Así no hay quien viva...   

24 julio 2012

Sinceramente, un no placer

Por supuesto, este post va sobre no conocer gente.
Reflexión de hoy: las últimas tres personas que no he conocido.
A! El chico que arregló los porteros del edificio donde vivo. 
Bueno, no es que tuviera que enseñarme su arbol genealógico, pero creo que lo mínimo después de entrar en mi casa a arreglar el telefonillo era decir un genérico "Hola" seguido de su nombre. Yo lo hago cuando me presento a un paciente que veo por primera, segunda, tercera e infinita vez. En fin, él se lo perdió. 

B! Una antigua compañera de mi madre de cuando hizo el curso de Auxiliar de Enfermería. 
¿Sabes ese incómodo silencio cuando vas con alguien y no te presenta al encontrarse con otra persona? ¡Ouch! A mi ego le duele, más que nada porque es como si no existiera. Vale que puede ser una persona a la que nunca más vuelvas a ver pero, alguien que trabaja en digamos, la entrada a una superficie comercial tan transitada como un Carrefour, pues da que pensar. Sep, porque entre tú y yo sabemos que probablemente volverás a ver a esa persona muchas más veces. Lo peor es que, cuando pase el tiempo, creerás que te has olvidado de su nombre y lo que ha ocurrido es que sencillamente, nunca te lo dijeron. 

C! El peor de los casos, no una persona sino ¡un grupo de personas! Amigos guay del pasado de un amigo mío. 
Guau, ahí sí que se palpa el efecto "ignoring" que te hacen. Imagina la situación... Vas caminando por la calle con tu amigo R. cuando de frente viene un grupo de personas que, al verle, estallan en un común "¡eyyyyy!" (en jerga canaria significa 'Hola, ¿cómo estás? ¡cuánto tiempo amigo! Te he echado de menos pero te veo bien así que cuéntame cómo te ha ido'). Claro ellos empiezan a hablar y enseguida se enzarzan en un intercambio de batallitas de los últimos 5 años en los que no se han visto ni hablado. ¿Y cómo reconocer que eso va para largo? Porque mi amigo se pone las manos en los bolsillos y pose de interesado. Mientras, yo sigo allí plantada (allí... allí... allí...) (eso era el eco de mi voz).

Hola, soy nadie, ¿que tal? Un no placer.   

10 julio 2012

¡Achús!

 



 
 
Te preguntarás qué clase de pesona tonta pilla un resfriado en pleno verano. Pues yo. Y ya llevo cinco días con pastillas. Cuidado, que no vuelen gérmenes entre tú y yo, no quiero convertirme en el nuevo origen de alguna cepa mutante.

29 junio 2012

Campamento de verano

No. No tengo pensado trasladarme al monte y menos con este calor asqueroso. Porque las acampadas nunca fueron lo mío y porque... ¿allá arriba hay wifi?
El campamento para Deb se limita a la casa. Con tres hijas, mi madre no puede tolerar que no nos convirtamos en mujeres de provecho mientras ella viva. Sí, mi madre es de la vieja escuela. Con el cambio de los tiempos se ha ido adaptando así que ahora simplemente se defiende diciendo "nunca está de más que sepas...". Sigue la frase con cocinar, planchar, limpiar, fregar, barrer, poner la lavadora... lo que quieras. Desde el primer día de vacaciones nos mete caña. Y además aprovecha tanta ayuda para hacer las tareas más pesadas como cambiar las fundas de los sillones, reorganizar altillos, lavar toda la ropa de cama y demás.

Lo que más me gusta es el momento cocina. Me engatusa para preparar un plato que me gusta y mientras vigilo que no se chamusque al fuego me inquiere preguntas del tipo:
   - "¿tú cómo lo preparas?" o "¿tú qué le echas?";
   - yo respondo con un "yo que sé, ¿orégano?".
   - Entonces ella dice "no no, mejor perejil".
   - Yo digo "pero es que a mí me gusta con orégano".
   - Ella sentencia "ya, pero es que eso lleva perejil".
Astutamente termino haciendo mi plato a su gusto. Pero ya estoy acostumbrada a transigir. Entre ella y yo es mejor así; menos bronca para mí y platos mejor sazonados para ella. Recuerdo que la quiero y la hago feliz haciéndola creer que estoy procesando lo que me cuenta aunque en el fondo, me da un poco igual el orégano y el perejil. Es que mi madre... requiere mucha atención y energías. Obviamente, no todo el monte iba a ser orégano. 

¡Feliz Viernes!

18 noviembre 2011

Cenando a dos velas

Desde que empezó el curso, en mi casa 24 horas no son suficientes para vivir. Siempre sobran tareas y falta tiempo para hacerlas. De manera que empezamos por posponer asuntos como: los amigos, las series y las citas. Más tarde fueron las comidas y los cotilleos aunque hemos conseguido matar dos pájaros de un tiro compartiendo el cotilleo con pan en el almuerzo a las cuatro de la tarde. Siempre hay aunque sea un minuto para recordar lo que era ser "normal". A estas alturas del curso nos hemos visto obligados a posponer la compra de la semana para el sábado con lo que, los viernes nos peleamos por lo que queda en la nevera sin comer y sin caducar. El viernes pasado fue esto: 

Es curioso lo que puede resultar de mezclar cosas que, en condiciones normales, no probarías. ¿Por qué dejar de saborear una galleta Príncipe con el café con leche? ¿Por qué no probar el pan con Ketchup un viernes por la noche? Aunque a priori mojar el pan en ketchup pueda parecerte asqueroso, a veces, la gastronomía sorpresa puede dejarnos con buen sabor de boca. En ocasiones la vida nos fascina permitiéndonos posar un "no está tan mal" sobre tantas y tantas posibles degustaciones, algunas más sabrosas que otras: la galleta en el café, el pan en el ketchup, el chico del teléfono... ¡ah! que esto no te lo he contado. Bueno, será el postre de la semana. Porque, entre tú y yo, no hay postre sin cena y porque aquello que vale la pena merece un bocado. 


¡Ñam! ¡Ñam!
¡Feliz Lunes!