08 junio 2019

Improrrogable

De siempre he querido un sillón. 
Porque pensaba que un sillón es un cómodo elemento decorativo para un salón o habitación con poderes mágicos para atrapar la inspiración. Ideas de escritora novata. La cuestión es que ese pensamiento poderoso hace que se geste una idea o intención. Si creemos que un sillón sirve para conseguir resultados, en este caso: páginas escritas, por qué no plantearnos adquirir uno. Muy sencillo. O no. 

El diván... no es lo mismo. Eso es para el loquero y entre tú y yo se trata de escribir. He ojeado y hojeado catálogos y webs de sillones durante años pero nunca ha llegado al producto de esa búsqueda. Primero por falta de dinero (en mi época de estudiante). Luego, por falta de espacio (en el piso). Y a mi alrededor otros se me han adelantado en la primicia estrenando sillones para otros menesteres como la lactancia o masajear al gato. 

Con el tiempo uno se hace un máquina en esto de la moratoria. Primero empezamos por postponer los pequeños antojos y los caprichos porque no son necesarios; luego uno aplaza los grandes sueños con un alto interés sin saberlo, y así hace con las vacaciones, el coche o hasta la casa terminando por postergar hasta la Vida. ¿Sabes lo que te digo? Que estoy mirando de nuevo anuncios de sillones y probando más de uno porque sigo queriendo ese sillón para escribir. Tanto si sirve para obtener algún parrafillo bueno como si no. 

Qué te parece si hoy me haces caso y dejas de aplazar... Porque ser feliz es improrrogable. 

05 junio 2019

Lugares perdidos

Hay lugares entre tú y yo que parecen hechos para pasar algunos días perdidos.
O simplemente para los que se encuentren perdidos. 
Arrieta, Lanzarote

31 mayo 2019

Conmigo en Londres: 5 lugares poco conocidos

En otra vida podría haberme ganado el pan siendo guía turística. Si hay algo que se me da bien es orientarme con los mapas y, con diferencia, la ciudad que mejor conozco es Londres. 
Es que las calles de Londres las llevo grabadas en mi cabeza, siempre. Una vocecilla suena dentro de mí diciendo "Mind the gap" todo el tiempo. Cada vez que llueve para mí no huele a lluvia, sino que huele a Londres. Me ha parecido interesante, ahora que es verano y la gente empieza a viajar, compartir entre tú y yo 5 lugares poco conocidos de Londres. Y por qué 5 lugares: porque he estado ya 5 veces. Y nunca defrauda y nunca deja de sorprenderme ni de enamorarme.

1) One New Change. Puede que ya no sea tan novedoso pero me sigue sabiendo mal que los turistas paguen la carísima entrada a St. Paul's Cathedral para disfrutar las vistas de la City. Esa visita también está bien pero lleva más tiempo y no permite apreciar la belleza del propio edificio. Si lo que deseas es hacer fotos del skyline sin perder varias horas en ello te viene mucho mejor dar con el One New Change. Se trata de un pequeño centro comercial, bien camuflado frente a la catedral, con algunos restaurantes y cafeterías (incluido un Mark&Spencer bien surtido), tiendas de moda y estupendos baños de libre acceso. Tiene una terraza abierta en el piso superior disponible desde las 6 am hasta la medianoche todos los días. Lo mejor: es gratis. Hasta donde yo sé, sólo se accede a través de un ascensor de cristal que tiene una panorámica preciosa de la catedral.



2) Tate Modern Blavatnik Building Viewing Level. La impactante galería de arte moderno Tate Modern ha estrenado recientemente una nueva terraza en el piso 10 de su edificio anexo desde donde puedes obtener una visión 360º de una buena parte de la City. También es gratis. Se accede por la fachada trasera de la galería, cuenta con varios ascensores (ojo, no todos suben al último piso) y escaleras por si te animas. También tiene su correspondiente cafetería, restaurante y tienda de recuerdos.




3) y 4) Queen's House y National Maritime Museum en Greenwich. No lo sabía pero este precioso edificio blanco y con columnas en el corazón del Parque de Greenwich se construyó originalmente como casa para el uso de varias reinas en 1616 y alberga en su interior el Museo Nacional Marítimo. Ambos edificios pueden visitarse de manera gratuita. Para mí son el mejor plan para el domingo. Queen's House es pequeña, se visita en menos de 1 hora y tiene un laberinto de salas que te hacen viajar en el tiempo y desde cuyas ventanas se puede admirar el parque. El Museo Marítimo por su parte no tiene nada que envidiar a otros museos más populares de la ciudad, sus colecciones de detalles marineros y objetos náuticos son casi infinitas y su mayor tesoro son las pertenencias de Lord Nelson en la última planta de arriba.




5) Canary Wharf. A mí me hace especial gracia porque soy de Canarias y, sin tener nada que ver con el origen del nombre, es mi sitio favorito de toda la ciudad. Se trata de un pequeño distrito al este (zona 2/3) que ha llegado a ser un gran centro de negocios, a un paso del London City Airport y del O2 arena, que se encuentra de camino a Greenwich. Cuenta con una de las estaciones de metro más grandes e increíbles de Londres, una galería comercial subterránea envidiable llena de pasadizos que te llevan de un edificio a otro con tiendas, un Waitrose tremendo y cafeterías de todo tipo. Todo ello en medio de los mismísimos Docklands: una zona salpicada de puentes, algunos de ellos móviles, sobre pequeños canales por donde aún circulan embarcaciones de vela. ¿Tú lo entiendes? Se llega en metro (Canary Wharf, Jubilee Line) o con la vistosa línea de los Docklands, desde Bank o Tower Hill, con vagones automáticos y sin conductor (Heron Quay, Canary Wharf o South Quay, DLR).






Espero que te sea útil. Úsalo bien ;) 
¡Feliz fin de semana!

28 mayo 2019

Agridulce

Porque no sé de qué otra manera puedo llamar a esta no-despedida. 
No puedo dejar de contarte cómo fue la partida de mi Centro de Salud; ese sufrido consultorio que me ha visto pasar de medicoblasto asustado a médico residente o "resistente" a medicucha de familia.

Como toda batalla que está llegando a su desenlace y pasa por esa fase de tensión. Agrio. Yo me encontraba con el siguiente panorama: mi tutora ya había dado su voto de confianza definitivo y me había permitido (si no, empujado a) asumir la consulta por mí sola durante los últimos 15 días de trabajo bajo estrecha supervisión pero sin contar con ayuda para aprender a "gestionarme". Eso incluía: la consulta con una agenda de 36 pacientes citados, tramos de incidencias, informes, domicilios y los "extras" (esos pacientes sin cita que necesariamente tienes que ver tú y pueden llegar a ser hasta 12 ó 15 al día). Partes de baja/alta laboral, recetas, efectos inesperados a medicamentos, altas hospitalarias después de largos ingresos, cirugías inminentes o, desgraciadamente, neoplasias de reciente diagnóstico. A todo hay que hacerle su hueco.

Yo creo que no lo llevaba mal, como residente uno aprende mucho mediante el ensayo-error y, como le dije a mi tutora, entiendo que "a veces está bien estar desbordado, así uno ve de lo que es capaz". Lo que no estaba planeado era un giro en la historia. Mejor dicho, un giro en las ruedas del coche por una absurda distracción que me envió directamente a la cuneta de la autovía cuando iba una tarde al trabajo. ¡Un susto! Por suerte la chapa del lateral izquierdo recibió todo el impacto y estoy agradecida porque el único daño que hay que lamentar fue el que sufrió mi tarjeta de crédito tras los arreglos. Dulce. Este pequeño incidente ocasionó que pasara mis últimos días de trabajo con baja laboral, dolor cervical en rehabilitación y una sensación entre agria y dulce de susto, escasa frustración por no poder ni despedirme y, a la vez, un gran alivio porque puedo contarla sin secuelas.

De hecho, yo estoy mejor y mi pequeño ya está fuera del taller y con su primera revisión de ITV hecha. Un final a lo Juego de Tronos: poco épico, un poco así, de aquella manera... agridulce, pero igualmente un final.

Ya sabes: disfruta de la semana, se feliz  y...
 ¡ten cuidado en la carreteeera!