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18 noviembre 2011

Cenando a dos velas

Desde que empezó el curso, en mi casa 24 horas no son suficientes para vivir. Siempre sobran tareas y falta tiempo para hacerlas. De manera que empezamos por posponer asuntos como: los amigos, las series y las citas. Más tarde fueron las comidas y los cotilleos aunque hemos conseguido matar dos pájaros de un tiro compartiendo el cotilleo con pan en el almuerzo a las cuatro de la tarde. Siempre hay aunque sea un minuto para recordar lo que era ser "normal". A estas alturas del curso nos hemos visto obligados a posponer la compra de la semana para el sábado con lo que, los viernes nos peleamos por lo que queda en la nevera sin comer y sin caducar. El viernes pasado fue esto: 

Es curioso lo que puede resultar de mezclar cosas que, en condiciones normales, no probarías. ¿Por qué dejar de saborear una galleta Príncipe con el café con leche? ¿Por qué no probar el pan con Ketchup un viernes por la noche? Aunque a priori mojar el pan en ketchup pueda parecerte asqueroso, a veces, la gastronomía sorpresa puede dejarnos con buen sabor de boca. En ocasiones la vida nos fascina permitiéndonos posar un "no está tan mal" sobre tantas y tantas posibles degustaciones, algunas más sabrosas que otras: la galleta en el café, el pan en el ketchup, el chico del teléfono... ¡ah! que esto no te lo he contado. Bueno, será el postre de la semana. Porque, entre tú y yo, no hay postre sin cena y porque aquello que vale la pena merece un bocado. 


¡Ñam! ¡Ñam!
¡Feliz Lunes!

06 noviembre 2011

En esencia

Lo que importa muchas veces son los pequeños detalles y las pequeñas alegrías; los pequeños momentos que después recordarás como los más grandes; las risas cómplices y las charlas de pasillo; las breves reseñas y las pequeñas aclaraciones; los silencios compartidos y las miradas que dicen tanto; esa pequeña parte de ti que dejas conocer y los pequeños secretos que quedan por siempre entre tú y yo... todo ello. Delicadamente enfrascado. Deliberadamente atesorado.

Lo demás... son menudencias.

12 julio 2011

Yo dije; él dijo

Todo palabras. Más volátiles que nunca, imperfectas como siempre.
¿Por qué en una discusión entre dos, el que habla más alto lleva razón?
       Aplícalo a la conversación que quieras; ya sea con un un amigo, con alguien que es algo más que un amigo, con un profesor, jefe o un completo desconocido. A mí no me ha pasado pocas veces. Conmigo va el signo de la discordia y a menudo suelo disfrutar de una buena polémica... hasta que el otro tiene razón. Entonces es hora de una retirada digna y se acabó. Admito que él tenía las de ganar. Rara vez elevo el tono de voz (no grito, a menos que me vea obligada). Razono a partir de aquello que sé, aunque no lo pueda demostrar. Y sobre todo, por encima de todo, no me escudo en falsos pretextos ni jerga infantil del tipo "porque no" y "porque sí".

       Impertinente... sí, entre tú y yo, soy un pelmazo de mujer.


       Creo que tener diferentes puntos de vista y defender cada uno el suyo es algo totalmente sano, deportivo y necesario. Respeto a mi oponente y he aprendido a aceptar los dos posibles resultados de cualquier debate (ganar y empatar). Vale, lo admito... me gusta discutir. Pocas discusiones pueden desconcertarme. Pocas personas pueden hacerme perder la paciencia, amasada pizca a pizca a lo largo de los años. Pocos asuntos pueden exaltarme de manera importante. 

       No es ya a nivel personal sino académico más bien, donde me he encontrado en situación de conflicto. La piedra en mi zapato se llama sugestión de prestigio. Esto sí que es un problema para mí -saber que mi palabra no significa nada "porque no". Qué necedad por nuestra parte haber permitido que algunas personas crean que juegan con el factor autoridad a su favor y que éste les confiera alguna clase de poder especial "porque sí". El único juego posible es tu palabra contra la de él; y si dice "yo no dije eso" más alto que tú, ya sabes lamentablemente, quien tiene las de perder... 

Por supuesto, la culpa es mía. 

       Por pensar que vivía en un mundo de personas cuya valía no se medía ni se enmarcaba para colgar en la pared; por pensar que podíamos tener una lucha de iguales; por pensar que la justicia era ciega cuando a veces, te mira por encima del hombro. Sin duda sé que dos no discuten si uno no quiere pero, por favor, nunca quieras ganar una pelea conmigo por el "yo no dije eso" si sabes que lo dijiste.     

¡Feliz martes!

08 julio 2011

Segundas oportunidades

       Seguro que todos tenemos algo que lamentar: no haber escogido aquella otra carrera, no haber comprado aquel vestido en rebajas, no haber participado en aquel concurso, no haberle dicho te quiero... Y seguro que todos soñamos con que se nos conceda una segunda oportunidad.
       Pero, ¿qué quieres que te diga? A lo largo de los años me he ido cansando de esperar esa nueva oportunidad y mi actitud al principio receptiva se ha ido convirtiendo en más bien, pasivo-conformista. Por eso, cuando las cosas no me salen bien simplemente me digo: puedo aprender la lección (y de hecho, la mayor parte de las veces la aprendo). Me muerdo el remordimiento de pensar en aquello que pudo ser y no fue; reconozco que cometí un error y enmendarlo/superarlo/olvidarlo será sólo cuestión de tiempo.

       Poco a poco, este mismo patrón se repite y así se convierte en rutina y la rutina moldea nuestro carácter. Aceptamos abiertamente que nuestros fallos sólo se pueden resolver con una nueva oportunidad que es difícil de conseguir; qué injusta es la vida que no nos permite avanzar, obtener más. Una vez más proyectamos nuestras faltas y libramos nuestras espaldas de la pesada carga de la consciencia y de la responsabilidad de nuestras malas decisiones. 
Y nos escudamos en este argumento; como si fuera creíble. 
De hecho, nos lo creemos. 
       Hasta que, de repente, un día cualquiera la vida te regala la oportunidad de enmendar un error pasado y empezar de cero. Llevas tanto tiempo concienciándote de que no vas a recibirla que, cuando llega, te quedas perplejo. Pero no lo dudes un instante, no juegues con la caprichosa parcialidad del destino y acéptala. Si te llega, ¡no la dejes escapar! Somos los peones del Universo: cruzamos el tablero de casilla en casilla, solitarios, en silencio; pero lo cruzamos.
Entre tú y yo, si algún día nos toca avanzar el doble 
será porque la jugada vale la pena, ¿no crees?
¡Buena partida! 

03 julio 2011

En 1 segundo

... pueden ocurrir muchas cosas. 
En un momento estás bien y al siguiente estás encajando una mala noticia. Sostienes el golpe como puedes; incluso tratas de sonreír. Entonces recibes otro. Exhalas un suspiro interminable. Y cuando menos te lo esperas, la vida te golpea otra vez. Esto te cambia la cara y el color del alma. Evalúas las puertas que se te han cerrado, lo que pierdes y las oportunidades que no tendrás. Tienes miedo. Te preguntas cómo ocurrió, cómo te sientes y cómo lo sobrellevarás; pero no te vienen las palabras. Mueren mil planes y objetivos que tenías en mente y que ya no podrás realizar; los ves desaparecer. Difuminas las sombras con lágrimas y matizas con dolor tu expresión. Sientes la impotencia de quien no puede nadar contra la poderosa corriente de la vida y sólo... se deja llevar.

Es ley de vida adaptarse y cambiar pero entre tú y yo, no hay sitio para ello en este segundo.

30 junio 2011

Hoy cocino para mí

       Antes de empezar... ¡buena música bien alto!


       Ahora, manos a la obra: hoy toca champiñones revueltos; receta propia. No se por qué no como sola más a menudo... bueno, siempre que puedo lo hago en familia; y cuando no, es porque no tengo tiempo para el almuerzo. Lástima, porque me gusta preparar los platos a mi gusto. Champiñones, ¡a la sartén!

       La ausencia de palabras, la concentración para preparar cada ingrediente, el juego de manos y utensilios. Armonioso, sistemático, rápido. Picamos el chorizo y lo echamos a la sartén también; mezclamos y añadimos un poco de aceite; fuego sin prisa pero sin pausa. 

       Ahora el toque personal. Esa pincelada propia con la que sazonamos la vida. Para algunos puede ser la risa; para otros, la ironía pero todos tenemos el nuestro propio. Para mí es el orégano. Algunas personas se conocen muy bien y otros, en cambio, tardan años. Hay personas que se miran en el espejo y lo ven vacío, si quiera un reflejo difuso. Hay personas a las que les lleva una vida conocer su vida y son los mayores extraños para su propia persona. ¿Por qué no ven lo fácil que es conocerse? ¿Por qué no ven lo fácil que es quererse?

       Ahora batimos el huevo y cubrimos con él el contenido de la sartén. Aún así no veo claro que apreciar quien soy me haya facilitado encontrar a más personas como yo. Al contrario, en cada ocasión en la que me he visto reafirmando mi postura (llámalo cabezonería -no te contradigo), he visto cómo se me cerraban puertas. Muchas de ellas me han conducido a la mesa individual en la que me toca comer hoy. No te olvides de remover.

       Entonces, ¿por qué no callo alguna que otra vez? Pues porque yo valgo más que ese silencio. La persona que soy es el proyecto resultado de 21 años de trabajo, ¿cómo negar ahora una parte de mí? No. Prefiero ver cerrarse una puerta (tras otra). Ceder en mi personalidad para agradar a los demás no es una opción. Así soy he decidido ser; para bien o para mal. Claro que nadie es perfecto, pero si se me quema la comida hoy... mañana me acordaré de rebajar el fuego.

       Muchas palabras cruzadas a destiempo y oportunidades estrelladas en la pared me han conducido hasta aquí. Un salvamantel y un servicio (de momento). Pero no por ello me detengo, no. Sigo cocinando mientras espero que venga aquella persona que, entre tú y yo, convierta el alumerzo para uno en cena para dos

¡Buen provecho!

29 junio 2011

(entre paréntesis)

(Me gusta hacer paréntesis).

(Me gusta pensar que puedo sacar de la nada, unos minutos de nada, que no significan nada y en los que, sin embargo, puede ocurrir de todo). (Son el espacio en blanco de mi existencia que decido llenar con lo que quiera, cuantas veces quiera). (Parece curioso que, para encontrar un ápice de libertad, tenga que buscar en el limitado espacio de infinito que cabe entre dos paréntesis). (Ya sea unos segundos para pensar, unas horas de descanso o unos meses de pausa en una relación; lo que ocurra en el paréntesis no saldrá de él). (Sé dónde lo empiezo y dónde lo termino; lo que ocurra dentro es cosa sólo mía). (Pero no pienses que me olvido de ti, porque y yo siempre vamos juntos y por supuesto, lo que hablamos queda entre paréntesis).
 
(Me gusta hacer paréntesis).

28 junio 2011

(Re)encuentros en la 3ª Fase

Está ahí, ¡no mires! espera...  
Da media vuelta, vamos a coger los yogures.

   Cómo, con astucia. Cuándo, siempre que puedo. Dónde, en cualquier lugar. Plan B, luego te cuento...
 
   No hagas clic en este post si no quieres saber lo antisocial/antipática que me he vuelto soy. Porque de eso va, de cómo he llegado a evitar a mis antiguos compañeros del colegio en el supermercado. Triste, pero cierto.


11 junio 2011

A veces me gustaría...

Cerrar los ojos y no estar aquí al segundo siguiente;
ser volátil para escapar de aquello que me ata al suelo,
y poder llevar el resto de mí, con mi cabeza -al cielo.
Entre tú y yo, a veces me gustaría ser inexistente...
... o al menos parecerlo, aunque fuera por un momento. 

07 junio 2011

formación reactiva

En secreto te diré que a veces me gustaría detener el tiempo,
prolongar indefinidamente un suspiro, un pensamiento y coger al vuelo alguna idea.

En secreto te diré que el tiempo no es oro ni es dinero: es tiempo,
avanza medido y solitario por las horas de la vida; sin detenerse, sin retroceso.

En secreto te diré que vivo corriendo por no querer correr, 
sino por querer engañar al calendario y robarle si quiera un minuto cada atardecer. 

En secreto te diré que me muevo por el mundo a contrarreloj,
para adelantar al secundero en un despiste y poder así atrapar el tiempo entre tú y yo.  

06 junio 2011

La vida es una tómbola

¿Cómo llamarlo si no?

Cuando sin importar la estación, el sol no deja de brillar;. 
Cuando compruebas que tu vaso está medio lleno y aún queda chocolate en la nevera;
Cuando descubres una viruta de felicidad en tu día a día;
Cuando la vida te sorprende dejando en tu puerta aquello que tanto andabas buscando;
Cuando sabes que, pase lo que pase, todo va a salir bien;
Cuando te das cuenta de que necesitas a alguien y te preguntas cómo has podido vivir sin él todo este tiempo;



       Hoy mi alma curiosa quiere jugar a la ruleta con la respuesta. Me pregunto por qué; me pregunto cómo. No pretendo conocer los oscuros misterios que encierran el perfecto mecanismo del Universo. Eso es algo que, ya sé, está fuera de mi alcance. Pero esta tontina pregunta no deja de rondarme el pensamiento y la mirada. Algo me estoy perdiendo: algún detalle, alguna pista. Observo; concienzudamente; mi mente maquinando. Nada. Y yo sigo pensando qué sera lo que mueva al mundo. La suerte, el destino, la fe... todas soluciones posibles, a cada cual más inverosímil. 

       Recuerda durante un segundo algún momento de tu vida en que hayas sentido la fortuna contigo. Esa sonrisa nerviosa y fugaz, el brillo en la mirada, un súbito estremecimiento de emoción. Intentamos retenerlo pero se nos escapa de entre las manos y queda atrapado, presa de las telarañas del tiempo. ¿No te cuestionas como yo, qué pudo traer ese acontecimiento hasta ti? Sin importar demasiado de qué se trate: el coche que querías, la llave que perdiste, el chico que soñabas. 

       Creo que todos por igual fantaseamos con diferentes planes; pero nadie nos enseña cómo reaccionar cuando los conseguimos. Me parece muy curioso como la vida -generosa, en ocasiones extiende sus brazos hasta nosotros y nos pone en el camino aquello que deseamos. 

       Entre tú y yo, ¿qué te parece si lo llamamos suerte?
       No nos engañemos: nunca lo sabremos.     

¡Feliz Lunes!

31 mayo 2011

Mirando, comprendiendo

El arte siempre ha sido definido como toda actividad de la que se obtiene un producto con finalidad estética o comunicativa. El artista es aquel que produce obras de arte. 
Yo creo que la obra en sí misma no es el fin, sino el medio. Así como el artista es aquel que, sírviéndose de la brocha como único elemento de trabajo, consigue pintar infinitos sentimientos o ninguno. La meta del artista no es sólo ser visto, sino comprendido.  
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Por esto creo que el arte es el misterio de las mil palabras omitidas. Un vistazo; un segundo. A veces no hace falta más y otras, requiere toda la vida.
Pero, entre tú y yo, nadie dijo que comprender lo que hay bajo la superficie de cada uno fuera tarea sencilla. Hay tantas ausencias significativas y significados vacíos... La mayoría de las veces nosotros mismos podemos encontrarnos perdidos dentro de un sencillo marco pero es que cada persona es un mar de profundidades por descubrir.      
 

30 mayo 2011

¿Cuál es tu imposible?

       ¿No has tenido alguna vez la sensación de que la vida te coloca delante aquello que anhelas y que, en lo más profundo sabes, que nunca tendrás? Todos tenemos nuestros imposibles: aquella villa en la costa, el viaje de tu vida, el chico independiente que no se compromete... 

       Muchos vivimos creyendo que todo es posible, que tenemos en nuestras manos cuanto necesitamos para tener aquello que deseamos. No sin esfuerzo, no sin quererlo. Cerramos los ojos; borramos de la mente esa palabra tan molesta.. ¿cómo era? Imposible ... ¡sí, mejor! Damos un paso adelante; y luego, otro... y luego, muchos más -los que hagan falta. Y así, de esta manera casi inconsciente guiamos nuestra vida hasta que alcanzamos nuestros deseos. ¿Por qué no querer atrapar la luna? Nada está demasiado lejos; al final, no importa cuántas personas jueguen a tu lado: la vida es un juego en solitario donde las distancias las pones tú.
    

        ¿Qué ocurre con aquello que se nos resiste? Tener en cuenta que el verbo poder no se conjuga en negativo la 1ª persona de indicativo: yo no puedo. Lo mejor es empezar con el intento -que puede convertirse en logro. Porque aquel que nunca arriesga, no genera la oportunidad de conseguirlo -así como el que nunca juega, no podrá ganar. Pero sobre todo, es importante no rendirse, no dejar de intentarlo porque el día que dices "no puedo" te cierras puertas, te alejas... No dejes que esto te ocurra. 

       Creo (porque quiero creer) que cuanto se presenta ante ti en la vida, está a tu alcance. Con mayor o menor dificultad, si es lo que deseas: es tuyo. Además, entre tú y yo, las metas más difíciles son las que más valen la pena, con las que de verdad se saborea la victoria ...¿no merecen acaso el intento? 

     Por eso hoy deténte; piensa un suspiro; busca entre las estanterías de tus profundidades aquello que quieres y hazlo tuyo.

¡Feliz Lunes!

27 mayo 2011

La verdad es que hoy...

... me apetece tomarme un mojito. 
¿Qué? No todo va a ser filosofía :)
¡Venga! Un chin-chín entre tú y yo.














¡Feliz tarde y buen comienzo de fin de semana!

24 mayo 2011

Me presento

Normalmente se escribe cuando se tiene algo que decir: relatamos, opinamos, enseñamos a los demás quiénes somos nosotros, qué hacemos... Tenemos una idea y al momento, las palabras fluyen solas; vemos cómo se colocan, revoloteando apresuradamente en la pantalla mientras hilvanamos nuestra historia párrafo a párrafo. Con más o menos entusiasmo, con mayor o menor sentido literario. Y así, sin saber del todo cómo, ocurre: en un clic conectamos con el mundo.

Andaba vagabunda -con mis pensamientos, hablando en voz baja y dejando que las palabras se me escaparan de entre las manos. Hasta que di con una buena lazada. Ningún motivo concreto me ha traído hasta aquí y, a la vez, tengo todas las razones para creer que esto puede ser una idea brillante. 

Me alegro de haber creado este sitio y que sea el pretexto de poder juntar en un mismo párrafo un par de tazas de café, ideas a miles y, de nuevo, algo de alboroto entre tú y yo.