Si es la primera vez que entras en este blog te parecerá que siempre esté hablando de bolsos; pero es que lo que me pasó hoy tiene que estar escrito en alguna parte porque fue muy divertido.
Esta mañana salí con mi madre a mirar tiendas varias, a desayunar en IKEA y a sentarme en su sillón EKTORP -anhelo de mis fantasías (sin comentarios). El caso es que acabamos en una tienda de ropa; y bolsos. Me acerqué a unos estantes donde había una variedad de bolsos de fiesta y me acordé que necesitaba uno para combinar con el traje que iba a llevar a la boda de mi amiga K. en Septiembre. Había unos cuantos que eran de idéntico color pero eran o muy rígidos, o muy brillantes, o con unas flores que rayaban la horteridad así que seguí dando vueltas por la tienda hasta que, en el interior, di con otro estante y allí, encontré mi bolso ideal :D
Era perfecto. Llamativo pero discreto. Pequeño pero práctico. Y el color, ¡juraría que el mismo!
Se lo enseñé a mi madre que dió curiosamente su aprobación (vaya, por una vez estamos de acuerdo) y me dijo que me lo colgara del hombro frente al espejo. Al ir hacia allí, vi que había una madre con su hija en la cercanía y pensé que seguramente se reirían al verme con un bolso tan original. No dijeron nada. Y yo estaba tan contenta con mi hallazgo que poco me importaban las miradas de los demás. Mi madre, como siempre, me dijo que me lo pensara mientras ella seguía mirando lo que le quedaba de la tienda. Así que decidí llevármelo en la mano y pasearlo por toda la tienda, detrás de mi madre, cantando sus alabanzas a proa y a popa. "Pero mira qué práctico", "tiene hasta un bolsillo interior", "me encantan los adornos que se mueven al caminar", "es que los otros son demasiado rígidos y no me cabe nada dentro".
Cuando mi madre se cansó de mirar (o de aguantarme la cháchara) fuimos a la caja. Estaba rebajado, así que con mayor razón era el bolso perfecto. Fue entonces cuando, en el momento en que le damos el dinero a la dependienta se acerca una clienta (¡la que estaba en el espejo con su madre!) y le dice a la dependienta "Perdona, ¿me puedes decir cómo se abre el bolso?". Yo pensé -al tiempo que mi madre y yo mirábamos hacia ella- "Qué tonta, no sabe abrir un trist...". ¡Ouch! Allí estaba ella, con el mismo bolso que el mío, en otro color.
I can't believe it! :O
Entre tú y yo, creo que tengo razón cuando digo que las personas con estilo vamos marcando tendencias, yeah! jajaja!
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Algún día yo también tendré mi sillón ektorp... Es que me encanta *.* Un rinconcito así para escribir puede ser ¡el mejor lugar en mi mundo! |