Mi amiga Y. sí que la entiende perfectamente. De hecho me parece que todo lo que lleve la etiqueta "vintage" esté hecho para ella pues sabe darle estilo a cualquier pieza. Y vaya si le sienta. La máxima extravagancia en ella queda en armonía y le confiere ese garbo al caminar del que sólo ella puede presumir. Pero yo...
Yo, que me he recorrido las mil calles del barrio Vintage, que he saqueado sótanos con Chanel y recorrido Portobello Road hasta el final (ida y vuelta)... yo, sigo sin dejarme seducir por el bolso más vintage. En mi casa tengo una caja llena de cachibaches viejos que me parecen eso, viejos. Quizá la falta de visión me hace pensar en esas cosas más como piezas de colección que de vestuario. Aunque es verdad que no soy insensible a la moda y me gusta pasear por la calle a la espera de ser sorprendida por alguna prenda rara o, como me ocurrió ayer en un centro comercial, por un bolso de cocodrilo clásico en manos de una mujer joven. Fascinantemente curioso.
Entre tú y yo, me gusta pero no es para mí...
Portobello Rd, London 2010 |