Una gran verdad sobre mí: nunca me cansaré de hacerlo. Ya sea de día o de noche; esté en medio de la ciudad o en el campo; más rápido o más despacio; con las ventanas abiertas o cerradas; con lluvia, viento o sol. Quizá mi error sea confiar demasiado en un buen motor sin importar el chasis, pero cuando circulas a la velocidad que me muevo yo, el color es lo de menos. Me apasiona conducir (rápido). Y esto entre tú y yo no es un spot de BMW.
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18 diciembre 2012
My car, oh! so fast
Una gran verdad sobre mí: nunca me cansaré de hacerlo. Ya sea de día o de noche; esté en medio de la ciudad o en el campo; más rápido o más despacio; con las ventanas abiertas o cerradas; con lluvia, viento o sol. Quizá mi error sea confiar demasiado en un buen motor sin importar el chasis, pero cuando circulas a la velocidad que me muevo yo, el color es lo de menos. Me apasiona conducir (rápido). Y esto entre tú y yo no es un spot de BMW.
12 julio 2012
Mis series de Verano
Cada Verano hago un "pito-pito" para elegir una serie a la que engancharme durante las semanas que tengo libres. Tras la clausura de la temporada correspondiente de Anatomía de Grey, voy en busca de algo nuevo con que hacer tiempo hasta Septiembre. Por lo general son series de las que no he visto ningún capítulo, que me hayan recomendado o no y que cuentan con considerables temporadas.
Cuando era pequeña veía lo que ponían en la televisión: Los Vigilantes de la Playa o La Doctora Quinn. Con esto de Internet se acabó la tiranía del mando a distancia. Hace un par de años me iba el glamour y me empapé Sexo en Nueva York de principio a fin. Fue una importante dosis de sexo pero fue soportable; de hecho me encantó y esto hizo que me gustaran más las películas, secuelas de la historia. El verano pasado me dio por indagar en temas legales y acabé con The Good Wife aunque no fue para nada un final, sino el principio de una bonita y sana adicción por los abogados, los hombres con corbata y los pleitos.
Amigos, sin duda [SCRUBS] es la serie de este Verano: otra de médicos para variar. No había oído hablar de ella antes, me la recomendó mi amiga Z. y tiene 8 temporadas hasta donde me alcanza la vista. La empecé a ver y me enganchó desde el primer capítulo. ¡Hecho! Ahora me encuentro a mitad de camino en la historia de estos entrañables y carismáticos personajes que me han propiciado algunas de las mejores carcajadas del Verano y ¡qué demonios! del año entero. Porque lo que es divertido, no necesita tener lógica para que te haga reír. Que transcurra en un hospital, no es más que un mero hecho de emplazamiento. Esta podía haber sido la historia de cualquier novato en cualquier otra situación. Y entre tú y yo, es esa ingenuidad y falta de experiencia con la que tan bien me identifico porque después de tantos años de estudio, sigo sin tener ni idea. Qué quieres... estudio Medicina.
22 junio 2012
¡Bolso!
Si es la primera vez que entras en este blog te parecerá que siempre esté hablando de bolsos; pero es que lo que me pasó hoy tiene que estar escrito en alguna parte porque fue muy divertido.
Esta mañana salí con mi madre a mirar tiendas varias, a desayunar en IKEA y a sentarme en su sillón EKTORP -anhelo de mis fantasías (sin comentarios). El caso es que acabamos en una tienda de ropa; y bolsos. Me acerqué a unos estantes donde había una variedad de bolsos de fiesta y me acordé que necesitaba uno para combinar con el traje que iba a llevar a la boda de mi amiga K. en Septiembre. Había unos cuantos que eran de idéntico color pero eran o muy rígidos, o muy brillantes, o con unas flores que rayaban la horteridad así que seguí dando vueltas por la tienda hasta que, en el interior, di con otro estante y allí, encontré mi bolso ideal :D
Era perfecto. Llamativo pero discreto. Pequeño pero práctico. Y el color, ¡juraría que el mismo!
Se lo enseñé a mi madre que dió curiosamente su aprobación (vaya, por una vez estamos de acuerdo) y me dijo que me lo colgara del hombro frente al espejo. Al ir hacia allí, vi que había una madre con su hija en la cercanía y pensé que seguramente se reirían al verme con un bolso tan original. No dijeron nada. Y yo estaba tan contenta con mi hallazgo que poco me importaban las miradas de los demás. Mi madre, como siempre, me dijo que me lo pensara mientras ella seguía mirando lo que le quedaba de la tienda. Así que decidí llevármelo en la mano y pasearlo por toda la tienda, detrás de mi madre, cantando sus alabanzas a proa y a popa. "Pero mira qué práctico", "tiene hasta un bolsillo interior", "me encantan los adornos que se mueven al caminar", "es que los otros son demasiado rígidos y no me cabe nada dentro".
Cuando mi madre se cansó de mirar (o de aguantarme la cháchara) fuimos a la caja. Estaba rebajado, así que con mayor razón era el bolso perfecto. Fue entonces cuando, en el momento en que le damos el dinero a la dependienta se acerca una clienta (¡la que estaba en el espejo con su madre!) y le dice a la dependienta "Perdona, ¿me puedes decir cómo se abre el bolso?". Yo pensé -al tiempo que mi madre y yo mirábamos hacia ella- "Qué tonta, no sabe abrir un trist...". ¡Ouch! Allí estaba ella, con el mismo bolso que el mío, en otro color.
I can't believe it! :O
Entre tú y yo, creo que tengo razón cuando digo que las personas con estilo vamos marcando tendencias, yeah! jajaja!
Algún día yo también tendré mi sillón ektorp... Es que me encanta *.* Un rinconcito así para escribir puede ser ¡el mejor lugar en mi mundo! |
20 junio 2012
El bolso vintage
La vintage es una corriente que no alcanzo a comprender ni termino de captar.
Mi amiga Y. sí que la entiende perfectamente. De hecho me parece que todo lo que lleve la etiqueta "vintage" esté hecho para ella pues sabe darle estilo a cualquier pieza. Y vaya si le sienta. La máxima extravagancia en ella queda en armonía y le confiere ese garbo al caminar del que sólo ella puede presumir. Pero yo...
Yo, que me he recorrido las mil calles del barrio Vintage, que he saqueado sótanos con Chanel y recorrido Portobello Road hasta el final (ida y vuelta)... yo, sigo sin dejarme seducir por el bolso más vintage. En mi casa tengo una caja llena de cachibaches viejos que me parecen eso, viejos. Quizá la falta de visión me hace pensar en esas cosas más como piezas de colección que de vestuario. Aunque es verdad que no soy insensible a la moda y me gusta pasear por la calle a la espera de ser sorprendida por alguna prenda rara o, como me ocurrió ayer en un centro comercial, por un bolso de cocodrilo clásico en manos de una mujer joven. Fascinantemente curioso.
Entre tú y yo, me gusta pero no es para mí...
Portobello Rd, London 2010 |
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