Una gran verdad sobre mí: nunca me cansaré de hacerlo. Ya sea de día o de noche; esté en medio de la ciudad o en el campo; más rápido o más despacio; con las ventanas abiertas o cerradas; con lluvia, viento o sol. Quizá mi error sea confiar demasiado en un buen motor sin importar el chasis, pero cuando circulas a la velocidad que me muevo yo, el color es lo de menos. Me apasiona conducir (rápido). Y esto entre tú y yo no es un spot de BMW.
18 diciembre 2012
My car, oh! so fast
Una gran verdad sobre mí: nunca me cansaré de hacerlo. Ya sea de día o de noche; esté en medio de la ciudad o en el campo; más rápido o más despacio; con las ventanas abiertas o cerradas; con lluvia, viento o sol. Quizá mi error sea confiar demasiado en un buen motor sin importar el chasis, pero cuando circulas a la velocidad que me muevo yo, el color es lo de menos. Me apasiona conducir (rápido). Y esto entre tú y yo no es un spot de BMW.
Ausencias
Ya me ha pasado otras veces. Que estando en la calle veo cruzarse conmigo a una persona que es casi idéntica a alguien que conozco y quiero. Gente que está lejos, en distancia y en tiempo, que sólo te regalan ausencia y recuerdos. Quien tuviera un gira-tiempo para poder alcanzarles de nuevo en algún punto del pasado y retomar aquella charla, en aquel momento. Dicen "el tiempo pone a cada uno en su sitio", pero a mí el tiempo no hace más que darme y quitarme gentes. Y luego casi me las devuelve, cuando camino por las calles de ningún sitio y se cruzan entre tú y yo anónimos con rostros familiares. Hoy estoy echandolos de menos a todos ellos.
15 diciembre 2012
Ad-mirándote
Picadilly Circus, London 2010 |
La RAE dice que admirar significa "ver, contemplar o considerar con estima o agrado especiales a alguien o algo que llaman la atención por cualidades juzgadas como extraordinarias".
Así que, aplicando este simple concepto, tomamos como punto de partida que no vale decir que admiras a tus padres. Porque todos sabemos que los quieres porque tesoportanquieren y te puede parecer que lo que hacen por ti sea genial, pero yo aún no he visto ningunos padres expuestos en un museo o una galería. Extraordinario es sinónimo de inusual, insólito, singular y de todo lo que se salga del ordinario. Lo que nuestros padres hacen por nosotros no es nada raro, de hecho todos hacen más o menos lo mismo, seguramente por un puñado de proteínas codificadas genéticamente por alguna endiablada pareja de cromosomas. Por las mismas tampoco sería viable admirar al Sol, las estrellas o la Luna a menos que te parezcan de una belleza superior. Pero no sé por qué, me da en la nariz que después de ver el mismo panorama día, tras noche, tras día, tras noche, tras día... terminas tomándolos como algo pobremente atribuído. Tampoco podemos guardar todas nuestrasadmiradas de admiración para la gente que está muerta. Sé que esa palabra puede dañar la sensibilidad de algunas personas, pero es que sí, las grandes obras de la Historia, que son dignas de que las remires, están firmadas por la mano de gente que con alta probabilidad, están fallecidos (mires como lo mires, están bajo tierra vaya). Sería un derroche de energía que se va a perder en el infinito del universo porque a nadie le importa lo más mínimo si una estatua en Florencia, seguramente cubierta de polvo centenario, te parece sublime. Por tanto, hacia dónde enfocar la mirada si no es a los padres, a la naturaleza ni a las reliquias remanentes de losmuertosno vivos. No lo sé; dímelo tú.
Yo me levanto cada mañana y antes de llegar a la biblioteca a las 08:00 am (valeeee, a las 08:13) ya he encontrado miles de motivos de admiración. Porque una definición no me quita el sueño, y si no es extraordinario lo que ocurre cada día es porque no te has parado a admirar bien el Mundo que hay entre tú y yo. Al fin y al cabo nuestro abuelo el latín, nos dice que "se admira una selección de lo que se ve y se para uno a mirar aquello que le llama la atención" ya sea considerado extraordinario o no.
13 diciembre 2012
Miedo
Creo que nadie pasó nunca tanto como Luke Skywalker cuando Darth Vader le dijo que era su padre. Gran poder el Miedo. Y pobre Luke, porque aquel día casi acaba con él y se lo lleva alotro barriolado oscuro de la Fuerza.
Y sin embargo el miedo sigue siendo un mal que nos persigue, nos espía y nos asalta a cualquiera de nosotros en cualesquiera que sean sus circunstancias. No podemos vivir con él pero tampoco sin él. Aprendemos a qué tenemos miedo y lo hacemos parte de nuestra existencia. Convivimos con él y tratamos de evitar a toda costa el detonante que nos haga saltar y nos ponga en evidencia mostrándonos sólo entonces, lo vulnerables que somos. Pero nos olvidamos así de que el miedo es un gran aliciente; el impulso que, muchas veces, necesitamos para establecer la diferencia entre un hecho en potencia y nuestra realidad. Y qué si el miedo está apostado entre la felicidad y tú, ¿acaso le vas a dar tregua? Mi consejo es que no te detengas, que cada minuto del resto de tu vida, luches. Porque al enfrentarnos a nuestros temores estamos dando el primer paso en el camino correcto hacia nuestro propósito. Y porque el sabor de la victoria que puede encontrarse al otro lado de esta oscura cortina de humo supera -seguro, con creces, el amargor de la incertidumbre y el escozor de la vergüenza -ambos pasajeros. No des tiempo al miedo; no le permitas entrar; no dejes que te meta el miedo en el cuerpo. Como me gusta decir y aconsejo siempre, "Make it happen". Sabes que va por tí, amigo P., junto con un gran abrazo ;)
12 diciembre 2012
¿Suerte o Destino?
Una pregunta con la que entretenerse. Yo llevo ya un rato dándole vueltas como si fuera una bola de nieve, de estas que se van haciendo cada vez más grande y, si te descuidas, te lleva por delante. Si me preguntaras, lo primero que te diría sería que "no sé qué decir". Pero como todo aquí entre tú y yo, da para algo más que eso. Sí, yo creo en el destino. Pero por muchas de las cosas que me han ocurrido; ellas me han llevado a pensar así, a vislumbrar el fino trazo de ese plan. Como me ocurre en otras tantas veces, no puedo explicártelo. Es cuestión de querer creer. Lo que tengo claro es que no me trago que el azar sea tan quisquilloso ni tan malévolamente calculador. Confabular con el Mundo para que encajen las piezas que dibujan nuestra realidad, no es cosa de la suerte. Tampoco es mi intención traer el karma a colación puesto que ese tema se me escapa ya de las manos (salvo cuando está claramente en contra mío). Dulce subjetividad.
Tienes que preguntarte si, cuando te ocurre algo bueno, eres de los que ven algo más allá de la suerte -una señal; o al contrario, un feliz giro del azar. Escojas la postura que sea, el margen de error será el mismo porque, como dice mi hermana E. "no es como la ciencia, que es verdad y punto". Aquí la única verdad es que se juega con nosotros como si fuéramos dados. Lo que vea cada uno será aquello que quiera creer. Pero puestos a observar, ¿por qué no enfocar a lo que puede haber más allá? Porque puede no haber nada; vale... Pero cómo negar la evidencia, cómo no ver encajar esos sucesos que se precipitan y se enlazan y forman un sutil entramado. Somos dueños de nuestras vidas -queremos creer. Pero yo opino que creer en el destino no es despersonalizar nuestra capacidad de tomar nuestras elecciones, sino dar sentido a las mismas. Amargo escepticismo.
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