Mostrando entradas con la etiqueta aprender. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta aprender. Mostrar todas las entradas

09 mayo 2014

La mejor época de tu vida

Me quedo a cuadros cada vez que alguien me dice "así recordarás que éstos eran los mejores años de tu vida". Siempre termino respondiendo un: "yaa, yaa" aunque en el fondo no me lo creo para nada. Una vida no se divide en dos mitades: la buena y la mala. Tampoco tiene por qué ser la primera mitad, la buena. La vida es un mosaico de momentos y circunstancias: buenas, malas, divertidas, nostálgicas, felices... una amplia gama de colores que pintan tus pasos. El devenir dicta el ritmo arbitrario en que todas estas escenas te ocurren. Ahora miro atrás y no podría decirte cuál ha sido el mejor año de mi vida; porque ninguno lo fue. Sólo tengo momentos salpicados por todos los calendarios pasados en los que fui inmensamente feliz; esos son los que elijo recordar como los mejores momentos de mi vida. Confío en que el futuro me traiga más oportunidades de alegría y por tanto, pienso que creer que "los mejores años de tu vida" han pasado es una actitud derrotista, desesperanzada y nostálgica. Por mi parte, siempre espero que lo mejor entre tú y yo esté por venir y sigo respondiendo "yaa, yaa" porque no pretendo que nadie me entienda (¿alguien podría?).
  

01 mayo 2014

La chispa vital

Hace unas semanas tuve un seminario práctico de Reanimación Cardio-Pulmonar (RCP para todos). El objetivo de realizar este taller es prepararnos para una prueba que tenemos que pasar antes de acabar con la carrera, al menos en nuestra Universidad (ULL), el famoso y temido ECOE (Examen de Competencias Objetivo y Estructurado). Viene a ser un examen práctico basado en "estaciones", una de cada especialiadad y en total unas 20 creo, para las cuales tienes 6 minutos. En cada una hay que cumplir una serie de objetivos. El otro día vinieron a explicarnos en qué consistía. 

La sistemática es la siguiente: en una de las plantas del edificio de Consultas Externas tienes que ir avanzando, puerta a puerta, por las distintas estaciones. Te colocas delante de una puerta, lees las instrucciones que hay escritas en un papel pegado allí y al sonar un silbato, entras. Empiezan a contar tus 6 minutos. Lo que se nos pide es por ejemplo, que hagamos una historia clínica o una exploración física, diagnostiquemos ECGs, radiografías y otras tantas pruebas, valoran nuestra comunicación con el paciente o familiares (para esta parte nos ponen a unos actores haciendo de enfermos), que sepamos dar puntos, RCP básica, hacer citologías, sondar pacientes, interpretar fondos de ojo u otoscopias, que sepamos activar un Código Ictus... No voy a aburrirte ahora con todo lo que dan por hecho que sabemos hacer, porque ni yo misma he asimilado aún todo lo que me tengo que preparar mentalmente para ese momento, que será dentro de ¡¡¡¡1 semana!!!! 

Total, lo que me interesa contarte hoy es que en ese taller práctico nos enseñaron en qué consiste hacer una RCP básica (ya pueden estar tranquilos, ciudadanos, que si alguno se "para" por la calle, puedo hacer una reanimación medianamente eficaz... pero mejor no se paren, o si lo hacen, que sea al lado de un desfibrilador). Resulta que me pasé todo un sábado, desde las 9am hasta pasadas las 3pm en el taller. Fue allí, en el antiguo CECS de la facultad (Centro de Estudiantes de Ciencias de la Salud, más conocido como billar o sala de ping-pong) que ahora son las "Aulas de Habilidades" (antes también lo eran). No te creas que no fue emocionante, después de un ratito de teoría nos pusimos manos a la obra literalmente. Una amiga me preguntó si hubo algún anécdota. Pues no sé qué decirte, igual te parece divertido que casi me desmayara después de estar dando masaje cardiaco a un muñeco durante 4 minutos -según me contaron (porque yo estaba demasiado reventada como para mirar el reloj). Cuando habíamos terminado con el masaje y el desfibrilador automático pasaron a enseñarnos a intubar. Eso fue demasiada metralla para mi cerebro hecho papilla. Casi me caigo al piso. Tuve que salir de la sala y me acompañó mi compi L. y uno de los monitores. Me tumbé con las piernas en alto y desayuné. El resto de mis compañeros no tuvieron tanta suerte porque no hubo descanso hasta que nos marchamos, a las 4 de la tarde. Dar Soporte Vital Básico es muy duro. 


Luego hubo una práctica por grupos en las que se simulaban situaciones de la vida real, pero ya en una sala o "cuarto de paro" del hospital. Tenían allí un "carro de parada" -como los llamamos, con desfibrilador de verdad y todo. Fui una de las afortunadas en pasar por las "palas" y aprender a dar descargas de 200 julios a la gente (inconsciente y que no respira). Guau. Eso sí que estuvo bien. Fue muy emocionante aunque me daba un poco de pánico pensar que en cualquier momento podía pegarle una descarga a alguien sin querer. Aún así al final, después de todos nuestros esfuerzos, el paciente se nos murió porque hizo una asistolia que lo mandó al otro barrio (RIP)

Qué vamos a hacer, no siempre se puede ganar... Lo importante es saber qué hacer entre tú y yo y tener ganas de probarse a uno mismo. 

     Puede que la próxima vez...

13 abril 2014

Working Day


Hoy he decidido ponerme con la redacción de la memoria de mi Proyecto de fin de grado (PFG). No sé si más atrás te conté de qué iba: sobre el suicidio, desde el punto de vista forense, no psiquiátrico. Acoté mi búsqueda a los que habían ocurrido en la Isla de Tenerife, y sólo en los últimos 4 años. En total, han sido casi 300 casos que, entre tú y yo, han sido 300 archivos para leer. Sí, he leído mucho últimamente. He visto casos interesantes y he podido involucrarme un poquito en la Medicina Legal, que siempre fue mi primera opción. Lástima que no tenga salida MIR y que finalmente haya optado por prestar mi atención a los vivos. En cuanto a los informes forenses... los hay más o menos completos, dependiendo de quién lleve el caso claro está. Tal vez, lo que más me ha llamado la atención ha sido lo rápidamente que puede contarse un suicidio. Apenas unos párrafos. Tenía o no familia, se le murió un hijo, había roto con su pareja hacía poco, tenía una depresión conocida desde hacía un año, se encontraba solo, bebía mucho, estaba en tratamiento, alguna vez amenazó con que lo iba a hacer... y en esto que un día lo hizo. No le lleva muchas averiguaciones al médico forense, determinar que una muerte ha sido por suicidio. Suele estar claro, más aún cuando se ha dejado una nota de suicidio. Las he leído. Creo que ha sido lo más trágico y bonito que he leído nunca, mejor que en cualquier libro. Me da un escalofrío al pensarlo. Me encanta mi trabajo. Ahora sólo queda ponerme manos a la obra y hacer parecer que mis resultados tienen algo de sentido. 
¡Allá vamos! Feliz Domingo :)   

02 abril 2014

El ciclo de congelación de los garbanzos

Desde un principio me planteé hacer la segunda parte de mi preparación para el MIR fuera de casa. Es decir, que al acabar el sexto curso este Julio me mudaré a una de las sedes de la academia Amir, hasta Febrero del año próximo. Razón principal: pues que en las Islas Canarias no hay ninguna sede para hacer al menos una parte de la preparación MIR presencial. Razón secundaria: porque en mi casa no hay quien estudie. Total, que mi madre se ha puesto las pilas y ha empezado a darme clases de cocina vital básica (pelar papas) y próximamente, cocina vital avanzada (freír papas). Esto se basa en que yo pongo mi poker-face y la dejo que hable, igual que cuando veo las e-clases de Amir. Confío en que algo retendrá mi cerebro (confío demasiado en él, ahora que lo pienso). Lo mejor es que, cuando cierro los ojos por la noche e intento dormir, todo vuelve... pasan ante mí los pacientes con manchas extrañas y posiblemente contagiosas que toqué ese día, las vídeo-clases de 5 horas, el esquema de las vasculitis, el TNM del cáncer de pulmón, el algoritmo de la insuficiencia respiratoria y mi madre contándome qué hacer con los garbanzos cuando están congelados y quieres ponerlos en la sopa. Entre tú y yo sabemos muy bien que, cuando no sepa qué hacer con las papas, la llamaré para que me lo cuente todo otra vez. 

23 diciembre 2013

Back

Queridos amigos, 

Ay, amigos. Qué duro reto me ha supuesto pasar estos últimos meses sin poder olisquear la blogosfera. No me he mudado a ninguna parte, ni ha habido cartas devueltas. Sigo estando aquí mismo, casi igual que la última vez que nos vimos. Saltear de uno en uno todos los objetivos del sexto curso de Medicina es muy laborioso y lo es más si este sobrepasa todas tus expectativas. Ahora mismo estoy disfrutando de mis vacaciones de Navidad libre de exámenes (por primera vez desde que hace siete años empezara la carrera). Esto me deja algo más de margen para poder saber qué está pasando fuera de mi propio mundo, pero tampoco te creas que mucho. Sigo estudiando y almacenando grandes cantidades de información: de Cirugía General, de Ginecología, de Urología... en horario intermitente pero continuo. 

A menudo me siento sola, con bastante frecuencia. Mis amigos están dispersos, cada uno a lo suyo. Así que yo me pongo con lo mío, que por ahora son los manuales AMIR (que son muy chulos, por cierto), los simulacros y mi proyecto de fin de grado (pfg) sobre los suicidios. Toda una rutina de trabajo, constante, aliñada con historias clínicas, revisiones bibliográficas o cuadernos de prácticas a mano. El invierno y la falta de vitamina D hacen estragos, pero ha caído tanta agua en esta mísera isla del Atlántico en tan poco tiempo... que no ha dejado salir el sol ni un momento. Aún así, esto no ha podido tumbarme ni ha empañado mi sonrisa cada día ante la soledad del estudio, las largas guardias de cirugía, el cansancio, la gente desaborida o demasiado ácida. A nivel personal, sólo puedo lloriquear por haber pensado tiempo atrás que la vida iba a ser más fácil (ilusa de mí) y que los vaivenes de  la sensibilidad propia se atenuarían con los años. Resumen: los días chof, son parte de la vida. Asúmelo. 

No puedo resumir tan bien, sin embargo, todo lo que he aprendido y los niveles de confianza que he alcanzado. Necesitaría muchos posts para explicarlo. Y dudo que quieran leer todo lo que sé (para más info: consultar Manual de Medicina Interna Farreras). Hasta ahora mis rotaciones han sido: 3 semanas en Psiquiatría, tras las cuales aprendí que tenemos un concepto erróneo de las patologías psiquiátricas (a menudo, subestimadas... hay cada loco caso suelto por ahí); estuve perdida 3 semanas por Urgencias, sin saber muy bien donde ubicarme, hasta que me asenté en las urgencias pediátricas y empecé a probar que servía de algo; después pasé 6 semanas en Cardiología diagnosticando ECGs como si no hubiera un mañana (ventaja: sé leer ECGs como una campeona, desventaja: el resto de patologías médicas se quedaron en asuntos pendientes); finalmente pasé 2 semanas en Urología, a la espera de otras 4 semanas más en enero para terminar mi rotación de especialidades quirúrgicas. 

Además, estoy llevando mi pfg sobre los suicidios gracias al cual me han otorgado el nombre de "la niña de los suicidios" cariñosamente (no por nada siniestro), en el Instituto Forense donde llevo a cabo todo el estudio. Básicamente es un estudio demográfico de los suicidios de los últimos 5 años en la isla de Tenerife (sí, es un montón de papeleo). En mi defensa diré que prefiero el papeleo burocrático al pipeteo en el laboratorio y además, a medida que lo he ido haciendo, he ido encontrando cuestiones intrigantes entre caso y caso, que me hacen trabajar más concienzudamente. Vivo en un CSI Tenerife. Y a lo tonto he trabajado en un campo que fue desde siempre, mi primera elección. 

Hablando de elecciones, si algo caracteriza este sexto curso son las mismas. Cada semana se decide algo crucial: el grabado de las bandas de la graduación y un millón de cuestiones igual de simples, cómo priorizar el tiempo, qué subrayar primero, cuándo hacer las guardias, a qué hora hacer el simulacro, dónde hay que entregar las propuestas de pfg, que especialidad médica prefieres para tu rotación médica, cuál para las quirúrgicas, qué caso clínico, qué tutor puede ayudarme, cómo enfocar este trabajo, qué incluir en la libreta... No te extrañe que nunca entre en el blog, eso es porque cuando me planteo entrar o no, siempre escojo dejarlo para otro momento y subrayar algún tema pendiente. 


¿Crees verdaderamente que con este ritmo de trabajo se puede disfrutar de "vacaciones navideñas"? Si el primer día que tuve libre (hoy), lo primero que hice fue coger un folio y empezar a hacer la lista. No la de reyes, sino la de cosas que tengo pendientes de hacer. Mi madre, estuve un rato eh. Y cómo ha acabado el día: dando vueltas y pasando calor con tanta manta en una cama vacía. Me ha faltado la copa de vino para escribir esta entrada pero la confusión mental ya la tenía encima, así que el vino sobraba. Y total, ¿sabes qué estoy rumiando en la cabeza? En lo que voy a hacer en Nochevieja para romper la maldición del 13 y dar el paso hacia un año glorioso, que va a ser el 2014. Tiene que serlo. Pero acuérdate de tener cuidadín con lo que se desea, es sólo un consejo. 


Esta noche estoy muy contenta de poder volver a conectar entre tú y yo.
Buenas noches, amigos.  

28 agosto 2013

A fondo


Cada día me sorprende más la lentitud con la que me descubro a mí misma. Parece que a medida que pasa el tiempo se abre mi apetito por todo lo nuevo. ¿Acabamos alguna vez de conocernos? Estos días he estado explorando bajo el agua. En la playa cerca de casa, con aletas, gafas de buceo y tubo casi parecía que sabía lo que hacía. Nadie notó que era la primera vez, salvo yo. Sumergida, nadie pregunta por mí, ni se fija en lo que llevo ni entabla conversaciones absurdas conmigo. Y hay tanto que ver... hay tanto bicho ahí abajo, es increíble. Bajo la superficie hay un mundo entero por explorar y ni siquiera nos damos cuenta. Para mí está cada vez más claro que no hay un "nosotros" estático, con cada experiencia crecemos un granito de arena más. Y cada día nos trae nuevas oportunidades de expandir la línea de nuestras limitaciones, si queremos. Por eso, precisamente, no dejamos nunca de conocernos a fondo entre tú y yo

26 junio 2013

¡No tires el lápiz!

Mi hermana E. fue mi primera "hermanita pequeña" y la razón por la que pasé de ser una persona con rol estándar a hermana mayor. Ese momento se mantuvo en piloto automático durante algunos años hasta el punto de terminar apadrinando a mis amigos. Actualmente esto no es así porque he trabajado mucho en construir una barrera china entre familia y amigos. No son lo mismo. Hay excepciones claro está, en que una persona llega a ser tan cercana a ti que puedes considerarla como parte de tu familia. Pero eso, son excepciones. Por mis experiencias he aprendido que nada ata a un amigo contigo; esto en cambio sí ocurre en la familia. Por muy malo que sea lo que ocurra entre tu familia y tú, ellos están inscritos a ese vínculo primitivo de las familias. Podría romperse claro, pero yo trabajo muy duro para que no sea así. Los amigos, si se quieren ir, no tienen reparo en marcharse.

Todo esto no venía al caso, pero al menos te acerca un poco más a lo que opino de la familia en general. Lo que quería contarte es que yo recuerdo momentos puntuales de la vida de mi hermana E. por ser la primera vez que las hacía como cuando la bañaba, cuando guardaba todos sus juguetes, gateaba con ella, la ayudaba a comer o cuando la veía hacer las tareas de mates con mi madre. Recuerdo que mi hermana E. tenía la manía de tirar el lápiz al suelo cada vez que le tocaba hacer un ejercicio difícil. Claro, al tirarlo se le rompía la punta y más aún, la mina dentro del lápiz con lo cual, por mucho que lo afiláramos, terminaba por no poderse escribir con él. Era muy lista... Mi madre iba a buscar otro lápiz y ella salía corriendo. Hoy pensé en esto y me pareció razonable aconsejarte que, a menos que tengas una estrategia de escape, ¡no tires nunca el lápiz!   

Con mi hermana E. (1997)

24 junio 2013

Dolor, benzodiacepinas y yoga


Sí, amigos. He vuelto a tener otra crisis de dolor lumbar. La última fuerte fue hace dos años, también por esta época del curso -fin de exámenes. No quiero acordarme de aquello; mi médico de cabecera pensó que me estaba dando un cólico nefrítico y no me hizo la receta apropiada. Esta vez no ha sido tan dramático. Empezó la última semana de exámenes ese dolor lumbar típico: localizado en parte baja de la espalda, siempre me aparece por la derecha, que se alivia sólo cuando relajo la posición, mientras, es un dolor quemante, como si me atravesara una barra de metal (o una espada, tipo "Juego de Tronos"). Tomo antiinflamatorios y hace el mismo efecto que el agua de lechuga, nada. (Lo siento por los que creen en el poder de dicha infusión). Aún me quedaban dos exámenes por hacer y no pensé en llamar al fisioterapeuta en aquel momento. Decidí aguantar. Error. 

Por qué fue un error: porque el dolor fue a más, mucho más. De tal modo que a la semana y media, cuando hice mis dos pruebas finales, me dolía en cualquier posición, no podía dormir ni toser ni reír. Así que como buena estudiante de medicina, me automediqué. Fui al cajón donde guardamos los medicamentos en mi casa y revolví a ver qué era lo más fuerte que encontraba. Ah, se hizo la luz. Encontré las benzodiacepinas que me recetaron la última vez cuando acudí casi desfallecida a Urgencias. Quedaban pastillas en la caja y por suerte no estaban caducadas. Era fin de semana y casi no podía ni caminar, pero tenía que esperar al lunes para poder ir al fisioterapeuta. 

Lunes, bendito lunes. Dejé un mensaje a primera hora en el contestador de mi salvador. A lo largo de la mañana me llamó y me dio cita para esa misma tarde. ¡Aleluya! L. es un gran profesional. La vez anterior ya había dejado mi columna destrozada en sus manos y había hecho magia con ella. No sé qué haría esta vez. Al entrar por la consulta y ver mi cara dijo: "¿te duele mucho la espalda otra vez no? se te nota en la cara". Yo junté las manos y recé a dios dándole las gracias por haber creado a los profesionales de cualquier especialidad o campo. Y a la acupuntura. Pero sobre todo a las manos de ese hombre que, durante la hora siguiente, me colocaron la espalda -vértebra a vértebra, en su sitio. Todavía me dolía al salir del consultorio, y al día siguiente también. A los dos días, el dolor había desaparecido por completo y ahora estoy como nueva. 

Le pregunté en esta ocasión a mi salvador, qué tipo de actividad podía realizar para ayudarme con el dolor cuando lo tuviera. Me recomendó el Yoga. Y yo pensando, ¿eso no es meditación? Pues sí, más o menos. Resumiendo sería como reflexología y estiramientos. Bueno, pinta bien; y parece más barata de lo que me estafarían entre la psicoterapia y la medicación juntos de seguir con ese dolor, así que no me importa probarlo. Claro que una cosa es el Yoga y otra la que Yo-haga. Digamos que lo intento y dejémoslo ahí, ¡jajaja!

22 junio 2013

Con el agua hasta el cuello

Estos días, amigos y amigas muy cercanos y queridos míos están estudiando para exámenes finales, muy exigentes y vitales para la conclusión de sus Grados. Soy consciente de que no todos están de vacaciones aún entre tú y yo, y que cada universidad termina cuando le viene en gana. Por esto me gustaría enviarles desde este pequeño rincón, un poco de luz y un abrazo enorme a todos. Ojalá la empatía fuera más práctica y pudiera echar una mano real a la carga que tienen ellos en estos momentos pues así, yo también me he visto -agonizando. Lo que queda es coger el tiempo por el cuello y ¡un último empujón, amigos!

Verano 2012 - Santiago de Compostela (desde la izq: Lily, yo)

Esperando el último acta

El acta de notas, claro. Fue el miércoles pasado. 
Puedo decir con gran placer y satisfacción que todas las asignaturas de la carrera están oficialmente aprobadas y superadas con buenas notas. Así que ¡adiós, comisión de apuntes! ¡adiós, fotocopiadora! ¡adiós temas de 24 páginas con cuadros borrosos en blanco y negro! Seis años me ha llevado, completar estos 5 cursos teóricos. Así que, ya iba siendo hora...  Por eso me asustó un poco cuando, dos días después de la publicación de las actas, recibí un correo de un profesor con asunto: "Error". Uff, el corazón se me desmayó. Para colmo, fue uno de esos momentos en los que el portátil decide ponerse a actualizarse y no camina ni para delante y para detrás. Cuando por fin pude leer el correo... alivio. Se les había olvidado contar unas décimas en una de las asignaturas así que pasé de tener un ajustado 6'9 a un feliz 7 con unos escasos decimales. ¡Bien! A quién le molesta recibir noticias así. Todo zanjado y ahora, amarrado, esperando que llegue el día de hacer mi última matrícula en esa secretaría mohosa de la Facultad de Medicina de la ULL. 

En el fondo, tú y yo sabemos que aún me queda el sexto curso de Medicina, que no va a estar libre de pruebas prácticas, escritas, orales, difíciles o más sencillitas. Además a eso hay que sumarle que estaré preparando el MIR al mismo tiempo. Pero yo soy de las que cree que si no tienes algo de lo que preocuparte, no tienes nada por lo que alegrarte.

FINAL DE 1er CURSO - JULIO 2008 (desde la izq: Miri, Ale, yo, Patri, Isa C. e Isa F.)

20 junio 2013

Deb's choco-brownie

Estos días por fin, he podido sentarme y buscar en la web, la receta de brownie que llevaba tiempo deseando aprender. No suelo cocinar para mí porque vivo con mis padres y eso incluye pensión completa. Aún así, una tiene que conocer ciertas técnicas de supervivencia como por ejemplo: saber preparar brownie de chocolate. Eso es justamente lo que he hecho hoy. 

Miré en múltiples enlaces y finalmente opté por la receta más british y esa es la de Jamie Oliver, bien conocido por sus dotes culinarias. Compré los ingredientes que no tenía y esta misma mañana me puse manos a la masa. Modifiqué algunas cosillas de la receta original porque no tenía forma de medir 65 gr de harina, pero sí 75 gr así que redondeé las cantidades. Allá vamos...

 INGREDIENTES                                                                                                                                           
  • 200 gr chocolate negro (70% cacao)
  • 250 gr mantequilla sin sal
  • 4 huevos
  • 75 gr cacao en polvo
  • 75 gr harina
  • 1 cucharilla de levadura
  • 200 gr azúcar (en vez de 350 gr como ponía porque el cacao en polvo venía con azúcar)
  • opcional: 150 gr nueces, avellanas o frutos secos
  PASO A PASO                                                                                                                                      

Lo primero fue poner a precalentar el horno a 200ºC. Luego, puse la tableta de chocolate negro troceada y toda la mantequilla juntas en un recipiente pequeño y al microondas durante 1 min. No fue suficiente, así que tuve que dejarla unos segundos más hasta que el chocolate quedó totalmente líquido. Lo saqué y revolví hasta que quedó una mezcla homogénea. 
Por otro lado, metí en un recipiente más grande la harina, la levadura, el cacao en polvo y el azúcar. Mezclé para unificarlo todo. Le añadí la mezcla de mantequilla y chocolate que había salido del microondas. Casi me dejo la mano removiendo, quedó una masa bastante pastosa. Entonces fui añadiendo los huevos, uno a uno, a la mezcla. Cuando fue totalmente homogéneo, le puse unos trozos de chocolate negro que me habían sobrado, previamente picados en pequeñas trazas. 
Lo extendí en un molde especial anti-pegue anti-novatos, y se fue directamente al horno. Tiempo = 15-25 min. Temperatura = 150-200ºC dependiendo del horno. Podía haberle puesto nueces (que me encantan) o avellanas pero como es la primera vez que lo hacía, creí que mejor mantener las espontaneidades a raya. Te recomiendo que mires bien el tiempo porque el horno de mi casa es viejito y a los 20 min. ya estaba empezando a quemar la capa de debajo. Así que lo sacamos rápidamente y ¡se salvó el postre de hoy, jajaja! 
Lo quitamos del molde y lo pusimos en un plato redondo en la nevera. Ahí está esperando que sea la hora de comerrr... Obviamente todavía no tengo foto de ese suculento momento, pero la habrá esta tarde. El brownie es un postre que se sirve caliente, así que hay que tener en cuenta dos cositas: 1) que antes de comerlo habrá que calentarlo porque frío no sabe igual y 2) que lo ideal es acompañarlo de algo que le contraste tanto en temperatura como en sabor; para eso puede ser útil la nata o helado de vainilla. Yo he sido previsora y como me encanta la vainilla, me compré un helado ayerrr. No veo el momento de que caiga ese brownie entre tú y yo...

Y estas son las magnífcas fotos. Magníficas, por lo bueno que estaba el brownie, quedó con la consistencia exacta que debe tener un brownie, compacta y no seca. Los trozos de chocolate por dentro le dieron el toque perfecto. 


Si te gusta el chocolate, ¡pruébalo!
Te va a encantar, ¡Feliz Jueves! C:

14 junio 2013

Cautos, cuentos y otros eufemismos

- "Van a aumentar las retenciones del sueldo"- y esta frase sólo podría asustarme tanto viniendo de mi padre -sin ánimo de despersonalizarlo, única fuente de ingresos en mi casa.
Vaya, la amenaza de la crisis se hace algo más tangible a medida que avanza el año mientras mi padre se suma a los centenares de pacientes con insomnio y ansiedad que se medican en los centros de salud a diario. Con detonantes como este, no se puede pretender que nos funcione girar la cara en otra dirección sin prepararse para recibir algún golpe. Pero no caigamos en la hipocresía de no creer en nuestra solvencia cuando hay familias que no gozan de tal holgura. Somos la clase media, próxima a la extinción.

Por qué cuento todo esto; porque sin duda la humanidad de las personas a mi alrededor se está lastimando. Y con este aura de miedo y preocupación no hay alma que pueda entregarse a sí misma ni crecer, si no es bajo el yugo de una sociedad discapacitante. En años, veremos el resultado de todo esto y sin duda diremos maldito el día que no nos dejaron seguir cultivándonos y nos empujaron a una existencia aberrante. No tengo el paradigma absoluto de la normalidad, pero esta situación sin duda, no lo es y los perjuicios no tardarán en llegar.

Los valores que un día nos dieron amparo, poco valen ya. Nadie mira por nadie, no se comparte y casi no se presta, la humildad es sólo otra palabra llana que no vale ni un acento. Necesitamos ser rescatados. Necesitamos que el mundo comprenda. Necesitamos implicarnos. Hubo una época en que la libertad significaba algo... Para mí ser libre es tener poder de elección y en tanto quiera alguien privarme de él, con más firmeza lo defenderé para poder decir un "no" exento de explicaciones, poder salir o decidir quedarme siempre y en todo momento. Esto fue lo que me enseñaron y me pareció justo, así que lo integré para que fueran las palabras que me definan. No es ninguna exclusiva, la libertad se cotiza bien en el mercado pero los que se jactan de disfrutar de la misma suelen ser los que sólo han llegado a probar su versión demo.

Además, no es difícil darse cuenta de que el hombre pierde su capacidad de interactuar con el medio -paradójico en la era de las redes sociales. Las relaciones interpersonales se han complicado desde el día en que nuestro lenguaje corporal iba dirigido a un cacharro -llámalo ordenador o teléfono. Llegar a otra persona, conocerla, es una tarea laboriosa, difícil y no dispensado de sorpresas. A menudo la gente no es lo que uno pensaba o, más bien, lo que la tecnología te había hecho pensar que era. Por esto, cuando alrededor todo está fuera de control, lo más inteligente que se me ocurre es mirar al interior.

El viaje más genuino que podemos emprender es hacia el centro de uno mismo y en esta cruzada me encuentro inmersa estos días. Eso sí, hay que pagar el precio y una habitación individual vale más cara que una doble, separarse por momentos de la corriente para poder detenerte y observarte es elemental pero no todos están dispuestos a aceptarlo como tú y yo, la soledad es una incomprendida. Para el viajero, descubrir las cosas que le gustan le facilitan muchas tomas de decisiones; le hace buscar y consecuentemente, encontrar. Como se dijo "el secreto está en el caminar, y no en la dirección que se lleva, pues, ciertamente, el que busca un camino espiritual, ya lo ha encontrado".



Así es como la esfera espiritual pasa a significar algo nuevo para mí, a través de una película que no tiene nada de particular... Hollywood tiene respuestas para todo. Se titula "Come, reza, ama" y seguramente la recuerdas por el boom que causó cuando se estrenó; puso de moda la pasta italiana, el Yoga y la filosofía new age. No es que haya adquirido una espiritualidad prefabricada pero ver cómo los otros dan por provechoso el alejamiento del exterior y el acercamiento al interior me hizo querer probarlo por mí misma. Recuerdos cruzados se me pasan por la mente, me guío por mis instintos y por mis deseos. Sin saber cómo, algo me hizo coger de nuevo un libro y recordé lo delicioso que me era la lectura. Me perdí entre cientos de páginas y ahora mismo estoy empezando a hojear mi quinto. No por esto me considero más; más sabia, iluminada o portadora de razones más poderosas para nadie excepto para mí. Sin duda ha sido un cambio favorable pasar de "los demás esperan que yo haga..." a modo "yo considero" o "a mí me apetece". De algún modo siempre lo hice, pero nunca con tanta seguridad como ahora mismo.

09 mayo 2013

... exámenes (lo de siempre)

           Argh, asco de época. 
Los exámenes están ahí fastidiando todo el rato entre tú y yo. Estoy amargada con Otorrinolaringología. Cada vez parece haber más cosas que estudiar.  No veo el momento de acabar y estar al otro lado, al de "bueno, ¿y ahora qué hacemos?". Cansada. Amargada. Estresada. Susceptible. Silenciosa. Reflexiva. Contenida. Más o menos así paso los periodos de exámenes y más en momentos como este en el que, el final está a la vuelta de la esquina y un desliz en un examen supone, tener que jugártela de nuevo en Julio y/o Septiembre. Las cartas (comisiones) están echadas. Ahora sólo queda... seguir estudiando y hacer un repaso que sea como la guinda sobre el pastelillo. Ah, sin olvidar el Vademecum personal que tiene que estar para la próxima semana y supone, una recopilación de las recetas realizadas por mí para las enfermedades más frecuentes. Ahora sí, mi sueño de hace 15 años se puede hacer realidad: me puedo automedicar a gusto, pero sólo para algunas cosillas como diarreas, vómitos, sinusitis, catarrazos... un surtido útil de patologías, ya ves. 

Para colmo tengo mi ansiedad clásica, el insomnio y las pesadillas acostumbradas y un mini-síndrome de abstinencia porque ya terminó la 4ª Temp. de 'The Good Wife' hasta más ver (en sept) y lo mismo se puede decir de 'Anatomía de Grey', a 2 capítulos del final. ¿Quién se preocupa por las cosas normales? El otro día fui a comprobar el agua y el aceite del coche y kaput a la palanca que abre el capó. Chas... Ya, ni ligar en la biblioteca tiene atractivo. Sólo hay chiquillos de PAU roba-sitios, escandalosos y con exceso de ego y hormonas. No, sólo pienso ahora en hacer ese examen maravilloso de Médico-Quirúrgica (OFTALMO + OTORRINO+ DERMA) de 4 horas en un mismo día que se acerca...  

                         ... Final challenge is coming soon: 22 may 2013.

28 abril 2013

Punto y seguido

Es difícil abrirse a una hoja en blanco. No sabes qué forma podrás darle a esa hoja y mucho menos, pensar qué puedes esperar de ella. El escritor de notas es el mártir de las palabras mundanas, sólo escribe lo que lleva en el bolsillo y pocas veces, eso le reporta algún beneficio. Entonces, ¿para qué escribir? Porque hay muchos tipos de personas en el mundo y algunos decidimos exprimir nuestra imaginación a cambio de unas frases que pueden decir quién somos, o no. Incluso aunque esas palabras nos definan hoy, no es seguro que puedan hacerlo más adelante. Estamos en constante cambio. Nos adaptamos al mundo que existe entre tú y yo. Vemos lo que los demás aunque, lo que pensamos se escribe automáticamente en una hoja en blanco. Unas veces nos gusta exhibirlo; otras, mejor no mostrarlo. No esperamos que nos entiendan pero, ¿quién pretende semejante despropósito? Somos el amigo sin invitación, la puerta sin cerrojo, la voz anónima de la calle. Nadie nos mandó llamar, pero aquí estamos, ocupando hojas en blanco y llenando espacios con garabatos de palabras.

19 abril 2013

Prevención a secas

Esta semana he estado liada con el último trabajo pendiente, el de Medicina Preventiva
Para aquellos ajenos al mundo médico, la Medicina Preventiva es aquella área de la medicina encargada de promover consejos y hábitos de vida saludables para evitarnos enfermedades. Prevención podría ser vacunarse, tomar medicamentos o productos para prevenir alguna dolencia y por último pero no por ello menos importante, la educación sanitaria. La profesora tan guay que tenemos, nos pidió que fuéramos a algún colegio o centro a dar una chara acerca de prevención de ... lo que quisiéramos.

Entre el jefe de estudios y yo, dividimos el trabajo en dos tardes, para poder dar la charla a grupos más pequeños de alumnos de entre 1º y 4º ESO. Mi hermana V. estaba en uno de esos grupos. Y el tema decidí centrarlo en la prevención de la enfermedad cardiovascular por varias razones: es el tema que mejor manejo y más me gusta, es de suma importancia porque los pronósticos advierten que la mitad de la población europea va a fallecer acosta de ella y porque, si yo me he tenido que tragar tantas horas de clase de esto mismo, a ellos por una horita no les va a dar un infarto. De hecho, al acabar creí que el infarto me iba a dar a mí. 

Enseñar es duro. Pero enseñar a alguien que no quiere aprender es aún más duro. Es como ver que van con su coche directos al precipicio y no puedes hacer nada por detenerlos. Uno siempre confía en que, lo que trata de enseñar, no quede en palabras vacías que se las lleve el viento. Creo que yo conseguí captar bastante la atención, pero hay casos... y con casos, me refiero a alumnos, que no ponen lo más mínimo por su parte. "Es la edad, no escuchan a nadie" -me dicen, y se supone que eso debe tranquilizarme. Ayer por la tarde finalicé mi actividad y me quedé con una estupenda sensación de haber podido influir aunque fuera un poco, en lo que podrían los chicos pensar acerca de la salud y la enfermedad. Es más, algunos se fueron hasta asustados -las imágenes de autopsias, nunca fallan. Los profesores me dijeron que fue un éxito. Pero aún así yo seguía pensando en aquellas dos ovejas negras que creían que había ido a contarles un cuento chino sin importancia. Pobres. Ellos serán de los que se harán diabéticos y todavía creerán que tienen "azúcar del bueno". 

Mientras daba mis consejos de vida saludable pensaba para mis adentros: si me dieran a escoger entre, dar clase a esta gente y ver 35 pacientes en una mañana... ya estaría poniéndome la bata. Una vez más, la Vida me ha dado la oportunidad de reafirmar cuánto me gusta lo que hago y eso, me hizo sentir... ¡genial! 

[SCRUBS]

10 abril 2013

Confessional

¿Te parecería fácil confesar tus errores?
Incluso ante nosotros mismos, es un rollazo. Primero, por tener que recordar/arrastrar lo que has hecho mal; cosa que no siempre se hace llevadero. Segundo, porque si es digno de recordar, es que ha sido algo gordo y estas cosas son las que, precisamente, más rápido pretendes olvidar. Si eres como yo, a estas alturas habrás solucionado parte de ellos pero como en la teoría del iceberg, queda otra gran parte aún no emergida. Venga, nos ponemos entre tú y yo a pensar en ellos, intenta localizarlos. Echa un vistazo a las páginas de atrás. Sí, alguno aparece. Pero curiosamente, al seguir revisando aún más atrás, me he dado cuenta de que, aquellas cosas que en su momento me parecieron un error, a la larga no lo han sido. Y al revés, aquel chico que tenía buena pinta, terminó saliendo rana y los zapatos que parecían de calidad, se me rompieron al estrenarlos. No es que un chico o unos zapatos los considere errores pero tú ya sabes lo que quiero decirte: que los errores con los que has aprendido algo no han sido en vano.
NOTA MENTAL no besar chicos guapos sin conocerlos ni comprar zapatos de firmas dudosas.

20 marzo 2013

Mi (super)vivencia en el Centro de Salud

Es demasiado bueno como para no escribir sobre ello. 
De hecho lo iré haciendo cada día así que prácticamente esta entrada será kilométrica un poco más larga de lo normal porque son dos semanas de prácticas y en medio, ¡Semana Santa! El Centro de Salud para mí es el equivalente a que te manden a Chipude, La Gomera (población total 199 pers) a hacer prácticas. Lo confieso, soy de esas personas que dudan que haya vida inteligente fuera del hospital porque sí es cierto, y no me lo negarás, que los recursos son menores, la actividad diagnóstica es limitada y ... aquello es un pueblo. Todos se conocen, la gente le dice "sí" al médico y luego hace lo que le da la gana, o vive en el barranco, tienen cabras y vienen con leche de cabra a la consulta, sólo vienen a repetir recetas o sólo vienen a contarte su vida. No me malinterpretes, estas cosas son normales entre los pacientes y el médico de familia y me parece bien que ellos las atiendan (porque yo no tengo paciencia). 
Aquí hago prácticas yo...
Centro de Salud, Barranco Grande - Tenerife

Día 1

Es vital empezar con buen pie. Pero en mi caso no empecé con ninguno porque me tocaron las prácticas en el horario de tarde y justo la tarde de hoy era la reunión informativa del Curso Intensivo Asturias. Todo el año esperando que vengan a hablarnos sobre esto y ahora, ¿iba a faltar? Ni en broma. No es que estuviera demasiado interesada en este método porque en verdad, ya le tenía el ojo echado a otra academia pero es bueno escuchar y lo mejor, darte cuenta de por qué estás perfectamente convencido de que prefieres una opción u otra. No hay que tener en cuenta sólo el precio y los resultados. Pero vamos, que no me personé en el centro de salud, jeeee...

Día 2

Deb arrived at centro de salud 1 hora tarde porque teníamos un seminario de Dermatología pendiente y acabamos más tarde. Hacía mucho calor, iba con prisas, con mil cosas en la mano y llegué como un rayo, con otra compañera, a la consulta del médico responsable. Hay un paciente así que nos dice que esperemos un momento. Cuando me ve, me pregunta que si yo soy M. Le digo que no, que vengo en su lugar (lo típico, M. y yo nos cambiamos los ambulatorios para el que nos convenía más). Me echa la bronca por no avisarle y entonces le digo que hacía una semana que había dado aviso al coordinador de la asignatura y me había dado el visto bueno. Esto al hombre no le gustó mucho. Para colmo, tenía que recuperar el día de ayer y me preguntó si podía venir en semana santa. Le dije que no porque me iba de viaje. Su cara ya no diría que era amable. Aún así me permitió recuperarla más adelante. Me mandó a una consulta de medicina general sin decir adiós. Yu-pi...

La médico con la que estuve era el prototipo de médico de familia que tengo en mi cabeza. Simpática, conoce a sus pacientes y a los familiares de éstos, tiene un recetario de medicamentos que pauta y son siempre los mismos, promueve una vida saludable, le dice a sus pacientes que controlen la dieta y la hipertensión, se lleva bien con la enfermera. Pasé una tarde francamente, muy buena. De hecho me gustó estar allí, puedo decir que aprendí y estar con pacientes... casi siempre es divertido. Tuvimos una urgencia y la cabeza se me puso a trabajar enseguida "tómale la tensión" y voy y se la tomo, "tome esta pastilla" le dice la doctora, agarro a la señora, noto su mano temblorosa, le tomo el pulso y lo tiene por las nubes. ¿Ves lo que veo yo? ¿ves por dónde van mis tiros? Ay madre, no me digas que ahora me va a gustar Urgencias... Esto fue lo más interesante de la tarde, una crisis (porque para la señora lo fue) hipertensiva. Vinieron muchas caras conocidas, incluso una antigua compañera del colegio. Claro, en el barrio todos nos conocemos pero aún así el secreto, es el secreto. Una de las veces la doctora estaba fuera llamando por la lista y asignando el orden a los pacientes en la sala de espera, entró el señor que iba primero y se quedó de pie al lado de la puerta. Le dije que se sentara y me dijo que no. Cuando la doctora volvió a entrar, el hombre se acercó, le dió dos besos y entonces, se sentó. Esto es un pueblo...

Al salir sobre las 8 de la tarde, me encontré de frente con el médico que organiza las prácticas, el "simpático" y al ver que no había huído de prácticas a las 7 sino que me había quedado, vió que realmente tenía interés. Charló conmigo un momento sobre la organización del resto de los días y pude darle una explciación coherente para mi retraso de hoy, mi falta de ayer y mi... 

Espera, ¿y mi libreta roja? ¡No está! ¿en el bolso? no ¿en el maletero del coche? tampoco ¿en casa? no... Nooooo, ¡mi libretilla roja! ¡mi vida! donde tengo escrito TODO, de todas las prácticas, desde que estaba en tercero, no la encuentroooooooooooooooo... ¡SOS!


Día 3

Hoy me tocó el turno de mañana así que a las 08.15 estaba allí puntual como la que más. Estuve con el "simpático", el coordinador de prácticas. No es tan malo... De hecho también me lo pasé bien porque me dejo hacer tooooodas las exploraciones a mí solita. Se fiaba de mi criterioy me explicó un par de cosillas muy prácticas. Pero no me dejó salir de la consulta en toda la mañana. Asi que no fue hasta las 12:15 que no pude volar hasta el otro lado del pasillo y preguntar a la doctora con la que estuve ayer si había visto mi libreta. Y su cara al verme era de... "sabía que en algún momento de la mañana ibas a pasar por aquí" ¡¡¡¡Allí estaba!!!! Mi pequeña, mi rojita, mi libretilla. 

Hoy no fue tan duro, tampoco dió para tanto. Momento cómico: en el momento en que el médico dijo que iba a meter un poco de prisa a la consulta va y aparece en la puerta un abuelito de 99 años caminando a pasitos minúsculos... Las cosas nunca salen como queremos. Pero da igual si sabes ver el lado bueno de las cosas. Al llegar a la facultad, tuve media hora para comer con mis amigas favoritas Z. y Ma. y eso puso un sol en mi día :)


Día 4

Doblé turno para recuperar el lunes perdido. Por la mañana aprendí a sacar sangre aunque no me salvé de ver cómo una mujer que venía a pincharse, salía corriendo en dirección contraria al verme dispuesta a sacarle sangre. Pude pinchar, tomar glucemias, me invitaron a desayunar, aprendí a usar el programa Drago, el de los Centros de Salud y ¡pude hacer yo solita un ECG! Todo esto sólo era posible con una ¡¡super-enfermera!! Enseguida me puso al día de cómo funcionan muchas cosas y con ese acento andaluz que tenía dio por más que satisfactoria una de las prácticas que resultó ser de las más provechosas. Por la tarde... no tendría tanta suerte. 

De hecho, me tocó con una médico un poco pastosa. No sonreía ni por equivocación. Hasta que entró un paciente que era padre de un amiguito de su hijo en el cole y se encendió como los farolillos. Mm, no haré más comentarios al respecto X) Una de las cosas que más rabia me da es que un médico no te deje explorar, como si no confiara en que sepas ver bien una garganta. Claro que la primera vez no sabrás, la segunda y la quinta lo intentarás pero cuando hayas visto 20, seguro que no se te escapan muchas cosas. Pues así iba mi tarde hasta que de repente, una insuficiencia respiatoria entró con un abuelete que estaba reteniendo líquidos como un globo de agua. No sé que fue lo que hice bien, si auscultar una ausencia de ruidos respiratorios o hablar con el viejito o yo que sé. Puede ser que perdiera tiempo con esta urgencia y se viera apurada con los demás pacientes. Encima al dejar la consulta para bajar a Urgencias donde habían llevado al señor para ponerle oxígeno, los que estaban esperando por fuera ¡se atacaron todos! La impaciencia de la gente en las consultas de Atención Primaria es exasperante. Bueno, el caso es que al volver a la consulta, Deb era la segunda al mando, me dio la lista de pacientes y me fui directa a poner orden en la sala de espera mientras ella rellenaba cinco informes al mismo tiempo en un ordenador que se bloqueba a la mínima. No estuvo nada mal, al final.  

Día 5 

¡Viernes! ¡Viernes! Qué energías... hasta que entré por la puerta de la consulta que me tocaba y vi a la médico. Hablaba 10 palabras por minuto, como mucho. Más lenta que un desfile de cojos. ¡Ay señooooor! Para mi bien, tenía "prisa" por ir a un curso a las 12, así que hacía un esfuerzo sobrehumano y decía 15 palabras por minuto. Público variado, alguno que otro con falta de que le atranquen un tornillo, historias más creíbles que otras, de dependencias de pastillas, de chutes de vitamina B12, de depresiones conyugales, de madres ariscas y algunas repeticiones de recetas. Un random day... 

 


Día 6

Bah, hoy no hay nada interesante que contar. Mi compañera y yo tuvimos que hacer un par de casos clinicos y nos despachamos rápidamente. 

Día 7

Efectivamente hoy nos pusimos con el enfermero de enlace, que es el encargado de llevar todo lo relacionado con la asistencia a domicilio de varios Centros de Salud. A primera hora de la mañana, con un sueño que tumbaba a cualquiera, nos explicó de qué iba el rollo. Es algo intuitivo; llevan un registro de los pacientes que por ser demasiado mayores, tener alguna incapacidad física o mental no pueden personificarse en el centro. En Barranco Grande dijo que llevaba alrededor de unos 350 pacientes; en Taco eran casi 400 y había otro par de cientos en otros dos centros más. De la lista escogió algunos de los números que tenía pendientes por llamar, de "primera vez". Llamó y finalmente, había una pareja de abuelos que estaban ambos, confinados en domicilio y decidió ir a verlos a ellos: E. y G. 

Fuimos en coche hasta la casa. Nos recibió su cuidadora formal (pagada). La pareja estaba sentado en unas sillas en un pasillo de la casa que daba al jardín de atrás. La entrevista "de primera vez" sigue el protocolo de la CCAA de Canarias y exige rellenar unos formularios bastante largos acerca de muchas cuestiones como: su grado de dependencia, alimentación, sueño, descanso, ejercicio, acomodación de la casa, etc. Esto lleva 1 hora por persona. Empezamos con Doña G. y a mitad de la entrevista, apareció una de las hijas para que la cuidadora se pudiera marchar como tenían acostumbrado. Luego fue el turno de Don E. 

No sé si fue aquel ambiente cerrado y estrecho, o la ansiedad de la mujer, o el hecho de verlos tan cansados y viejitos a los dos, que uno empieza a entrar como en un aura de vejez y amargura. Imaginé que aquellos fueran mis padres... No, mejor no ir por ahí. La cuestión es que la visión de la senectud me deprimió. Yo quería intentar animarlos, el enfermero hacía milagros para que alguno echara una risa. Pero era casi una odisea. La falta de salud es horrible. No poder valerse ni moverse, caminar o bailar es un gran mal. Cuando salimos de aquella casa, 2 horas y media después, sólo quería echar a andar por el mundo y empezar a llenarme de vida.

Día 8

Hoy tuvimos que hacer... ¡más casos clínicos! Esta vez sobre las actividades de prevención sobre factores de riesgo cardiovascular, algo que podría hacer hasta con los ojos cerrados. No nos llevaron mucho y, cuando subimos a la consulta a entregar los trabajos hechos el "simpático" se sorprendió. Es más, al ver cómo me adelantaba a cada pregunta que nos hacía sobre cómo habíamos gestionado los problemas de aquellos pacientes "caso" se me quedó mirando un poco pasmado. Entonces le dije: "es que me encanta el riesgo cardiovascular" y me contestó "sí sí, ya se te nota".

En la facultad, mi compañera Y. me preguntó si ayer había ido con M. el enfermero a domicilio. Le dije que sí y le pregunté cómo lo había sabido sin que yo se lo dijera. Al parecer, M. había ido a ver otro domicilio con mi compañera, que estaba haciendo las prácticas en otro ambulatorio y le había dicho mi nombre, jejeje :)

Día 9

Al llegar mi compañera y yo por la mañana nos dio a elegir si queríamos ponernos con él, el coordinador, alias el "simpático", para nuestro último día con él y nuestra última evaluación o ir a otra consulta. Con un chiste me libré excusé de semejante cosa y volé a la consulta 1. Lo que yo no sabía es que iría a parar con la joya de la corona: el médico de mis padres y mis hermanas porque sí, nosotros pertenecemos a este ambulatorio. Dije de mis padres y hermanas; no mío -sin comentarios-. Aprendí un par de cosas interesantes como que a los 65 años me van a dar la patada en el hospital y me tendré que jubilar, qué son los nódulos de Schmorl o que los bigotes de Dalí pueden verse en algunas pruebas diagnósticas así como algunas cosillas más. Con el plus de que me invitaran a desayunar. Hoy me trataron como a una princesa. El centro de salud mola.


Día 10

Esto se acaba, señores. Hoy fue mi último día de prácticas en Centro de Salud y me tuve que colocar en la consulta del "simpático", el coordinador de prácticas. Me anticipé y llegué con la ficha de prácticas fotocopiada: punto para mí. Todo tenía pinta de ir como la seda. Pero a lo mejor, la seda es demasiado suave. Los pacientes fueron variopintos; pero aún así, me asusta la cantidad de diabéticos que veo cada día. Recetas, análisis, resultados de pruebas... estas cosas de Centro de Salud. Me dejó explorar todo y todo lo que me preguntó, lo supe responder: otro punto para mí. Pero no podía entregar la copia de la ficha firmada y marcharme como si tal. No... Deb tiene que sacar el hacha y rematar la única cabeza que queda por cortar. 
Anoche estuve dándole vueltas a la cabeza acerca del descontento con la asignatura de Medicina de Familia (de cuyas prácticas hablo en este post). La materia que se da es poco sustanciosa: casi 4 clases hablando acerca de la organización del Sistema de Salud Público Español, una hora sobre trabajo en equipo, otra sobre qué es el cáncer y cómo prevenirlo, otra clase sobre violencia de género... Sin duda esos temas que están en el conocimiento de todos pero que no recogen los créditos universitarios. Con el plan Bolonia (nuestro querido EEES), se ha creado de la nada esta asignatura cuatrimestral que viene a pisar y solaparse con contenidos de otras asignaturas y a dar laxitud a unos temas tan ambiguos como poco productivos, al menos en Quinto de Medicina. Puedo hablar con seguridad, porque soy de las pocas personas que resisten las clases; pero a estas alturas, me lo estoy replanteando. Además, la organización de las prácticas y la distribución de Centros de Salud, tiene algunas pegas. Al despertarme esta mañana sabía exactamente las palabras que utilizaría cuando al terminar la jornada, el "simpático" nos preguntara: "¿qué os han parecido las prácticas?". Lo sabía porque sí. Y así lo hizo. Y todo eso y más le dije. 

Lo reconozco, estaba cabreada. Pero es que ayer me preguntaron en una clase si sabía por qué la dieta mediterránea se llamaba así (y todo el mundo sabe que es por las verduras y el aceite de oliva y los frutos secos). Respondí bien, pero la profesora me dijo que no era así para, dos minutos después, decir que era por las verduras y las frutas que componían la dieta. Esta mañana el "simpático" no tomó de manera muy receptiva que le saltara al cuello con asuntos de las clases que, ni él controla, ni tiene ganas de controlar. Pero es que era el único camino que tenía para llegar al jefe de la asignatura, porque él mismo había dicho que tenían que reunirse. Sus últimas palabras fueron "buengo, venga, que os tenéis que marchar". Creo que al cerrar la puerta de la consulta, cogió mi ficha y si no la tiró al cubo de basura puso en letras grandes rojas: "AMENAZA". No como quien sabe que le pueden hacer daño, sino como el que sabe que decía la verdad.

Si me preguntas qué ha cambiado respecto al comienzo de la rotación por Centro de Salud, no tendría muy claro qué responder a priori. Que me han gustado las prácticas, está claro. Pero que te traten bien no es todo. Si tuviera que poner una puntuación entre 1 y 10 a...
Lo que he aprendido nuevo, daría un 6 a los médicos y un 8 a las enfermeras. 
Lo que me han dejado hacer, sería un 6 a los médicos y un 9 a las enfermeras. 
La variedad de cosas que he hecho (consulta, casos clínicos, etc), un 9 en total.
¿Ves? Daría buenas notas, porque hemos tenido una planificación lógica de los días en el centro. Tengo compañeros de otros centros que pasan incluso por administración, no sé por qué; nosotros podíamos haber pasado por Pediatría pero al parecer, no hay buena relación entre los pediatras de la zona y los estudiantes. Pero, ¿realmente ha cambiado mi concepto de los médicos de familia? No. El "simpático" parece estar convencido de que necesito que me laven el cerebro. A lo mejor lo que ocurre es que nos hemos acomodado al ritmo discrónico de nuestros profesores, todos ellos médicos de Hospitales de tercer nivel y a que, no todo es prevención, hay muchas otras cosas que hacer en los hospitales, después de los diagnósticos. Aún así, claramente un médico de familia conoce a sus pacientes y a las familias de éstos; repiten recetas en piloto automático, desayunan en el bar de enfrente y llevan una vida tranquila cuando no se estropea el ordenador. Llámame crítica, inquieta, exigente, intransigente o petarda. Es lo que hay, guste o no, entre los médicos de cabecera y yo. Sí hay vida inteligente fuera de los hospitales, pero algunos no son el mejor ejemplo de ello.

07 marzo 2013

Dimensiones paralelas

Ahí pertenece, para mí, el extraño mundo de la Otorrinolaringología
también conocido como otorrino, oto, rino, o también ORL
Este post es resultado de un día de perros. No era muy bueno el concepto que tenía de esta especialidad médica, pero ahora lo es menos. Hoy he tenido 5 horas seguidas de seminarios y clase de esta asignatura. Nada lejos de lo habitual si no fuera porque los profesores que nos los dan son especiales. La una porque no es médico sino algo raro, y al otro, porque no se entiende ni de lo que está hablando. Para que te hagas una idea, el esquema mental entre la ORL y yo, ahora mismo es este...
           Lo que pasa es que la bolita de luz debería ser más pequeña. 

También es que parte de la mañana la pasé sometida a un interrogatorio peor que el de la policía: ¿que es el oído? ¿partes del oído externo? ¿para qué sirve? no saben estudiar, sólo memorizan ¿y el interno? ¿qué partes tiene? ¿qué hacen? ¿con qué nervios? si hubiesen respondido eso en el examen, se los hubiese tenido que tachar ¿qué patologías hay ahí? ¿cómo se estudian? van a ser médicos ¿qué es una audiometría? ¿qué mide? ¿para qué sirve? no han estudiado ¿para qué la usamos? ¿y qué es un diapasón? ¿qué es el Rinne? ¿qué es el Weber? ¿cómo se oye fisiológicamente?  ... ...

           Que sí, aprendemos algo. A la fuerza aprende cualquiera. 

Después tuvimos otro seminario sobre reflujo gastro-esofágico y patología laríngea con un profesor que es lo contrario a la anterior. Si con la primera entrabas en cataclismo, con este la clase es como cuando te enteras de que los reyes magos no existen. Respondamos lo que respondamos, los otorrinos parecen tener unas respuestas alternativas (y correctas) para todo ello. Nada de lo que sepamos está completo y por supuesto, todo lo que nos explican es indudablemente general "lo que un médico de atención primaria necesita saber" y "deberían de saberlo ya". No sé yo... Creo que el servicio de otorrino debe replantearse encarecidamente, cambiar su método de enseñanza. Aparte de eso, aquí una servidora será una médico a la que no le importará mostrar sus limitaciones frente al público-pacientes-clientes y reconocerá que, lo que la Medicina puede llegar a explicar es sólo una mínima parte de las preguntas. A aquellos que crean que puede haber más respuestas, que hablen con los de otorrino. Ellos parecen saber mucho. 

PD: así es la consternación otorrinolaringológica.